Tiempo Ordinario – Ciclo B
Del CALENDARIO LITÚRGICO PASTORAL 2009
Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia.
El Año litúrgico, en el ciclo llamado del Señor o Propio del tiempo, además de los tiempos que poseen un carácter propio (Adviento-Navidad; Cuaresma-Pascua), comprende unas 33 o 34 semanas en el curso del año, a las que se ha llamado tiempo ordinario, aunque sería mejor denominarlas “tiempo durante el año” (traducción más literal del latín “per annum”). En estas semanas no se celebra algún aspecto peculiar del misterio de Cristo, sino que se evoca el mismo misterio de Cristo en su plenitud para que, en cada celebración, especialmente en los domingos, entremos en comunión con El, vivo y presente, tanto en el mundo como eficazmente en la Iglesia, a través de la Palabra de Dios y los Sacramentos, hasta que vuelva como Rey del Universo y el velo de los signos deje paso a la plenitud de su presencia.
La diferenciación común entre tiempos “fuertes” y el tiempo ordinario como tiempo menor, no sería, del todo adecuada. Solamente el dato cuantitativo, 34 domingos, nos tendría que hacer caer en la cuenta de que el tiempo ordinario ocupa nada menos que medio año. Por otro lado, la finalidad del tiempo ordinario no la puede asumir otro tiempo litúrgico, puesto que desarrolla cómo el Reino de Dios, predicado por Cristo y cumplido en él mismo, se construye día a día, en lo cotidiano. Es en el espesor de la existencia monótona y gris; en lo ordinario donde acontece lo extraordinario: el Misterio Pascual de Cristo y nuestra comunión con él.
Y así el Misterio Pascual toca e ilumina el tiempo de los hombres, atrayendo todo a la vida, traspasando el devenir matemático del tiempo, con la plenitud de la divinidad. Cristo resucitado, en su Iglesia, se hace presencia que acompaña al hombre peregrino para explicarnos las escrituras y partir para nosotros el pan de la vida como hizo en otro tiempo con los discípulos de Emaús.
[…] El tiempo ordinario, toma en los libros litúrgicos actuales la función de hacer siempre presente al cristiano la Pascua redentora. El Misterio Pascual, a la vida del cristiano: el trabajo, el estudio, el descanso, la enfermedad, el gozo, el ocio, el dolor, la esperanza, la muerte, la frustración, la alegría… y lo impregna del Espíritu de Cristo que conduce a todos y a todo a la plenitud. Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas (ordinarias) del amor divino, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu por el que resucitó a Jesús de entre los muertos (cf. Prefacio TO VI). A esta realidad contribuye el hecho de que actualmente a los domingos de este tiempo, se les ha dejado sin otra calificación más que la de “ordinarios”: evitando denominarlos como lo hacía la terminología anterior “después de la Epifanía” o “después de Pentecostés. […]
El tiempo ordinario es un verdadero tiempo privilegiado y fuerte de la fidelidad de Dios y de la perseverancia del fiel que profundiza en el misterio de Cristo, sacando a la luz de la vida lo nuevo y lo viejo de nuestra redención.
II Domingo
1.- “VENID Y LO VEREIS” (Jn.1, 39)
«Aquí estoy; vengo, porque me has llamado…” (I Sam 3, 3-10.19)
«Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo…!” (1 Cor 6, 13-15. 17-20).
SÍMBOLOS
- Cada día “abrir la mano derecha con la palma hacia arriba” en signo ofertorial.
- Una vasija vacía…
2.- PALABRA (Jn 1, 35-42).
Dos discípulos de Juan siguen a Jesús. El encuentro culmina con una opción por parte de los discípulos: “Hemos encontrado…” (v.41).
Vieron donde vivía y se quedaron con él.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 1, 35-42)
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, 36 fijándose en Jesús que pasaba, dice:
– «Este es el cordero de Dios».
37 Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: – «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: – «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».
39 Él les dijo: – «Venid y lo veréis».
Entonces fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.
40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; 41 encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
– «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». 42 Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
-«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)».
COMENTARIO
1.35-42. Los primeros discípulos.
Este relato de vocación difiere profundamente del que nos ofrecen los sinópticos. Es un relato de vocación-testimonio, porque lo que el texto nos ofrece es el descubrimiento y desvelamiento que hacen los discípulos de la persona de Jesús, que es el Mesías, aquel del que escribieron Moisés y los profetas, Rabí, el Hijo de Dios, el Rey de Israel. La comprensión del misterio de Jesús no es cuestión de un golpe de vista, ni del análisis psicológico de una de sus frases. Su vida, muerte y enseñanzas deben ser consideradas globalmente. Unas explican y dan sentido a las otras, y todas ellas comienzan a iluminarse desde la pascua. Por eso debe afirmarse sin rodeos la inverosimilitud de estos títulos cristológicos en labios de los discípulos en este momento. Lo que hace el evangelista es trasladar a este primer momento lo que los discípulos descubrieron posteriormente en Jesús. No hay fraude. Únicamente cambio de perspectiva. Por otro lado, este es un fenómeno común en el evangelio, en el que es imprescindible distinguir siempre varios niveles: el histórico, el cristológico, el eclesial… Hoy se hallan tan armoniosamente superpuestos que nos dan la impresión de constituir un solo nivel.
Comentario al Nuevo Testamento
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Jesús «pasaba» (v.36); ¿sigue pasando hoy?, ¿cómo pasa hoy por nuestras vidas?
- Quizás nos falta profundidad para mirar, para ver, para leer los acontecimientos, para encontrar el significado de las personas …
- Juan favoreció el contacto porque miró en profundidad y vio; además fue capaz de “bien decir” de quien pasaba …
- Juan vivió su vocación de señalar, de indicar el camino verdadero a los discípulos.
Los discípulos continuaron su búsqueda, porque eso es el camino de la fe, una búsqueda. Esta es la primera palabra que les dirige Jesús: ¿Qué buscáis? (v.38). No menos interés tiene para nosotros hacernos la misma pregunta, ¿qué buscas? Ellos le devolvieron la pregunta: – Maestro, ¿dónde vives? (v.38)
- ¿Los discípulos han preguntado el sitio?, se han interesado por lo profundo, por el cómo, con quien, de qué manera, con qué valores …; porque ellos están en búsqueda.
- Jesús les responde con dos verbos: «venid y ved» (v.39). Una invitación y una promesa abierta. Se les abre una perspectiva vital de proceso …, descubrimiento … y encuentro con alguien y de alguien que es el centro de la fe. Ya están en «el camino».
- Fueron, vieron y se quedaron (v.39). Un acontecimiento que marcó sus vidas; no lo olvidarán: «Eran como las cuatro de la tarde» (v.39).
Los grandes acontecimientos, que nos llenan de sentido profundo, no se olvidan jamás.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- ¿Qué buscas?
- Señor, ¿dónde vives?
- Tú eres el camino.
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Sigue pasando la Palabra por tu vida?
- ¿Cómo; a través de quien; en qué acontecimientos?
- ¿Se convierte la Palabra en acontecimiento para ti?
- ¿Haces partícipe a los de tu entorno de tus encuentros?
- ¿Comunicas, te comunicas, qué comunicas?
- ¿Das vida a tu comunidad, a tu familia con los descubrimientos de tu vida?
- ¿Cómo oras la vida?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
«Serían como las cuatro de la tarde» (v.39). Comentar la significación de esa cita tan precisa …, ¿qué pasó entonces?
- Podemos compartir algunos momentos cumbres de nuestra vida.
- ¿Quién nos llevó a Cristo, a la fe?
- ¿Cómo fue nuestro primer encuentro?
Terminamos leyendo el encuentro de San Francisco con la Palabra.
I Celano, cap. IX nº 22. San Francisco de Asís. BAC. Pg. 154-155.
Andrés Huertas
III Domingo
1.- CERCANÍA DEL REINO
«… Cuando vio Dios sus obras y cómo se convertían de su mala vida, tuvo piedad …” (Jon 3, 1-5.10)
«… el momento es apremiante … la representación de este mundo se termina” (1 Cor 7, 29-31)
SÍMBOLOS
- Símbolo del florecimiento.
- Una semilla en agua.
- Una sonrisa cada mañana.
2.- PALABRA (Mc 1, 14-20).
Marcos nos propone el programa de Jesús. El Reino de Dios está llegando a través de la conversión y la fe.
Resumen de la predicación inaugural de Jesús (Mc 1, 14-15).
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 1, 14-20)
Mt 4 12-17; Lc 4 14-15; Mc 6 17-18; Mt 3 2; Gal 4 4
Después que Juan fue arrestado, marchó Jesús a Galilea, proclamando la buena noticia de Dios. 15 Decía:
– El plazo se ha cumplido. El reino de Dios está llegando. Convertíos y creed en el evangelio.
16 Pasaba Jesús junto al lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo:
– Veníos detrás de mí y os haré pescadores de hombres.
18 Al instante dejaron las redes y le siguieron.
19 Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan. Estaban en la barca reparando las redes. 20 Inmediatamente los llamó también. Y ellos, dejando a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.
COMENTARIO
El lugar geográfico en que Jesús inaugura su presentación es Galilea, una región hasta entonces insignificante y sin relieve. Aquí hace oir su voz, apareciendo no como un profeta más, sino como aquél en quien el esperado reino de Dios comienza a ser realidad. Reino de Dios es una expresión que hunde sus raíces en el Antiguo Testamento y el judaísmo. Compendiaba todo lo que Israel esperaba de los tiempos mesiánicos. En labios de Jesús adquiere un significado concreto: soberanía universal de Dios como padre compasivo y salvador. Sobre los corazones oprimidos destella así un rayo de esperanza.
Esta realidad es ofrecimiento y don de Dios, del que nadie queda excluido. Pero, si Dios otorga, espera a su vez una respuesta de acogida por parte del hombre. La respuesta exigida se expresa en dos actidudes concretas: conversión y fe.
Convertirse significa literalmente tomar otra dirección, cambiar de rumbo, no quedarse donde se está y como se está, esforzarse por llegar a ser lo que se debe ser. En el contexto de la predicación de Jesús sobre el reino de Dios esto equivale a permitir que Dios sea Dios, a reconocer a Dios como la realidad que todo lo determina; equivale, en otros términos, a romper la cerrazón del hombre, a desmontar su autonomía, a ver y realizar su existencia finita como una existencia recibida de Dios. La segunda actitud, la fe, no es sino el lado positivo de la primera: la apertura y disposición a escuchar, la buena voluntad para abandonarse al poder salvador de Dios con una confianza ciega y total.
Conversión y fe tienen que realizarse en el seguimiento de Jesús. La vocación de los primeros discípulos es, por parte de ellos, un ejemplo concreto de conversión y de fe, y por parte de Jesús, un acto revelador de lo que él quería y debía realizar. Llamando a su seguimiento a unos pescadores, Jesús manifiesta que no se propone actuar como un simple rabino o maestro de su tiempo.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Jesús nos presenta su programa con cuatro fórmulas bien concretas:
- «se ha cumplido el plazo» (v.15) (ha llegado el momento)
- «el Reino de Dios está llegando» (v.15) (el Reino está emergiendo)
- «urge convertirse» (v.15) (cambiad)
- «y creed en el Evangelio» (v.15) (creed la buena noticia)
Marcos lo concentra en un sólo versículo. Las dos primeras fórmulas constituyen la revelación por parte de Dios. Las dos últimas, la decisión del ser humano expresada en dos exigencias: cambio y fe.
Lo que Dios ofrece al revelarse:
- «ha llegado el momento», un momento personal, de madurez, de comunicacion, de profundidad en que Dios es «el absolutamente necesario para que la vida tenga sentido …»
- «el Reino de Dios está llegando», está llegando a tu vida, a la mia, a toda vida en la medida en que tú y yo nos abrimos al cambio, nos desinstalamos, nos movemos … Él pasa transformando.
Las exigencias humanas:
- «Convertios». Cambiad, ¿qué tengo que cambiar?, ¿qué puedo cambiar?, ¿qué debo cambiar? … Permítete que lo eterno salga de ti, que lo gratuito se abra camino en ti, que valores inéditos en nosotros se produzcan en nuestra vida …
- «Cree en el Evangelio». No cerremos la vida «a cal y canto», dejemos que Dios se instale en nosotros a brindarnos nuevos horizontes; que todo pueda ser pensado, vivido y amado de nuevo, con Dios.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «El Reino está llegando»
- «Cambia y cree»
- «Os haré pescadores de hombres»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Por dónde, en quién se alumbra el Reino de Dios hoy?
- ¿Qué personas concretas me lo hacen presente?
