Con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2020, que se celebró el 2 de febrero con el lema «La Vida Consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente», la Conferencia Episcopal Española elaboró un documento centrado en la virtud teologal de la esperanza. Como explica en su presentación la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada: «La persona de especial consagración, con su palabra, con su acción, pero sobre todo con su propia vida, es testigo y anuncio de esa esperanza. Y lo será en tanto en cuanto aprenda de María y con María, Madre de la Esperanza, a esperar solo en Dios».
El documento de la CEE recoge un testimonio de vida religiosa (una franciscana misionera), otro de vida contemplativa (una clarisa), y otro de Institutos Seculares; este lo ha ofrecido Tania Quilambaqui Jara, Sierva Seglar de Jesucristo Sacerdote, con el titulo «Una vida eucaristizada» (pág. 9). Le sigue un testimonio del orden de las vírgenes y otro de las nuevas formas de vida consagrada. Tania es actualmente Delegada de Vocaciones del Instituto y Responsable del Cenáculo de Formación Vocacional de Madrid.
El domingo 2 de febrero, con este mismo motivo de la Jornada de la Vida Consagrada, en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora en Madrid, María Jesús Fernández Cordero, también Sierva Seglar de Jesucristo Sacerdote, dio testimonio de su itinerario. Lo hizo en la eucaristía de familias, y explicó el sentido de la consagración y la forma de vida de los Institutos Seculares, además de invitar a las familias a acoger la llamada que Dios pone en el corazón de sus hijos. Podemos leer su testimonio en el enlace de la parroquia.
0 comentarios