- ¿En qué situaciones lo siento aflorar?
- ¿Cómo podríamos hacerlo presente, hoy, nosotros, en nuestro mundo?
- ¿Qué estructuras requieren cambios?
- ¿Qué formas de vida no lo propician?
- ¿Deberíamos cambiar nuestras formas de hablar y de relacionarnos?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podríamos comenzar compartiendo la siguiente frase de Jesús:
- «Venid detrás de mí y os haré pescadores de hombres» (v.17)
- ¿Qué quiso decir Jesús en estra frase?
- ¿Qué exigió y qué ofreció?
- ¿Cómo la actualizamos nosotros hoy?
- ¿Está pasando Jesús por nuestra vida?, ¿cómo¿, ¿en quién?, ¿con qué exigencias?
Terminamos con una oración espontánea, libre …
Andrés Huertas
IV Domingo
1.- AUTORIDAD DE LA PALABRA
«… Suscitaré un profeta de entre sus hermanos … Pondré mis palabras en su boca …” (Dt 18, 15-20)
«…Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa … para induciros al trato con el Señor …” (1 Cor 7, 32-35)
SÍMBOLOS
- Unas vendas, símbolo de la salud.
- Un símbolo del amor.
2.- PALABRA (Mc 1, 21-28).
Jesús comienza a enseñar en las sinagogas y rápidamente captan que no era un palabrero, ni un maestro bendicional. Su palabra llega al corazón creyente.
En la sinagoga.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 1, 21-28)
Lc 4 31-37: Mc 6 2; Lc 4 16; Mt 7 28-29; 8 29; 4 24
Llegaron a Cafarnaún y, apenas comenzó el sábado, entró en la sinagoga y se puso a enseñar. 22 Se admiraban de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los maestros de la ley.
23 En la sinagoga había precisamente un hombre con espíritu inmundo, que se puso a gritar:
24 – ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Sé quien eres: el santo de Dios!:
25 Jesús le increpó diciendo:
– ¡Cállate y sal de ese hombre!
26 El espíritu inmundo le retorció violentamente y, dando un fuerte alarido, salió de él.
27 Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros:
– ¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva llena de autoridad! ¡Manda incluso a los espíritus inmundos y éstos le obedecen!
28 Pronto se extendió su fama por todas partes, en toda la región de Galilea.
COMENTARIO
La enseñanza de Jesús queda ratificada por su acción. Ambos aspectos de su ministerio, indisolublemente unidos, llevan una marca inconfundible: autoridad. Jesús posee la autoridad y el poder del reino de Dios, que le impulsan no sólo a anunciar una liberación futura, sino a realizar también, ya desde el comienzo, obras liberadoras en favor del hombre: viene a liberar al hombre del pecado.
Ahora bien, el mal físico, la enfermedad, pertenece a esa esfera del pecado, en cuanto que entra en el ámbito de las cosas no queridas por Dios. No puede contentarse, pues, con el solo anuncio de la llegada del reino de Dios. Ha de realizar a la vez obras salvíficas que, como «pronósticos», confirmen esa llegada. La poderosa palabra doctrinal y la poderosa acción exorcista constituyen por igual un signo del poder divino otorgado a Jesús y, simultáneamente, un signo de que en él y con él se abre camino la soberanía de Dios en el mundo. Jesús, obrando así, se convierte forzosamente en un interrogante para los hombres: ¿Qué es esto? En él late un misterio que pide ser descifrado. Los demonios parecen estar en posesión de una ciencia especial que, frente a Jesús, les lleva a reconocerle y proclamarle como el santo de Dios. Tal reconocimiento no debe, sin embargo, suplantar al que él pretende suscitar en el hombre. Por eso les ordena callar, haciéndolo con imperativo que, lejos de asemejarse al conjuro característico de los magos griegos, evoca las duras recriminaciones que el mismo Dios dirige con frecuencia a su pueblo infiel.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: – ¿Qué es esto?» (v.27).
Jesús es el profeta por excelencia; supera la tradición profética de Israel que anuncia y denuncia. Él es la palabra última y definitiva de Dios, «¡una doctrina nueva llena de autoridad!» (v.27)
- Esta autoridad consiste en la unión ajustada entre palabra y acción.
- Su palabra es eficaz, ilumina el corazón y hace que suceda …
- Por eso suscita «asombro» (v.27).
Hoy tenemos al profeta sometido a discusión. Es una figura controvertida, unos lo quieren suprimir, otros no terminan de encontrarlo.
El profeta es alguien que está dotado de:
- ojos abiertos: lo contrario del adormecimiento y del oportunismo.
- libertad: lo contrario del servilismo y del conformismo.
- coraje: lo contrario al miedo.
- inteligencia: lo contrario a la superficialidad.
- obediencia: lo contrario a la observancia exterior.
- pasión: lo opuesto a la indiferencia.
- humildad: opuesto a la presunción y protagonismo.
El profeta hace hablar al amor, «no enseñaba como los maestros de la ley» (v.22). En él se unen exorcismo y mensaje, palabra y acción, anuncio y curación; tareas santas cuyo ejercicio se realiza en la comunidad eclesial.
El exorcismo al que todos estamos hoy llamados es el que nos libra del egoismo, de la indiferencia y del alejamiento.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tú eres el santo de Dios»
- «Silencio»
- Tú eres nuestro liberador
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cultivo la coherencia entre palabra y acción?
- ¿Tengo la coherencia como valor en la vida ?
- ¿A cuál de las dos doy más importancia, a la palabra o a la acción?
- ¿Qué actitudes permanentes de nuestra existencia hemos de exorcizar?
- ¿Cómo hacer ese exorcismo?
- ¿Buscamos las personas y las palabras concretas que pueden ayudarnos?
- ¿Sabríamos abrir un camino nuevo para nuestra vida?
- ¿Cómo, hacia donde, con qué acciones concretas?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- ¿Cómo definiríamos, hoy, el profetismo en el seno de nuestra comunidad?
- ¿Qué rasgos esenciales le caracterizan?
- ¿Qué problemas denuncia?
- ¿Qué actitudes nuevas propicia?
- ¿Estamos abiertos al profetismo exorcista?
- ¿Qué exorcizarias de la vida de la comunidad?
- ¿Cómo lo harías?
Podemos terminar orando juntos el Salmo 94
1 ¡Venid, cantemos jubilosos al Señor,
aclamemos a la roca que nos salva!
2 Entremos en su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cánticos.
3 Porque el Señor es un Dios grande,
rey poderoso más que todos los dioses.
4 En sus manos están las simas de la tierra,
y suyas son las crestas de los montes;
5 suyo es el mar, porque él lo hizo,
y la tierra firme, que modeló con sus manos.
6 Entremos, postrémonos para adorarlo,
arrodillémonos ante el Señor, creador nuestro.
7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo,
ovejas que él apacienta.
¡Ojalá escuchéis hoy su voz!
8 «No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá,
como el día de Masá, en el desierto,
9 cuando me tentaron vuestros antepasados,
y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras».
10 Cuarenta años estuve disgustado con aquella generación,
y dije: «Son un pueblo de corazón rebelde,
que no conocen mis caminos».
13 Por eso juré airado: «¡Jamás entrarán en mi descanso!».
Andrés Huertas
V Domingo
1.- UN DÍA SANADOR
«… Mis días corren más que la lanzadera … mi vida es un soplo …” (Job 7, 1-4. 6-7)
«… Me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos …” (1 Cor 9, 16-19. 22-23)
SÍMBOLOS
- El evangelio. Libro de oración.
- La actitud orante.
- El silencio.
2.- PALABRA
Dentro y fuera de la casa
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 1, 29-34)
Mt 8 14-17; Lc 4 38-41; Mc 3 10-12; Mt 4 24
Al salir de la sinagoga, Jesús se fue inmediatamente a casa de Simón y de Andrés, con Santiago y Juan. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre. Le hablaron en seguida de ella, 31 y él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. La fiebre le desapareció y se puso a servirles.
32 Al atardecer, cuando ya se había puesto el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. 33 La población entera se agolpaba a la puerta. 34 Él curó entonces a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero a éstos no les dejaba hablar, pues le conocían.
35 Muy de madrugada, antes de amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y allí se puso a orar. 36 Simón y sus compañeros fueron en su busca. 37 Cuando le encontraron, le dijeron:
– Todos te buscan.
38 Jesús les contestó:
– Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he venido.
39 Se fue a predicar en sus sinagogas por toda Galilea, expulsando los demonios.
COMENTARIO
El misterio latente en la persona de Jesús pretende desvelarse en torno a la casa de Pedro -símbolo de la Iglesia- mediante numerosas curaciones. La primera de ellas, que prepara todas las demás, parece dictada por un testigo ocular. La descripción es de una simplicidad extrema. Se excluye toda espectacularidad. El milagro no es teatro. El gesto de Jesús es natural. Pero como todo gesto, lleva en sí una carga simbólica perenne. Las dos palabras centrales de la narración (la levantó … y se puso a servirles) revelan que el poder de Jesús levanta al hombre, a todo hombre, de su estado de postración para encaminarle sobre el sendero del servicio, que es el sendero de todo discípulo (véase Mc 9 33-37; 10 35-45).
Las demás curaciones invitan a ver en Jesús a aquél que tiene poder para salvar al hombre de sus miserias más profundas, cargando con todas nuestras enfermedades (véase Mc, Is 53 4; Mt 8 17). Todas son acciones elocuentes. Pero es todavía demasiado pronto para emitir un juicio acertado sobre la persona misteriosa de Jesús. El entusiasmo puede traicionar. Como los demonios, el hombre debe callar y esperar.
La jornada tipo de Jesús en Cafarnaún sólo resulta completa con esta narración de la fuga mañanera para orar en la soledad. Soledad y oración forman parte también de su ministerio. Están en la agenda de sus compromisos. Más aún. Aquí culmina su actividad en favor de la muchedumbre y de aquí arrancará de nuevo una actividad similar. La oración es para Jesús -y así debe ser para el cristiano- culmen y fuente de acción. Es a la vez motivo de búsqueda. Todos te buscan. El místico será siempre el hombre buscado. La gente sabe que ésta es una persona que puede ocuparse de sus cosas por estar ocupado precisamente en las cosas de Dios.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Esta jornada de Jesús, el comunicador, el cercano, el entrañable que libera en la sinagoga, levanta en casa de los amigos y sana a la caída de la tarde, pone de manifiesto la misión, el trabajo intenso en favor de los otros ….
- Pero «muy de madrugada, antes de amanecer» (v.35) busca su alimento … su complemento, busca al Padre.
- «Se levantó y salió …» (v.35) se va de donde le retienen, sale al encuentro …, busca la fuerza para seguir, para «ir a otra parte» (v.38).
- «Se fue a un lugar solitario …» (v.35) ¿por qué se aisla?, su misión es la solidaridad en el amor, ¿qué le aporta la soledad?
- «Allí se puso a orar» (v.35); la oración de Jesús está estrechamente unida a su misión sanante.
«Todos te buscan» (v.37) en las necesidades y en las noches, en casa y fuera de ella …. ¿por qué le buscamos?; para motivar la vida, la oración, la quietud y la actividad necesitamos a «Alguien» concreto que responda con la vida y no con teorías; a alguien como Jesús que responde sin acaparar.
«Vamos a otra parte … pues para esto he venido» (v.38).
- Siempre disponible …
- Siempre libre …
- Siempre en camino …
- Siempre en misión …
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- » El Señor es mi fuerza «
- » Todos te buscan «
- » Mi Dios y mi todo» (San Francisco de Asís)
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Tienen equilibrio nuestras jornadas de trabajo y oración?
- ¿Somos comunicadores, sanadores en nuestro cotidiano quehacer?
- ¿Cómo nos relacionamos con los demás?
- ¿Nuestra actitud es sanante?
- ¿Nuestras palabras y acciones son positivas, generadoras de vida?
- ¿Con qué actitud vamos a la oración?, ¿cómo oramos?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar dialogando sobre la siguiente frase del evangelio:
- «Todos te buscan» (v.37)
- ¿Qué entendemos por «todos te buscan» … ?
- ¿Por qué le buscan?
- ¿Qué significado tiene esa búsqueda?
- ¿Cuál es el centro de nuestras búsquedas actuales?
- ¿Quién es el centro de nuestras búsquedas, hoy?
- ¿Buscamos o hemos encontrado?
Terminamos orando juntos el Salmo 146 (145)
1 ¡Aleluya!
¡Alaba, alma mía al Señor!
2 alabaré al Señor mientras viva.
3 No pongáis vuestra confianza en los poderosos,
seres humanos que no pueden salvar;
4 exhalan su aliento y retornan al polvo,
y ese día perecen sus proyectos.
5 Dichoso el que se apoya en el Dios de Jacob,
y pone su esperanza en el Señor, su Dios,
6 que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto contiene;
el Dios que mantiene por siempre su fidelidad.
7 Él hace justicia a los oprimidos,
y da pan a los hambrientos.
El Señor da libertad a los cautivos,
8 el Señor abre los ojos a los ciegos,
el Señor levanta a los humillados,
el Señor ama a los justos.
9 El Señor protege al emigrante,
sostiene a la viuda y al huérfano,
pero trastorna el camino de los malvados.
10 ¡El Señor reina por siempre, tu Dios, Sión,
por todas las edades!
¡Aleluya!
Andrés Huertas
VI Domingo
1.- SI QUIERES, PUEDES …
«… tendrá su morada fuera del campamento …» (Lev 13, 1-2. 44-46)
«… cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier cosa, hacedlo todo para gloria de Dios …» (1 Cor 10, 31-11,1)
SÍMBOLOS
- Las PALABRAS que rechazamos.
- Las ACTITUDES que criticamos.
2.- PALABRA (Mc 1, 40-45).
Jesús rompe las barreras impuestas por los usos sociales y las leyes religiosas. El leproso era el anuncio de la muerte; Jesús lo reintegra a la vida.
Ofrecemos el texto con los versículos inmediatamente anteriores.
Curación de un leproso (1, 39-45)
Lectura del santo evangelio según san Marcos
Mt 8 2-4; Lc 5 12-16; Lv 14 2-32
Se fue a predicar en sus sinagogas por toda Galilea, expulsando los demonios.
40 Un leproso se le acercó y le suplicó de rodillas:
– Si quieres, puedes limpiarme.
41 Jesús compadecido, extendió la mano, le tocó y le dijo:
– Quiero, queda limpio.
42 Al instante le desapareció la lepra y quedó limpio.
43 Entonces le despidió, advirtiéndole severamente:
44 – No se lo digas a nadie; vete, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les conste a ellos.
45 Él, sin embargo, tan pronto como se fue, se puso a divulgar a voces lo ocurrido, de modo que Jesús no podía ya entrar públicamente en ninguna ciudad. Tenía que quedarse fuera, en lugares despoblados, y aun así seguían acudiendo a él de todas partes.
COMENTARIO
La oración relanza a Jesús a su misión, que ahora se extiende por toda Galilea. Las fronteras de Cafarnaún quedan suprimidas. Pero la acción de Jesús pretende abolir toda clase de fronteras: aquellas que dividen a los hombres. Esta idea parece ser la que mueve al evangelista a introducir aquí el relato de la curación de un leproso, que, sin indicación alguna de lugar ni de tiempo, se convierte en el vértice y resumen de los relatos de milagros narrados hasta ahora.
El leproso era, en efecto, el marginado y segregado por antonomasia (véase Lv 13 45-46). La lepra era la mayor muralla social y, al mismo tiempo, una enfermedad que sólo Dios podía curar (véase Nm 12 13). Ante la petición humilde del «impuro», Jesús no repara en tocar lo intocable y, en lugar de quedar contaminado, comunica su propia «pureza». El segregado queda reintegrado. Quien estaba abocado a la muerte recupera la vida. Es un gesto clamoroso y revelador. Aunque se pretende silenciar resulta imposible. El que experimenta el poder integrador y salvador de Jesús se convierte necesariamente en profeta.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Si quieres, puedes» (v.40), dice el leproso …
Jesús escucha; adapta sus sentimientos a la situación del leproso: «compadecido, extendió la mano» (v.41), «le tocó» (v.41).
- Han pasado muchas cosas en el interior de Jesús:
- Se ha olvidado de sí mismo …
- Su corazón se ha volcado hacia fuera, hacia un hombre que está en la antesala de la muerte.
- Ha hecho suya la pasión -padecimiento- de ese ser humano.
- Extiende su mano hacia la suciedad, la enfermedad y la muerte …
- Toca lo intocable, lo excluido porque «quiere» (v.41).
- – «Quiero, queda limpio» (v.41).
Jesús puede, porque quiere, porque quiere hacer el bien, porque quiere acercarse al separado, porque quiere a ese ser humano … Cuando nosotros tenemos la valentía de decir a otro ser humano «te quiero», todo cambia en él y en nosotros.
Esta declaración de la voluntad curativa de Jesús y del afecto por el ser humano concreto son curativos, integrantes, regenerativos de vida y de seguimiento: «divulgar a voces lo ocurrido» (v.45)
Para recuperar barreras, para que triunfe la misericordia hemos de «querer», pero querer a personas, a seres concretos, a los cuales «tocamos», acercamos nuestras manos y nuestro corazón cambiado.
La lepra, la exclusión, la separación no siempre están fuera de nosotros.
Este cambio que Jesús hace, compadeciéndose, me da qué pensar …
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Si quieres, puedes …»
- «Quiero, queda limpio»
- «Te quiero …»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- Ahí están las lepras de nuestros días: marginados, fracasados, deficientes, deprimidos, parados de larga duración …, enfermos de sida …
- ¿A qué distancia están de mi corazón?
- ¿A quienes digo «quiero, te quiero»?
- ¿Qué imagen tiene en mí la compasión, la misericordia?
- ¿Cómo la expreso, a quien la expreso?
- ¿Estoy superando barreras o construyéndolas?
- ¿Soy transmisor de salud en mi trato diario?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar comentando la frase siguiente:
– «Si quieres, puedes limpiarme» (v.40).
- ¿Qué cambios hubo de operar Jesús en su interior?
Para una pastoral sanitaria eficaz:
- ¿Qué cambios deberíamos hacer a nivel personal, comunitario y social?
- ¿Tenemos integrados a estos «leprosos», «excluidos» en nuestra oración?
- ¿Son parte de nuestro proyecto de vida y de acercamiento a Dios?
Terminamos orando juntos el Salmo 29
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo.
Yo pensaba muy seguro: «No vacilaré jamás».
Tu bondad, Señor, me aseguraba
el honor y la fuerza;
pero escondiste tu rostro,
y quedé desconcertado.
A ti, Señor, llamé, supliqué a mi Dios:
«¿Qué ganas con mi muerte,
con que yo baje a la fosa?
¿Te va a dar gracias el polvo,
o va a proclamar tu lealtad?
Escucha, Señor, y ten piedad de mí,
Señor, socórreme».
Cambiaste mi luto en danzas,
me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;
te cantará mi alma sin callarse.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
Andrés Huertas
VII Domingo
1.- UN DÍA SANADOR
«… Mirad que realizo algo nuevo … » (Is 43, 18-19. 21-22. 24-25)
«… Y por él podemos responder «Amen» a Dios para gloria suya … « (2 Cor 1, 18-22)
SÍMBOLOS
- El CREDO.
- Escribe una frase que resuma tu vida.
2.- PALABRA (Mc 2 1-12).
La relación entre la enfermedad y el pecado aparecen con frecuencia unidos en el evangelio. Jesús busca la sanación en la profundidad, «en la raíz» del ser humano.
El perdón que cura.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 2, 1-12)
Mt 9 1-8; Lc 5 17-26; Lc 7 48; Sal 103 3; Is 43 25; 1 Jn 1 9; Mt 9 33
Después de algunos días entró de nuevo en Cafarnaún y se corrió la voz de que estaba en casa. 2 Acudieron tantos que no cabían ni delante de la puerta. Jesús se puso a anunciarles el mensaje. 3 Le llevaron entonces un paralítico entre cuatro. 4 Pero, no pudiendo presentárselo a causa del gentio, levantaron la techumbre por encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.
5 Jesús, viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
– Hijo, tus pecados te son perdonados.
6 Unos maestros de la ley que había allí sentados comenzaron a pensar para sus adentros:
7 – ¿Cómo habla éste así? ¡Blasfema! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
8 Jesús, percatándose en seguida de lo que estaban pensando, les dijo:
– ¿Por qué pensáis eso en vuestro interior? 9 ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico: tus pecados te son perdonados o decirle: levántate, carga con tu camilla y vete? 10 Pues vais a ver que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder para perdonar los pecados.
Entonces se volvió al paralítico y le dijo:
11– Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
12 El paralítico se puso en pie, cargó en seguida con la camilla y salió a la vista de todos, de modo que todos se quedaron maravillados y glorificaban a Dios diciendo:
– Jamás hemos visto nada igual.
COMENTARIO
No hay muerte sin pecado ni sufrimiento sin culpa». «El enfermo no se librará de su enfermedad hasta que Dios no le haya perdonado sus pecados». Así rezan dos textos rabínicos, que reflejan la mentalidad judia de la época. Jesús se arroga sin ambages el poder divino de perdonar. Los maestros de la ley quedan escandalizados e inmediatamente le tachan en sus adentros de blasfemo. ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Su razonamiento es perfecto. Su conclusión, sin embargo, es demasiado precipitada. Cabe otra, que, aun intuyéndola, se niegan a admitir.
Ante esta negativa, Jesús no repara en ofrecerles la prueba incontrovertible e irrefutable, la prueba de los hechos, poniendo en pie al paralítico. Perdón y curación, que revelan la potestad divina de Jesús, no pretenden respaldar la conexión causal que el judaísmo establecía entre pecado y enfermedad (véase Jn 9 3). La sucesión responde a la lógica de la controversia. Ambos gestos quieren ser signo de la salvación completa, en cuerpo y alma, a la que el hombre está destinado.
Aun cuando escape a los ojos de nuestra carne, esta salvación ha comenzado ya a realizarse sobre la tierra. En la persona de Jesús, Dios se ha manifestado compasivo hacia el hombre pecador y desvalido y, reconciliándole consigo, ha inaugurado ya el proceso de la plena curación para la humanidad y para el mundo.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Jamás hemos visto cosa igual» (v.12), declaraba la gente, atónita, después de un «perdón curativo» y de una «curación radical»; hasta en lo más hondo del ser humano.
- Estos hombres, los cinco, tienen una fe atrevida, hasta para levantar el techo de una casa; una fe expresiva, en extremo, diríamos nosotros o los dueños de la casa.
- Una fe solidaria, al servicio de una causa y con un objetivo claro: la curación que sana …
- Ellos no dicen nada, se expresan con hechos y confían. Hablan sus gestos, sus acciones, sus esfuerzos … Toda acción es elocuente.
- Están abiertos al cambio: «- Hijo, tus pecados te son perdonados» (v.5). Buscan la curación conscientes de su pecado.
También nosotros, hoy, caminamos hacia el encuentro con Jesús. ¿Quién nos acompaña en la fe?, ¿quienes sostienen nuestra camilla?
Quizás, hoy, estamos más entre los maestros de la ley, que postrados o sosteniendo la camilla de otros …
- No rompemos nada, ni levantamos o deshacemos nada, para encontrarnos con Jesús.
- Una fe sin hechos se ha instalado en nosotros.
Necesitamos cambiar nuestro interior, para que se opere en nosotros el doble evento: un perdón que cura.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Levántate»
- «Señor, aumenta mi fe»
- «Hijo»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- Nuestra fe no debería ser sólo unas ideas.
- ¿Con qué hechos, acciones, expresiones se exterioriza?
- ¿Es una fe compartida con otras personas y con proyectos concretos?
- ¿Qué causas motivan las acciones concretas que expresan mi fe?
- ¿Con qué personaje del texto me puedo identificar?
- ¿Con el curado – perdonado?
- ¿Con los acompañantes confiados y esforzados?
- ¿Con los críticos maestros de la ley?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Dialogamos sobre los hechos, acciones comunes que motivan nuestra fe.
- ¿Nos anima, nos motiva la vida comunitaria?
- ¿Buscamos acciones compartidas?
- ¿Nos propiciamos el «encuentro» con Jesús?
Diagnostiquemos nuestras parálisis:
- ¿Qué, quién; por qué estamos así?
Diseñamos un pequeño proyecto común.
Andrés Huertas
Santísima Trinidad
1.- UN MISTERIO PARA VIVIR
«… Reconoce … que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra …» (Dt 4, 32-34. 39-40)
«… Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: ¡Abba! (Padre)» ( Rom 8, 14-17)
SÍMBOLOS
Hoy podrían aparecer juntos:
- Cirio Pascual,
- Cruz
- Lazos de colores o flores variadas.
2.- PALABRA (Mt 28, 16-20).
Todos somos llamados a la evangelización como discípulos de Jesús, a guardar sus preceptos y a vivir de la presencia constante entre nosotros.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 28, 16-20)
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
17 Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
18 Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
– «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. 19 Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; 20 y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».
COMENTARIO
Después de su manifestación, Jesús confía a sus discípulos la misión (Mt 28, 19-20). Si comparamos este envío misionero con el de Mt 10, 5-15, comprobaremos que se ha dado una transformación muy importante. Allí el anuncio del evangelio debía hacerse sólo a Israel; aquí, sin embargo, se dirige a todos los pueblos. En la perspectiva de Mateo, entre ambos envíos ha sucedido un acontecimiento muy importante: Israel ha rechazado a Jesús (véase Mt 21, 43); por eso el reino ha sido entregado a un nuevo pueblo cuya misión consistirá en hacer discípulos de Jesús a todos los hombres.
El encargo que Jesús encomienda a sus discípulos resume las dos fases de la iniciación cristiana, tal como se realizaba en la Iglesia de Mateo. La primera era la enseñanza. Su contenido eran las palabras de Jesús, que el evangelista ha recogido y ordenado en cinco grandes discursos: el auténtico discípulo debe aprender a ponerlas en práctica (Mt 7, 21-27). La segunda fase era el bautismo que sellaba la íntima vinculación del discípulo con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. También en este aspecto hay una gran diferencia entre el primer envío misionero de los discípulos y este último. Sólo ahora, que han conocido plenamente a Jesús, puede él encargarles la tarea de enseñar que hasta este momento se había reservado para sí (véase Mt 10, 1. 7-8).
Jesús les promete quedarse siempre con ellos. Esta afirmación aparece en otros lugares del evangelio (veáse Mt 1,23; 18,20) y expresa la convicción de que el resucitado sigue presente en medio de su Iglesia.
Comentario al Nuevo Testamento
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
En Jesús de Nazaret hemos oído la voz de Dios vivo; en Él el Padre se nos ha acercado, se nos ha entregado y se ha quedado con nosotros «hasta el fin del mundo» (v.20) por el Espíritu que sopla «donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de donde viene ni a donde va …» (Jn 3,8).
- De Él aprendemos que Dios es «Padre» que ama la vida, «Abba» un padre rebosante de ternura; padre-madre que sale a la puerta, otea el horizonte y abraza al descarriado … y también dice al corazón creyente «Hijo … todo lo mio es tuyo» …, «alegrémonos porque este hermano tuyo estaba perdido y lo hemos encontrado» (Lc 15, 31-32).
- En Él aprendemos a ver al Padre: «si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre …, desde ahora lo conocéis …, lo estáis viendo …, Felipe le dice: -Señor, muéstranos al Padre, eso nos basta. Jesús le contestó: -Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y aún no me conoces? El que me ve a mí, ve al Padre» (Jn 14, 7-9).
- Por Él el aliento, el viento, la energía Paternal-Maternal del Espíritu nos enseña, nos fecunda y nos libera cada día y en cada instante: «no os dejaré huérfanos» (Jn 14, 18); «el Espíritu, a quien el Padre enviará en mi nombre, … os lo explicará todo» (Jn 14, 26).
De Él, en Él y por Él, Dios en su infinita riqueza amorosa se nos ha dado a conocer; y sólo por amor y en el amor accedemos a Él.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Abba = Padre»
- «Mi Dios y mi todo»
- «Ven, Señor»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo me relaciono con Dios?
- ¿Qué potencialidades personales implico en esa relación?
- ¿Qué ofrezco y cómo me sitúo en ella?
- ¿Qué dimensiones de mi ser abro a su alteridad?
- ¿Cómo plasmo esa relación en la práctica cotidiana?
- ¿Con qué actitud me situo y situo a Dios en la relación de los hermanos?
- ¿En qué terminos expreso a Dios?
- ¿Cómo le presto mis manos y mi vida para que se aparezca en nuestro mundo?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar comentando:
«Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20)
- Formas de presencia …
- Lugares de presencia y ausencia …
- Lo «santo» y lo «profano» en la Encarnación.
- ¿Dónde nos continúa saliendo al encuentro cada día?
- Retos, dificultades.
Podemos terminar orando juntos
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí!; qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Andrés Huertas
Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
1.- NUEVA ALIANZA
«… El pueblo contestó a una: haremos todo lo que dice el Señor …» (Ex 24, 3-8)
«… Él (Cristo) es mediador de una alianza nueva … « (Heb 9, 11-15)
SÍMBOLOS
- Pan y Vino
- Manos abiertas
2.- PALABRA (Mc 14, 12-16. 22-26).
La narración de la última cena se nos presenta en el contexto de la Pascua. Es la Alianza Nueva y liberadora en la que Jesucristo será el Cordero.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mt 14, 12-16. 22-26)
El primer día de los ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
– «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».
13 Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
– «Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo 14 y, en la casa que entre, decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?» 15 Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena».
16 Los díscípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la
cena de Pascua. 22 Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo.
– «Tomad, esto es mi cuerpo».
23 Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
24 Y les dijo:
– «Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. 25 Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios».
COMENTARIO
14, 12-16. Preparativos para la cena
Las detalladas instrucciones que el Maestro imparte a dos de sus discípulos y la ejecución literal de las mismas hacen recordar la primera entrada de Jesús en Jerusalén (véase Mc 11, 1-7). Hay, no obstante, una diferencia notable entre ambos episodios. Esta es una entrada tranquila, silenciosa, sin aclamación de ningún género. La amenaza de la conspiración parece dar al momento una extraña quietud, semejante a la calma que precede a la tempestad. Toda la atmósfera del relato contribuye a presentar a Jesús, una vez más, como señor de los acontecimientos. No son los acontecimientos los que salen a su encuentro y le dominan. Es él quien conscientemente se acerca a ellos.
Con esta imagen de Jesús, que todo lo prevé y ordena, el evangelista quiere llamar la atención del lector para que adopte la disposición adecuada y pueda comprender lo que viene a continuación. También él debe prepararse para participar en la cena de Jesús con los suyos.
14, 22-25. Institución de la Eucaristía.
El relato de la institución de la Eucaristía nos habla, más que de un verdadero banquete pascual, de una atmósfera pascual. Sin alusión alguna al cordero, que ocupaba el centro de aquella comida, el acento recae en los gestos y palabras de Jesús.
Estos gestos y palabras nos han llegado envueltos en el ropaje de las reflexiones comunitarias y; aun encontrándose en el firme terreno de la historia, es difícil poder remontarnos al acontecimiento en su tenor original. No obstante, el significado fundamental es bien palpable. La institución de la Eucaristía, interpretando anticipadamente la muerte de Jesús, representa el culmen de toda su vida, una vida donada en favor de todos los hombres. Es, pues, la explicación del misterio de la encarnación y, en definitiva, la clave de lectura de toda la historia de la salvación, historia de donación y comunión.
En el pan y el vino eucarísticos hay, por tanto, algo más que una presencia. Está la presencia de una vida como don, que obliga necesariamente a tomar parte en ella. No se la puede concebir como una presencia muy real, pero a la vez tranquilizadora. Se trata de una presencia dinámica, que pide continuamente del creyente la donación y la pérdida de su propia vida en favor de los demás. La institución de la Eucaristía es además un gesto de esperanza. El cáliz de muerte será transformado un día en vino bebido con gozo en el reino de Dios.
Comentario al Nuevo Testamento
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
La Eucaristía es Pascua renovada, Alianza nueva de Dios «hasta que vuelva (1 Cor 11,26), «hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios» (Mc 14,25).
- La Eucaristía es mesa de Dios para los hermanos en la que compartimos, con-vivimos, la historia de Dios-con-nosotros.
- Para este Dios-con-nosotros no hay exclusiones de ningún tipo, ni de raza, posición, cultura o religión «id a los cruces de los caminos y convidad a la boda a todos los que encontreis … malos y buenos» (Mt 22, 9-10).
- Se llama con preferencia, con insistencia a los excluidos y necesitados, son los que mejor responden. «Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos» (Lc 14, 13.21).
- Para Dios-con-nosotros existe una pedagogía preparatoria esmerada «hay que dejarse lavar los pies y hacer lo mismo con los hermanos» (Jn 13,8 y 13,15).
- La mesa del Dios-con-nosotros es la mesa de la amistad gratuita que exige el traje de la gratuidad. «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de bodas?» (Mt 22,12).
Esta mesa de Dios es la mesa nueva de la historia salvadora de Dios-con-nosotros a la que nos llama como «aliados» y «amigos», una alianza que sella con su propia sangre. Nosotros hemos de poner la rúbrica, la alianza, la sangre en el hoy de la historia, así preparamos el banquete «nuevo en el Reino de Dios» (v.25).
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tú eres nuestro camino»
- «Tú eres nuestra verdad»
- «Tú eres nuestra vida»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Qué dimensiones le doy a la Eucaristía en mi vida?
- ¿Se queda en el ámbito privado, psíquico?
- ¿Alcanza la vida cotidiana, llega a dinamizar mi compromiso social de cambio?
- ¿Qué cambios me urge a realizar en lo personal, en lo comunitario, en lo social?
- Dios es mi amigo, «aliado», ¿cómo hago compromiso hoy esa alianza personal y comunitaria?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos compartir el versículo siguiente del texto del Evangelio:
«Os aseguro que no volveré a beber el fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios » (v. 25)
- ¿Qué significa este banquete del Reino?
- ¿Dónde se ha de realizar?
- ¿Quienes son o serán sus comensales?
- ¿Dónde estamos nosotros en ese banquete?
Se puede concluir con el II Himno de Vísperas del Salterio – Diurnal.
Que la lengua humana
cante este misterio:
la preciosa sangre
y el precioso cuerpo.
Quien nació de Virgen
Rey del universo,
por salvar al mundo,
dio su sangre en precio.
Se entregó a nosotros,
se nos dio naciendo
de una casta Virgen;
y, acabado el tiempo,
tras haber sembrado
la palabra al pueblo,
coronó su obra
con prodigio excelso.
Fue en la última cena
-ágape fraterno-,
tras comer la Pascua
según mandamiento,
con sus propias manos
repartió su cuerpo,
lo entregó a los Doce
para su alimento.
La Palabra es carne
y hace carne y cuerpo
con palabra suya
lo que fue pan nuestro.
Hace sangre el vino,
y, aunque no entendemos,
basta fe, si existe
corazón sincero.
Adorad postrados
este Sacramento.
Cesa el viejo rito;
se establece el nuevo.
Dudan los sentidos
y el entendimiento:
que la fe lo supla
con asentimiento.
Himnos de alabanza,
bendición y obsequio;
por igual la gloria
y el poder y el reino
al eterno Padre
con el Hijo eterno
y el divino Espíritu
que procede de ellos. Amén.
Santo Tomás de Aquino
Andrés Huertas
XII Domingo
1.- PASEMOS A LA OTRA ORILLA
«… El Señor habló a Job desde la tormenta …» (Job 38, 1. 8-11)
«… El que vive con Cristo es una criatura nueva» (2 Cor 5, 14-17)
SÍMBOLOS
- Nuestras interrogantes sobre el futuro.
- Nuestras intuiciones sobre «la otra orilla».
2.- PALABRA (Mc 4, 35-41).
Adentrarse en la barca, en las aguas con el Maestro durmiendo, supone tomar el mando, la iniciativa de nuestras vidas …
Tempestad calmada
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 4, 35-41)
Mt 8 23-27; Lc 8 22-25; Sal 89 10; 107 23-30
Aquel mismo día, al caer la tarde, les dijo:
– Pasemos a la otra orilla.
36Ellos dejaron a la gente y se lo llevaron tal como estaba en la barca. Otras barcas le acompañaban. 37 Se levantó entonces una fuerte borrasca y las olas se abalanzaban sobre la barca, de suerte que la barca estaba ya a punto de hundirse.
38 Jesús estaba en popa, durmiendo sobre el cabezal. Le despertaron y le dicen:
– Maestro ¿no te importa que perezcamos?
39 El se levantó, increpó al viento y dijo al lago:
– ¡Cállate! ¡Enmudece!
El viento amainó y sobrevino una gran calma.
40 A ellos les dijo:
– ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Todavía no tenéis fe?
41 Ellos se llenaron de un gran temor y se decían unos a otros:
– ¿Quién es éste, que hasta el viento y el lago le obedecen?
COMENTARIO
En su decisión de «pasar a la otra orilla», es decir, al territorio pagano de la Decápolis, al dominio absoluto del demonio, según la mentalidad de la época, Jesús encuentra oposición. Es lógico. Las fuerzas del mal obstaculizan por todos los medios la difusión del evangelio. El obstáculo que en este momento se presenta adopta la forma de una tempestad. La narración, rica en detalles pintorescos e indicaciones precisas, refleja una experiencia vivida, pero pretende ser ante todo una instrucción catequética. La experiencia reflejada es la de una angustia de muerte ante unas olas enfurecidas y la de otra angustia o temor -mezcla de estupor, de respeto y de amor- ante quien consigue calmar la tempestad con unas breves palabras de mando (véase Mc 4 39 y 1 25). Es el temor reverencial que sobrecoge al hombre ante la manifestación de lo divino. De aquí que los discípulos se pregunten aturdidos ¿Quién es éste?.
La instrucción catequética que el relato quiere impartir gira en torno a la fe. La fe del discípulo, que le ha hecho estar exigiendo siempre actos prodigiosos. Ha de ser suficientemente madura como para infundir paz y serenidad incluso en los momentos en que Dios parece guardar silencio o permite la tempestad y la oposición en su vida.
Evangelio según San Marcos
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Jesús duerme (v.38), nosotros a merced de los vientos y las olas … Surge el reproche: «¿no te importa que perezcamos?» (v.38).
- Nosotros siempre haciéndole preguntas a Dios …
- Pidiéndole intervenciones fáciles, que resuelva nuestros miedos …
- Exigiendo «un Dios tapa agujeros».
Jesús hace un diagnóstico de la situación:
- «¡Cállate! ¡Enmudece! (v.39)
No te dediques a escuchar el ruido de los elementos. No vivas a merced de los gritos interiores o exteriores … «Calma» (v.39). - «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Todavía no tenéis fe?» (v.40).
Las preguntas se vuelven hacia nosotros, hacia nuestras cobardías, nuestros miedos y nuestra falta de fe.
Nos exige precisar nuestra postura, indicar el rumbo de nuestra fe, definir nuestra posición, nuestra actitud ante Dios.
Es fácil acusar a Dios, exigirle, protestar, quejarnos …; pedimos cuentas de sus silencios …»no te importa …» (v.38).
Jesús con sus palabras orienta nuestros miedos y nuestra mirada hacia ese «poder» que se llama FE:
- Sólo abriendo una mirilla a través del miedo, la fe puede conducirnos.
- Sólo silenciando nuestras tormentas y tempestades podemos creer.
- Nuestras posibilidades se juegan en el terreno de la fe y en ningún otro.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Silencio»
- «Calma»
- «¿Quién es este?»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Quién es éste (v.41) que me exige redefinir la fe y mi actitud ante Él?
- ¿Con qué preguntas le acoso yo?
- ¿Cuáles son mis quejas ante Él?
- ¿Cómo resuelvo las tormentas de mi vida?
- El sueño de Jesús tiene un profundo significado.
- ¿Me motiva a tomar decisiones concretas?
- ¿Me hace descubrir mis responsabilidades en «la barca» y ante las tempestades?
- ¿Le acuso o me confío?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar comentando la siguiente frase del texto:
«Ellos se llenaron de un gran temor y se decían unos a otros: -¿Quién es éste, que hasta el viento y el lago le obedecen?» (v.41).
- ¿Podemos compartir nuestros temores?
- ¿Podemos o queremos compartir nuestros interrogantes sobre Jesús?
- ¿Qué significados encontramos en esta frase de los discípulos?
Terminamos con diez minutos de silencio y de calma interior:
«Señor, aumenta nuestra fe»
Andrés Huertas
XIII Domingo
1.- DIOS AMIGO DE LA VIDA
«Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes …» (Sab 1, 13-15; 2, 23-24)
«… Siendo rico, por vosotros se hizo pobre …» (2 Cor 8, 7.9.13-15)
SÍMBOLOS
- Un folio en blanco: escribir frases que nos motivan, que nos dan vida …
- Un ramo de flores.
2.- PALABRA (Mc 5 21-43).
Estos dos signos de vida, fruto de la fe, nos invitan a mirar lejos, más allá de lo aparente.
Curación de la hemorroisa y resurrección de la hija de Jairo.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 5, 21-43)
Mt 9 18-26; Lc 8 40-56; 1 Sm 1 17; 20 42; 2 Sm 15 9; 2 Re 5 19; Hch 16 36; Sant 2 16
Al regresar Jesús, mucha gente se aglomeró junto a él a la orilla del lago. 22 Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies 23 y le suplicaba con insistencia:
– Mi niña está agonizando; ven a poner las manos sobre ella para que se cure y viva.
24 Jesús se fue con él. Mucha gente le seguía y le estrujaba. 25 Una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años, 26 que había sufrido mucho con los médicos y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, yendo más bien a peor, 27 oyó hablar de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. 28 Pues decía:
– Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, quedaré curada.
29 Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y sintió en el cuerpo que estaba curada del mal. 30 Jesús se dió cuenta al momento de la fuerza que había salido de él, se volvió en medio de la gente y preguntó:
– ¿Quién ha tocado mi ropa?
31 Sus discípulos le replicaron:
– Ves que la gente te está estrujando y preguntas: ¿quién me ha tocado? 32 Pero él miraba alrededor a ver si descubría a la que lo había hecho. 33 La mujer, entonces, asustada y temblorosa, sabiendo lo que le había pasado, se acercó, se postró ante él y le contó toda la verdad.
34 Jesús le dijo:
– Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu mal.
35 Todavía estaba hablando cuando de casa del jefe de la sinagoga llegaron unos diciendo:
– Tu hija ha muerto. No sigas molestando al Maestro.
36 Pero Jesús, que oyó la noticia, dijo al jefe de la sinagoga:
– No temas; basta con que tengas fe.
37 Y sólo permitió que le acompañaran Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
38 LLegaron a casa del jefe de la sinagoga y, al ver el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos, 39 entró y les dijo:
– ¿Por qué alborotáis y llorais? La niña no ha muerto; está dormida.
40 Se reían de él. Pero él echó a todos fuera, tomó consigo al padre de la niña, a la madre y a los que le acompañaban, y entró a donde estaba la niña. 41 Tomó de la mano a la niña y le dijo:
– Talitha kum (que, traducido, significa: Niña, a ti te hablo, levántate).
42 La niña se levantó al instante y echó a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de asombro. 43 Les insistió mucho en que nadie se enterase de aquello, y les dijo que dieran de comer a la niña.
COMENTARIO
Si los gerasenos terminan rogando a Jesús que se marche, en la otra orilla del lago, donde había caído ya la semilla de su palabra, hay alguien esperándole para suplicarle que fuera a su casa. Es un personaje importante, un jefe de la sinagoga, uno que reúne a la comunidad y que está a punto de verse separado de su propia hija. Jesús accede a la súplica con el gesto de ponerse en camino. En el trayecto hay una pausa. Entre la multitud que le sigue y oprime una mujer logra tocar su manto y se ve libre de su hemorragia. Esta pausa, motivada por una mujer en el anonimato, provoca un cambio de situación. La hija de Jairo muere, y lo que iba a ser una curación debe convertirse ahora en una resurrección. El evangelista nos conduce así, mediante una narración tensa y de carácter concéntrico, al punto culminante de la actividad milagrosa de Jesús.
Los dos milagros, perfectamente ensamblados y con numerosos puntos en común, tienden hacia un mismo objetivo: revelar el poder de Jesús e instruir al mismo tiempo sobre el poder de la fe. Sanando a una hemorroisa, es decir, a una mujer legalmente marginada por impura (véase Lv 15 19-30), a una persona herida en lo más profundo de su ser (Dt 12 23: La sangre es la vida), Jesús aparece como el único médico capaz de otorgar al ser humano su genuina dignidad, la vida verdadera y la paz auténtica. Resucitando a la hija de Jairo, el poder de Jesús se hace todavía más palpable. Es capaz de comunicar la vida incluso al que yace en la muerte.
Ambas acciones milagrosas, aunque revestidas de un lenguaje en el que laten ciertas ideas populares sobre la efusión de las fuerzas curativas, distan mucho de ser meros actos de un mago deseoso de gloria. Son prodigios realizados sólo gracias a la fe: una fe sencilla, pero firme (hemorroisa) e incluso probada (Jairo), que contrasta con la perplejidad de los discípulos en la tempestad del lago, y que se convierte en modelo para todo el que en su tribulación quiera acercarse con éxito a Jesús.
Tras haber presenciado el milagro de resurrección, los testigos del mismo, entre los que destacan Pedro, Santiago y Juan, deben guardar silencio. Dadas las circunstancias, parece una orden extraña y paradójica. Tiene, sin embargo, pleno sentido. Jesús se ha revelado como vencedor de la muerte. Sí. Pero esta revelación es todavía demasiado imperfecta. Su victoria consiste tan solo en haber prolongado unos años la vida de una niña. Hay que esperar a otra victoria más sublime y reveladora, de la que ésta es sólo signo y anticipo. Será la victoria sobre su propia muerte. Entonces aparecerá tal cual es y podrá divulgarse ya su identidad.
El Mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Estamos ante dos buscadores de la vida. Han elegido la vida y la buscan; uno rompiendo los límites de su comunidad, allí donde se encuentre; la mujer en silencio, anonimamente, ocultamente.
- El hombre suplica: «ven para que ella viva» (v.23).
- La mujer se decía: «-si logro tocar su vestido quedaré curada …» (v.28).
Hombre y mujer ante la vida: una vida que se marcha y una vida que no engendra. Ellos buscan … en una relación con el maestro.
- El hombre sufre la sacudida de la noticia de la muerte: «-no sigas molestando al Maestro» (v.35). Jesús ve que la relación con Él sufre un golpe; ahora interviene y motiva: «-No temas; basta con que tengas fe» (v.36).
- La mujer anónima ha adquirido nombre y rostro por la fuerza de la fe: «-si logro tocar aunque solo sea sus vestidos, quedaré curada» (v.28). Jesús le dijo: «-Hija, tu fe te ha salvado» (v.34).
La fe establece el vínculo con el Dios de la Vida …
- Gracias a la fe la vida viene a la mujer anónima. La que había elegido lo oculto, lo furtivo, lo que no cuenta … es llamada a la vida, a la luz, a la existencia; es restablecida a la fecundidad.
- Gracias a la fe, cuando la vida se ausenta, viene la fuerza: «-No temas; basta que tengas fe» (v.36) y la vida se recupera, se restablece, se levanta.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tu fe te ha salvado»
- «No temas»
- «Levántate»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- Fe y Vida, ¿las tengo vinculadas en la mente y en el corazón?
- ¿Cómo defiendo la vida?
- ¿Cómo la promociono, la hago vivir, la comunico en lo cotidiano?
- ¿Quienes de mi entorno tienen necesidad de vida?
- ¿Me encuentro en situación de crecimiento vital o estoy en retroceso?
- ¿Por qué?, ¿puedo rectificar y crecer al servicio de la vida?
- ¿Cómo incluir en mi proyecto personal el servicio a la fe vital?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- ¿Con cual de los dos personajes del texto me identifico?
- Con la mujer ¿por qué?
- Con el hombre ¿por qué?
- Podemos continuar comentando:
- – «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu mal» (v.34).
- Significación del texto:
- Diferenciar entre curación y salvación.
- ¿Qué función juega la paz en el proceso de la curación y la salvación?
Podemos terminar con la oración de San Francisco de Asís.
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.
Andrés Huertas
XIII Domingo
1.- LA MISIÓN PROFÉTICA
«… Te hagan caso o no te hagan caso …, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos» (Ez 2, 2-5).
«… Me han metido una espina en la carne …» (2 Cor 12, 7-10)
SÍMBOLOS
- Cartel donde resuma la MISIÓN.
- Cruz.
2.- PALABRA (Mc 6, 1-6).
Lo que ocurre a Jesús en Nazaret lo habían experimentado algunos profetas. Cuando le rechazan lo confirman como profeta y su mensaje adquiere consistencia.
Jesús y sus paisanos
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 6, 1-6)
Mt 13 53-58; Lc 4 16-30; Jn 7 15; 6 42; Mc 3 31; Jn 4 44
Salió de allí y fue a su pueblo, acompañado de sus discípulos. 2 Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La muchedumbre que le escuchaba estaba admirada y decía:
– ¿De dónde le viene a éste todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por él? 3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí entre nosotros?
Y les tenía desconcertados.
4 Jesús les dijo:
– Un profeta sólo es despreciado en su tierra, entre sus parientes y en su casa.
5 Y no pudo hacer allí ningún milagro. Tan sólo curó a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. 6 Estaba sorprendido de su falta de fe.
Jesús recorría los pueblos y aldeas del contorno enseñando.
COMENTARIO
La enseñanza en parábolas y la actuación prodigiosa en torno al lago de Galilea culminan con el retorno de Jesús a su tierra: Nazaret. Parece como si ahora quisiera preocuparse de quienes antes andaban preocupados por él. Haciendo uso del derecho que tenía todo israelita adulto, Jesús entra el sábado en la sinagoga y se pone a leer y comentar la Escritura. Los habitantes de Nazaret quedan asombrados. ¿De dónde le viene a éste todo esto? Es una reacción normal. Es precisamente el interrogante que Jesús quería suscitar y en torno al cual gira todo el evangelio de Marcos. Pero aquellas gentes se apresuran demasiado en buscar una respuesta y la encuentran en una dirección equivocada. ¿No es éste el hijo del carpintero? Su asombro termina así en escándalo e incomprensión. Es el escándalo y la incomprensión de quien se niega a reconocer a Dios en lo conocido y cotidiano. Miran, pero no ven; oyen, pero no entienden (véase Mc 4 12).
Así se concluye la segunda etapa del ministerio de Jesús, que hace recordar el final de la primera. Los discípulos acompañan al Maestro en estos momentos y no podrán menos que aprender una importante lección: allí donde uno esperaría encontrar aliento, coraje, participación, puede encontrar indiferencia e incluso hostilidad. Los hombres prefieren no pocas veces renunciar a Dios antes que a la imagen que se han forjado de él.
El Mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
A Jesús no le gustó la acogida hostil y grosera que le han reservado sus paisanos. En la cita del proverbio popular «un profeta sólo es despreciado en su tierra, entre sus parientes y en su casa», se advierte una nota de amargura.
- Jesús, el profeta, tropieza con la estrechez, la mezquindad y los prejuicios de los que se niegan a cambiar.
- Jesús no se bloquea por el rechazo, en Él la vocación profética es más fuerte: «recorría los pueblos y aldeas del contorno enseñando» (v.6).
El mundo cerrado, jurista, sofocante no puede convertirse en prisión para el profeta; siempre hemos de abrir nuevas posibilidades de sembrar la palabra … «en otra parte» …, en campo abierto. Ahí tenemos el hecho profético de que los suyos, los de la propia familia, son los perseguidores:
- Si no entra en las medidas comunes.
- Si se sale de ciertos esquemas «canónicos».
- Si no reproduce la «tradición».
- Si se aparta del «orden establecido»
- Si no cumple con la «normalidad»
Es recelado, excluido y marginado. Se le perdona la inteligencia, la sabiduría y los milagros (v.2), pero no las molestias, «les tenía desconcertados» (v.3).
El profeta es fiel a la inspiración original y no se adapta a hacer de funcionario …
- El profeta cristiano aún «fuera» se mantiene sereno; no tiene miedo a la soledad; vive de la palabra silenciosa y ardiente de Dios.
- Es importante que el profeta no falte a la PALABRA.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tu palabra es vida»
- «Tu eres la verdad»
- «Tu eres el camino»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Qué peligros corre hoy el profetismo cristiano?
- ¿Dónde se encuentran?, ¿quienes le persiguen?
- ¿A qué queremos convertirle?
- No hagamos la pregunta: ¿para qué sirve?
- El profetismo sólo sirve a la verdad y sólo a ella …
- Cuando en la Iglesia hacemos esta pregunta, sobre la «utilidad» del profetismo nos estamos alejando de nuestra vocación.
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Comenzamos comentando:
«Un profeta sólo es despreciado en su tierra, entre sus parientes y en su casa» (v.4)
Actualizar la frase: ¿qué significa hoy?; ¿cual es nuestra tierra concreta?; ¿quienes son nuestros parientes?; ¿dónde y quien es nuestra casa?
¿Quienes son hoy profetas de nuestro tiempo?
Terminamos orando, recitando juntos el Salmo 122
1 A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
2 Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos en el Señor,
Dios nuestro, esperando su misericordia
3 Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
4 nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
Andrés Huertas
XV Domingo
1.- EL RIESGO DE LA MISIÓN
«… Soy pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto el rebaño …» (Am 7, 12-15).
«… Dándonos a conocer el misterio de su voluntad …» (Ef 1, 3-14)
SÍMBOLOS
- Vasija vacía …
- Vendas de curar …
- Aceite de ungir …
2.- PALABRA
Resumen de la actividad de Jesús y misión de los doce
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 6, 7-13)
Mt 10 1.5-15; Lc 9 1-6; Lc 10 1.4-11; Hch 13 51; Mt 8 4; 10 18; Lc 5 14 ; Mt 3 2; Sant 5 14
Jesús recorría las aldeas del contorno enseñando. 7 Llamó a los doce, a quienes comenzó a enviar de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. 8 Les ordenó que no tomaran nada para el camino, excepto un bastón. Ni pan, ni zurrón, ni dinero en la faja. 9 Que calzaran sandalias, pero que no llevaran dos túnicas. 10 Les dijo además:
– Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que marchéis de allí. 11 Si en algún lugar no os reciben ni os escuchan, salid de allí y sacudid el polvo de la planta de vuestros pies, como testimonio contra ellos.
12 Ellos marcharon y predicaban la conversión. 13 Expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
COMENTARIO
Según el texto de Mc 3 14-15, el grupo de los doce fue instituido para que le acompañaran y para enviarlos a predicar, con poder de expulsar a los demonios. A él le han acompañado ya suficiente tiempo. Han escuchado su enseñanza en parábolas y sus explicaciones complementarias. Han presenciado sus milagros. Ahora deben emprender la segunda fase del programa, predicando la conversión y dando a conocer la oferta divina de salvación. Para ello reciben unas instrucciones, que conservan su sentido y valor en todo tiempo y lugar. Pueden reducirse a una: deben ir provistos abundantemente de falta de seguridades. Los enviados que confien más en su propio equipamiento que en la fuerza del mensaje a comunicar perderán su credibilidad.
El Mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
La semana pasada vimos al profeta. Ahora es enviado en misión con un riesgo: quedarse en las discusiones sobre medios, equipajes, posesiones, despliegues, precisamos las condiciones, las opciones prioritarias, tareas específicas, contenidos preferenciales … pero quizás nos estamos perdiendo en diálogos y conjeturas, y, no partimos nunca.
El misionero de Marcos es:
- una persona enviada por alguien con un talante de pobreza …
- un seguidor o seguidora de Jesús de Nazaret que se vive en camino …
- no vivimos preocupados de lo que llevamos, sino de los que somos y cómo lo expresamos.
- ponemos de manifiesto que la fuerza está en el evangelio y no en nosotros, y menos en los medios usados.
El profeta misionero es un servidor del mensaje, está al servicio del que envía y del que confía la palabra:
- El mensaje no es suyo; se lo han confiado.
- Debe transmitir con fidelidad, no a la letra, sino a la persona que envía.
- Está siempre vinculado al que le envía para garantizar la fidelidad y la veracidad del mensaje.
- Sirve a los hermanos y sirve a la palabra, y se sabe un medio por quien pasa el único amor que libera, que sana y salva a todos.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «El Señor es mi fuerza»
- «El Señor es mi salvación»
- «Mi Dios y mi todo»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
Maqueta en pocas ideas tu diseño misionero.
- ¿A qué te sientes llamado o llamada?
- ¿A quien te sientes enviado o enviada?
- ¿En qué consiste tu servicio misionero?
- ¿Tiene raices evangélicas?
- ¿Es pobre y sencillo?
- ¿Con qué medios cuentas?
- ¿Con quiénes realizas la misión y sobre quiénes recae esa misión?
- ¿Es una misión liberadora, sanante y curativa para las criaturas?
- ¿Te libera, sana y cura a ti?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar compartiendo la frase siguiente:
«expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban» (v.13)
¿Nos sentimos concernidos por esta tarea?
¿Cómo llevarla a cabo, hoy, en la Iglesia?
¿Cómo la plasmamos en nuestro proyecto personal y comunitario?
Terminamos orando el Salmo 84 del Diurnal
Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira.
Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad?
¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a su amigos
y a los que se convierten de corazón.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra;
la misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo;
el Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
Andrés Huertas
XV Domingo
1.- PASTORES
«… Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones …» (Jer 23, 1-6).
«… Él es nuestra paz; él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su cuerpo el muro que los separaba …» (Ef 2, 13-18)
SÍMBOLOS
- Imagen del Buen Pastor.
- Dos manos que se juntan.
- Un paisaje apacible.
2.- PALABRA (Mc 6, 30-34).
Jesús busca la soledad con su comunidad que ha vuelto de la misión; pero la gran comunidad le busca.
Andaban como ovejas sin pastor
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 6, 30-34)
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. 31 Él les dijo:
– «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
32 Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado.
33 Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. 34 Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
COMENTARIO
Los Doce regresan de su misión y se reúnen de nuevo con Jesús. Se han convertido en «apóstoles», designación que el evangelista les da sólo en esta ocasión. Su actividad parece haber tenido éxito. Son muchos los que ahora acuden hacia ellos. Merecen un descanso, y Jesús se lo concede complacido, llevándoles a un lugar solitario. Nada permite precisar este lugar. El reposo de los apóstoles, más que ambientado en un escenario geográfico concreto, es situado junto a una persona. Junto a Jesús es donde recuperan sus fuerzas y se reaniman, gozando de su intimidad.
En este caso, sin embargo, el intento de estar a solas con Jesús fracasa. Su reposo consistirá en hacer reposar a los otros, compartiendo la compasión y solicitud amorosa de Jesús por un pueblo que se asemeja a un rebaño sin pastor. Comienza así una narración característica en el evangelio de Marcos, comúnmente denominada «sección de los panes» por ser el pan la nota dominante de toda una serie de relatos perfectamente orquestados.
Comentario al Nuevo Testamento
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Venid vosotros solos a un lugar tranquilo a descansar un poco» (v.31)
En medio del verano, Jesús nos propone descanso e intimidad con Él para fortalecer la misión. Hay un «darse» en la misión cotidiana, pero hay también un indispensable «sustraerse» para que la misión sea emanación del espíritu del pastor.
La soledad y el encuentro con el Señor es un medio privilegiado de comunión.
- El pastor incapaz de pararse corre el peligro de reducir e incluso de bloquear el camino de la grey.
- El retiro, el silencio con el Señor, se convierte en «espacio» donde se acoge la palabra y se madura para poder ofrecerla a los demás.
- Los agentes de la pastoral estamos en disposición de ofrecer paz, palabra, armonía y profundidad cuando en el silencio con el maestro nos realizamos en nuestro interior.
Los discípulos vuelven cansados, dispersos … «eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer» (v.31).
- Las actividades múltiples, carentes de centro unificador en la profundidad del propio ser, son un riesgo disperso.
- No nos perdamos corriendo en las actividades, busquemos el equilibrio de una interioridad serena que se proyecta en acciones concretas fruto de la contemplación.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Venid vosotros»
- «Descansad»
- «El Señor es mi pastor»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Tenemos armonizada la oración y la acción?
- ¿Qué tipo de acción apostólica realizamos?
- ¿Cómo la armonizamos comunitariamente?
- ¿Repercute en nuestra relación íntima con el Señor?
- La oración, ¿qué sentimientos provoca en nosotros?
- En Jesús provocó lástima, compasión, deseos de entregarse …
- ¿Cómo vivimos nosotros, hoy, el drama de los demás, las búsquedas de los demás?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar comentando el siguiente versículo:
«Al desembarcar, Jesús vió una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma» (v.34)
Podemos detenernos en los sentimientos de Jesús …
¿Cuál es mi reacción inmediata?, ¿cómo establece la relación y por qué?
¿Cómo la plasmamos en nuestro proyecto personal y comunitario?
Terminamos orando juntos el Salmo 22 del Diurnal
El Señor es mi pastor
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
Andrés Huertas
XVII Domingo
1.- DIOS ES GRATUITO
Durante cinco domingos seguidos vamos a vivir el discurso de Jesús del evangelio de S. Juan (Jn 6, 1-69), llamado «el evangelio del pan de vida». Es la ocasión para ahondar en la Eucaristía y en la riqueza que ella encierra para nosotros.
«Dios se vale del profeta Eliseo para alimentar a su pueblo» (2 Re 4, 42-44).
«Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andeis como pide la vocación a la que habeis sido convocados …» (Ef 4, 1-6)
SÍMBOLOS
- Un manojo de espigas.
- Pan.
2.- PALABRA (Jn 6, 1-15).
La multiplicación de los panes y el discurso tienen una continuidad que se prolonga hasta el cenáculo de la última cena.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 6, 1-15)
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). 2 Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
3 Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
4 Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
– «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» 6 Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
7 Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
8 Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
9 – «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?».
10 Jesús dijo:
– «Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.
11 Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
12 Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
– «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie».
13 Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido.
14 La gente entonces, al ver el signo que había hecho decía:
– «Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo».
15 Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
COMENTARIO
Más que la multiplicación de los panes habría que hablar de la multiplicación del «pan». Es evidente que el interés del narrador no está centrado en el hecho en sí, sino en su significado. En la mente del evangelista el milagro deber ser considerado como signo, que apunta a otro pan que puede saciar toda clase de hambre. Así lo pondrán de relieve tanto el discurso sobre el pan de la vida como el discurso eucarístico. Pero es todo el conjunto el que nos ofrece la base para afirmar que el evangelista intenta que sus lectores entiendan el relato como el signo de la salvación, que Jesús ha traído para los hombres. Es el cumplimiento de las esperanzas asociadas a la pascua: la liberación total del hombre de sus esclavitudes, incluida la de la muerte; es la superación de lo que parece imposible a los hombres (sólo se les ocurre pensar en el dinero: doscientos denarios, o lo que es igual, doscientos jornales, no servirían de mucho); es un gesto sólo comprensible desde la fe.
El poder de Jesús no debe ser mal entendido. Acepta ser «el profeta que había de venir». Niega ser el rey, que ellos esperaban. Se anticipa aquí la afirmación que hace el mismo Jesús ante Pilato: Mi reino no es de este mundo (Jn 18, 36). Jesús, en cuanto el enviado del Padre, no tiene pretensiones políticas; no entra en colisión con el César; el campo de sus competencias es distinto. De este modo se defendía también a la comunidad cristiana, que estaba siendo acusada por los judíos ante Roma de ser un movimiento político-revolucionario en lucha contra el imperio (Hch 17, 7).
Comentario al Nuevo Testamento
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Estamos «en la proximidad de la Pascua» (v.4); «Jesús subió a la montaña y se sentó con sus discípulos» (v.3). El evangelista nos prepara para una gran enseñanza:
- «¿Donde …, con qué …, cómo compraremos panes para que coman estos?» (v.5): Con esta pregunta está orientando a su comunidad, a la Iglesia, hacia su verdadero centro, que no es ella misma, ni su estructura, ni su exigencia, ni lo que cree …, ni siquiera quien es ella misma; el centro de su comunidad y de aquello que celebra es ¿qué debemos hacer por los demás?
- Esta toma de responsabilidad la adquirimos cuando ponemos en el centro de nuestra vida el hambre de otros, sus carencias, sus necesidades, sus vidas …
- «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero , ¿qué es eso para tantos?» (v.9)
- Una desproporción que hemos de cuadrar no con cuentas y operaciones de cálculo realista, sino adoptando dos posiciones de fe: pobreza y servicio.
- Una Iglesia pobre, débil, insignificante «que no cuenta», que no calcula, que se entrega desde su debilidad y pobreza …
- Una Iglesia que sirve al mundo desde su modestia y en su pobreza marcando la desproporción entre sus medios y el fin que se propone es una Iglesia que cree en su Señor.
Lo poco que tiene, la nada que es, se convierte en el todo que da, que pone a disposición. El signo no es tanto «el milagro», cuanto creer que Jesús -el Cristo- tiene necesidad de nuestras alforjas .., aceptar que Él transforme nuestros corazones de piedra, aptos para cálculos, en corazones capaces de saciar a la gente con la riqueza del amor y del servicio.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tú eres el pan de vida»
- «Tú eres el camino»
- «Tú eres la verdad»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Con qué ojos miramos hacia el Padre en la Eucaristía?
- ¿ojos de cálculo, ariméticos, de «tener»?
- ¿con ojos de pobreza, de servicio, de comunión?
- ¿Quién y cómo descubrir que «lo que tenemos» y «somos» pertenece a todos, no como limosna, sino como derecho de familia?
- La Eucaristía es don fraterno …
- La Eucaristía es compartirse …
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comenzar compartiendo la siguiente frase:
«Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado» (v.11)
- ¿Qué relación tiene este texto con la Eucaristía?
- ¿Qué dimensión de la Eucaristía nos plantea?
- ¿Qué aspecto de la celebración de la Eucaristía nos urge a recuperar la lectura de este texto?
Terminamos con el Salmo 144 del Diurnal
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;
explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
Andrés Huertas
XVIII Domingo
1.- EL PAN DE VIDA
«Al atardecer comeréis carne, por la mañana os artaréis de pan …» (Ex 16, 2-4. 12-15 ).
«Cristo os ha enseñado a abandonar el anterior modo de vivir …» (Ef 4, 17. 20-24).
SÍMBOLOS
- Manojo de espigas.
- Pan.
2.- PALABRA (Jn 6, 24-35).
Después de la multiplicación de los panes, en Cafarnaún, Jesús pronuncia el largo discurso del pan de vida. Jesús se ofrece a sí mismo como alimento.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 6, 24-35)
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. 25 Al encontrarlo en la otra orilla del lago le preguntaron:
– «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
26 Jesús les contestó:
– «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros».
27 Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios».
28 Ellos le preguntaron:
– «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?».
29 Respondió Jesús:
– «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que Él ha enviado».
30 Le replicaron:
– «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en tí? ¿Cuál es tu obra? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «Les dio a comer pan del cielo»».
32 Jesús les replicó:
– «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
34 Entonces le dijeron:
– «Señor, danos siempre de ese pan».
35 Jesús les contestó:
– «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará nunca sed».
COMENTARIO
Comienza la explicación del episodio de los panes. Los que habían comido acuden a Jesús, deseosos de continuar en aquella situación de éxodo, que les aseguraba el sustento, gracias a la acción de un lider, sin esfuerzo propio.
Jesús les explica entonces que no basta encontrar solución a la necesidad material, sino que hay que aspirar a la plenitud humana, y esto requiere colaboración del hombre. Para ello, les propone en primer lugar la diferencia entre dos clases de alimento, que producen dos clases de vida, la pasajera y la definitiva. La condición para obtener la segunda es la adhesión personal a él, el Hombre sellado por el Padre.
Ante la exigencia de un prodigio semejante al del maná, el pan del cielo, para darle esa adhesión, Jesús repite la distinción en otros términos: el maná no era pan de Dios ni dio vida definitiva; ésta la da otro pan que tiene su origen en el Padre, que no cesa de llover sobre la humanidad, dándole vida. Ese pan es Jesús mismo, don continuo del Padre a los hombres, que hay que aceptar y comer por la adhesión a su persona, y que comunica incesantemente vida definitiva, que supera la muerte. Tal es el designio de Dios.
La perícopa comienza con una escena introductoria: la gente que se había quedado en la otra orilla del lago busca a Jesús (6, 22-24). Al encontrarlo, éste les advierte que su búsqueda es equivocada; los incita a trabajar por el alimento que dura, dándole adhesión a él como enviado de Dios (6, 25-29). La multitud, entonces, pone condiciones, pidiéndole una señal parecida a la del maná del desierto. Es Jesús el verdadero maná, el alimento que da vida al mundo y satisface toda necesidad del hombre. El deseo de ellos es ineficaz porque no quieren comprometerse con Jesús (6, 30-36).
El Evangelio de Juan
J. Mateos – J. Barreto
3.- RESUENA LA PALABRA
«Me buscáis, no porque habeis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros» (v.26). Este paso del milagro al signo es la clave de la Eucaristía.
- El milagro provoca en nosotros la admiración, el asombro, el entusiasmo superficial …
- El signo, por el contrario; nos interroga, nos obliga a superar la materialidad del hecho, nos reta a ahondar más allá de la envoltura exterior, nos cuestiona con su mensaje secreto y nos plantea las preguntas fundamentales sobre la persona que lo instaura, Jesús, y sobre quienes lo reciben, sobre nosotros.
El evangelio de Juan está construido a base de signos que constituyen un empuje hacia una fe más madura, una fe que requiere una lectura detenida y creyente. Jesús con «el discurso del pan de vida» nos ofrece esta lectura profunda y creyente:
- «Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna» (v.27).
- ¿Cómo hacer este paso de «lo perecedero» a «lo perdurable y eterno».
- «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?» (v.28).
- ¿Qué trabajo hemos de hacer? (v.28).
- «La obra que Dios quiere es ésta: que creais en el que Él ha enviado» (v.29).
- Jesús es la obra y el obrar de Dios, el signo de Dios entre nosotros y en nosotros.
Creer en Jesús, en su Palabra, en sus signos, en su obra, en su persona, es el reto permanente que nos plantea la Eucaristía como signo entre nosotros. Es un trabajo que no termina … es permanente.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tú eres el pan de vida»
- «Señor, danos de ese pan»
- «Yo doy vida al mundo»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- La Eucaristía diaria, el alimento diario ¿qué interrogantes te plantea?
- ¿Te hace crecer en la fe y en la búsqueda de respuestas creyentes a la vida cotidiana?
- ¿Te desinstala y te saca de la monotonía alimenticia y alienante?
- ¿Es para tí un «signo» permanente que te abre caminos de hondura y de superación?
- «El hambre» y «la sed» que hoy vives ¿cuáles son?, ¿en qué o quien lo centrarías?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos comentar el siguiente texto:
«El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará nunca sed» (v.35)
- ¿Cómo relacionamos lo que dice Jesús con nuestras necesidades?
- ¿Qué es ir a Jesús?
- ¿Qué significa creer en Él?
Terminamos orando el Salmo 77. Libro del Salmista
Pueblo mío, escucha mi enseñanza,
presta atención a las palabras de mi boca:
yo voy a recitar un poema,
a revelar enigmas del pasado.
Lo que hemos oído y aprendido,
lo que nos contaron nuestros padres,
no queremos ocultarlo a nuestros hijos,
lo narraremos a la próxima generación:
son las glorias del Señor y su poder,
las maravillas que él realizó.
El Señor hizo prodigios a la vista de sus padres,
en la tierra de Egipto, en los campos de Tanis;
abrió el Mar para darles paso
y contuvo las aguas como un dique;
de día los guiaba con la nube
y de noche, con el resplandor del fuego.
Partió las rocas en el desierto
y les dio de beber a raudales:
sacó manantiales del peñasco,
hizo correr las aguas como ríos.
Pero volvieron a pecar contra él
y a rebelarse contra el Altísimo en el desierto:
tentaron a Dios en sus corazones,
pidiendo comida a su antojo.
Hablaron contra Dios, diciendo:
«¿Acaso tiene Dios poder suficiente
para preparar una mesa en el desierto?
Es verdad que cuando golpeó la roca,
brotó el agua y desbordaron los torrentes;
pero ¿podrá también darnos pan
y abastecer de carne a su pueblo?».
El Señor, al oírlos, se indignó,
y un fuego se encendió contra Jacob;
su enojo se alzó contra Israel,
porque no creyeron en Dios
ni confiaron en su auxilio.
Entonces mandó a las nubes en lo alto
y abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos el maná,
les dio como alimento un trigo celestial;
todos comieron un pan de ángeles,
les dio comida hasta saciarlos.
Hizo soplar desde el cielo el viento del este,
atrajo con su poder el viento del sur;
hizo llover sobre ellos carne como polvo
y pájaros como arena del mar:
los dejó caer en medio del campamento,
alrededor de sus carpas.
A pesar de todo, volvieron a pecar
y no creyeron en sus maravillas;
su corazón no era sincero con él
y no eran fieles a su alianza.
El Señor, que es compasivo,
los perdonaba en lugar de exterminarlos;
una y otra vez reprimió su enojo
y no dio rienda suelta a su furor:
sabía que eran simples mortales,
un soplo que pasa y ya no vuelve.
Andrés Huertas
XIX Domingo
1.- EL PAN DEL CIELO
«Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas …» (1 Re 19, 4-8).
«Sed imitadores de Dios … y vivid en el amor» (Ef 4,30 – 5,2).
SÍMBOLOS
- Manojo de espigas.
- Pan.
2.- PALABRA (Jn 6, 41-51).
Continúa el discurso sobre «el pan de vida». Jesús nos descubre su significación y su misterio: sólo el que se alimenta del pan del cielo puede caminar sin desfallecer.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 6, 41-51)
En aquel tiempo, los judios criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», 42 y decían:
– «¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?»
43 Jesús tómo la palabra y les dijo:
– «No critiquéis. 44 Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.
Y yo lo resucitaré el último día.
45 Está escrito en los profetas: «Serán todos discípulos de Dios». Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí.
46 No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre.
47 Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de la vida. 49 Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: 50 éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo».
COMENTARIO
En el contexto pascual y de la alianza, la primera parte del discurso tenía como tema central a Jesús dador de vida (símbolo del maná). En la segunda, los adversarios de Jesús no admiten que un hombre pueda tener origen divino y, así, poseer y dar vida definitiva. Jesús insiste: él es el dador de vida definitiva, por oposición a la que dio el maná, y esa vida se encuentra precisamente en su condición humana (carne), de la que ellos se escandalizan. Especifica luego cómo es dador de vida: dando su propia vida (carne y sangre). Hay que aceptar, por tanto, no solamente su condición humana, sino el hecho de su muerte como vehículo de la vida, interiorizando esta realidad para convertirla en norma propia. Tal es la nueva ley escrita en el corazón.
Comienza la perícopa introduciendo nuevos personajes, los adictos a la institución. Estos, ante la declaración anterior de Jesús, presentan como objeción su origen humano, para ellos incompatible con la calidad divina que implica su pretensión (6, 41-42). Jesús revela, en primer lugar, cuál es el motivo de su oposición a él, la falta de interés por el hombre, por no conocer a Dios como Padre (6, 43-46). A continuación se declara pan de vida en lugar del maná que no consiguió llevar al pueblo salido de Egipto a la tierra prometida (6, 47-51). Él comunica la vida dándose a sí mismo, en su realidad humana hasta la muerte. La aceptación de ese don suyo y la asimilación vital a él (comer su carne y beber su sangre) son para el hombre fuente de vida (nuevo maná) y norma de vida (nueva Ley). Así a diferencia de lo ocurrido con el antiguo pueblo, la nueva comunidad podrá alcanzar su tierra prometida, la de la vida definitiva (6, 52-28).
El Evangelio de Juan
J. Mateos – J. Barreto
3.- RESUENA LA PALABRA
Frente al don surge en el corazón humano la «crítica, la murmuración»:
- «Los judios murmuraban de Él» (v.41).
- «Jesús replicó: – No sigais murmurando» (v.43).
Ante el don, la visibilidad de la entrega, el escándalo de la encarnación, siempre nos parapetamos con la crítica …
- La carne en vez de ser acogida como posibilidad de comunión para todos nosotros, la convertimos en impedimento, en muro impenetrable: «¿no es este el hijo de José?» (v.42).
- Murmurar es reconocer, demostrarse a sí mismos la incapacidad para entender y aceptar el plan de Dios. Cuando el proyecto de la ENCARNACIÓN de Dios nos afecta, nos obliga a cambiar, nos exige apertura no sólo de palabra, sino también de deseos, de corazón y de obra en relación a los otros, nuestro rechazo se torna murmuración.
- Cuando el prójimo no entra en nuestras simpatías, no concuerda con nuestras opiniones e imágenes o llama a nuestra puerta a horas inesperadas…, criticamos…
Abrir la «hospitalidad» del corazón a la palabra «para ser discípulo de Dios» (v.45); abrir la hospitalidad al signo vivo que es la Eucaristía supone comenzar a resucitar «el que coma de este pan vivirá para siempre» (v.51). Esta apertura a la encarnación de la Palabra y del signo es la que restablece, resucita y salva.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «El que cree tiene vida»
- «Yo soy el pan vivo»
- «Mi carne para la vida»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo vivencias la encarnación en tus relaciones?
- Encarnación de la Palabra: ¿con qué acciones?, ¿con qué actitudes?, ¿con qué opiniones?
- Encarnación del Signo: ¿con qué entrega?, ¿con qué compromiso?, ¿con qué apertura?
- ¿Qué origen tienen tus murmuraciones y críticas?
- ¿Carácter religioso, funcional, institucional?
- ¿Qué función juegan en tu vida?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Dialogamos a partir de la siguiente frase del discurso de Jesús:
«El pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo» (v.51)
- ¿Cómo transmite Jesucristo su vida al mundo?, ¿quienes son los transmisores, impulsores de esa vida?, ¿a quienes compete dar vida al mundo?
- ¿Qué misión tenemos los cristianos?
Oramos juntos, para terminar, con el Salmo 33 del Diurnal
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha
y lo salva de sus angustias.
El ángel del Señor acampa en torno
a sus fieles y los protege.
Gustad y ved que bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a Él.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada.
Andrés Huertas
XX Domingo
1.- HABITAR EN ÉL
«Dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia …» (Pro 9, 1-6).
«Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos …» (Ef 5, 15-20).
SÍMBOLOS
- Pan.
- Copa.
2.- PALABRA (Jn 6, 51-58).
Abordamos el núcleo central del discurso del «pan de vida»: el cristiano que come el cuerpo y bebe la sangre de Cristo, se transforma en Él. Su alimento es germen de vida eterna.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 6, 51-58)
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
– «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».
52 Disputaban entonces los judíos entre sí:
– «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?»
53 Entonces Jesús les dijo:
– «Os aseguro que sí no comeis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.
55 Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
57 El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que come vivirá por mí.
58 Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
COMENTARIO
En esta perícopa da Jesús la última explicación del reparto de los panes. El punto central se encuentra en su afirmación, repetida de diversas maneras, del don de sí mismo. Jesús no ha venido a dar «cosas», sino a darse él mismo a la humanidad. Por eso el pan que daba contenía su propia entrega, era la señal que la expresaba.
Esta misma es su exigencia para el discípulo: Debe considerarse a sí mismo como «pan» que hay que repartir, y debe repartir su pan como si fuese él mismo quien se reparte. Ha de renunciar a poseerse. Sólo el que no tema perderse encontrará su vida. Esta se recibe sólo en la medida en que se da, se posee en la medida en que se entrega. Hacer que la propia vida sea «alimento disponible» para los demás, como la de Jesús, repitiendo su gesto con la fuerza de su Espíritu que es la de su amor, es la ley de la nueva comunidad humana. Se expresa en la eucaristía, que renueva el gesto de Jesús. En ella se experimenta su amor en el amor de los hermanos y se manifiesta el compromiso de entregarse a los demás como él se entregó.
La nueva sociedad no se producirá por una intervención milagrosa de Dios. El amor de Dios se ha manifestado en Jesús-hombre y ha de seguir manifestándose por medio de los hombres, con su esfuerzo y su dedicación.
El Evangelio de Juan
J. Mateos – J. Barreto
3.- RESUENA LA PALABRA
Aceptar la propuesta eucarística de Jesús significa consentir en el hecho de que circule en nosotros, como la sangre, y mezclada con la sangre, un flujo de vida que viene de Dios, un flujo de vida eterna «el que come este pan vivirá para siempre» (v.58).
- «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (v.54).
La «vida eterna» no es un premio, que nos espera en el más allá, sino una realidad ya poseida («tiene vida eterna») en el presente, en nosotros, en este cuerpo es donde circula esa «vida eterna» y es ahora cuando vivimos el reto de «dar vida» a los otros. - Esta «vida eterna» que circula en nosotros nos impulsa a unas relaciones de diálogos, de signos, de compromisos, de intercambios vitales … más allá de la simple exterioridad.
- «El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me come vivirá por mí» (v.57).
La Eucaristía nos permite a los creyentes hacer contemporaneo el amor encarnado de Jesucristo; el amor del Padre en Él y el amor de Jesucristo en nosotros …, esto nos lleva a la verdadera «memoria».
La Eucaristía no se nos ofrece para un cómodo paseo espiritual, se nos ofrece para hacer frente a los retos del presente, para que encaremos y florezcamos el amor en este tiempo.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Yo soy el pan vivo»
- «El que me come vivirá»
- «Yo soy el pan de vida»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo hacer de la «vida» alimento disponible para los demás?
- ¿En qué servicios?, ¿con qué gestos concretos?, ¿en qué acciones de la vida cotidiana?
- ¿Qué actitudes concretas cultivas?
- ¿Con qué palabras expresas esa vida disponible?
- ¿Estamos comprometidos en «producir» con nuestro compromiso la nueva humanidad?
- ¿Cómo la llevamos a término en nuestra pequeña familia?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos profundizar y compartir lo que significa:
«el que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él» (v.56)
¿Qué significa este versículo llevado al plano de la existencia cotidiana?
- ¿Qué es lo que produce vida en nosotros?
- ¿Quien motiva la vida en nosotros?
- ¿Con qué medios sostenemos la vida en nosotros y en los otros?
- ¿De qué manera, con qué servicios motivamos la vida en otros?
Terminamos orando el Salmo 41 del Diurnal.
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»
Recuerdo otros tiempos,
y desahogo mi alma conmigo:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío».
Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.
Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.
Diré a Dios: «Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando, sombrío,
hostigado por mi enemigo?»
Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío».
Andrés Huertas
XXI Domingo
1.- LA DECISIÓN
«Si no os parece bien servir al Señor, escoged a quien servir …» (Jos 24, 1-2. 15-17. 18).
«Y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia sin mancha y arruga …» (Ef 5, 21-32).
SÍMBOLOS
- Sagrada Escritura.
- Manojo de Espigas.
2.- PALABRA (Jn 6, 60-69).
Concluye el discurso de Jesús en Cafarnaún. El discurso sobre «el pan de vida» suscita crisis entre los seguidores de Jesús. Es preciso optar por seguir o abandonarle.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 6, 60-69)
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oirlo, dijeron:
– «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
61 Adivinando Jesús que sus discípulos le criticaban les dijo:
– «¿Esto os hace vacilar?, 62 ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? 63 El espíritu es quien da vida, la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. 64 Y con todo, algunos de vosotros no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. 65 Y dijo:
– «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
66 Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
67 Entonces, Jesús les dijo a los Doce:
– «¿También vosotros queréis marcharos?».
68 Simón Pedro le contestó:
– «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; 69 nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios».
COMENTARIO
El punto central de esta perícopa se encuentra en la oposición entre «carne» y «Espíritu», es decir, entre dos concepciones del hombre y, en consecuencia, de Jesús y de su misión. La condición indispensable para ser verdadero discípulo y poder identificarse con Jesús es la visión del hombre como «espíritu», es decir, como realizado por la acción creadora del Padre, no meramente como «carne», el hombre sin capacidad de amor desinteresado hasta el fin.
A estas dos concepciones del hombre corresponden dos diversas de Jesús. El Mesías «según la carne» es el rey que ellos han querido hacer, el dominador que impone su gobierno a un reino de súbditos. El Mesías según el Espíritu es el que se hace servidor del hombre para dar su vida por él, para comunicarle vida plena, es decir, libertad y capacidad de amor como él. La aceptación de tal Mesías implica la asimilación de su persona y mensaje, que lleva, por el Espíritu, a la misma actitud de vida. Comporta una renuncia, como la suya, a toda ambición de dominio o poder y a la gloria humana.
El Evangelio de Juan
J. Mateos – J. Barreto
3.- RESUENA LA PALABRA
Las palabras de Jesús han provocado una «crisis» en el discipulado. Muchos abandonan, también los cercanos racionalizan el discurso:
- «Este modo de hablar es duro: ¿quien puede hacerle caso?» (v.60). Entender, lo han entendido, otra cosa es ponerlo en práctica, entrar en el lenguaje eucarístico, dejarse alcanzar por él, dejar que la Palabra y el Alimento nos hagan servidores de los demás … es otra cosa …
- «El Espíritu es quien da vida … Las palabras que os he dicho son espíritu y vida» (v.63). Sólo a través del Espíritu, la Palabra y el Alimento se convierten en vida, en fuerza transformadora y no en razonamiento consolidador del poder y de prestigio. Para el razonador las palabras de Jesús son «inaceptables» (v.60).
- «¿También vosotros queréis marcharos? (v.67). Jesús está dispuesto a quedarse sólo antes que pactar, antes que rebajar, que poner condiciones … el compromiso no acepta condiciones.
- «No pretendo entender para creer, sino que creo para entender» (San Anselmo) y San Agustín: «¡Si no has entendido, cree!».
- La clave está en creer y a través de una fe confiada en la relación amorosa de fe, se comprende, se entiende que Dios no piense como nosotros; «nosotros creemos y sabemos que tu eres el Santo de Dios» (v.69).
- La fe se alimenta y consolida en esa relación personal con Jesús el Cristo ¿A quien vamos a acudir? (v.68). No es cuestión de argumentos, es el amor que nos permite «saber» y «entender».
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tu Palabra es vida»
- «Señor, creo, aumenta mi fe»
- «Tú eres el Santo de Dios»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Tu fe la tienes asentada en razones o en alguien?
- ¿Qué razonamientos te dan seguridad?
- ¿Qué experiencias de fe te permiten creer?
- ¿Quién te fortalece y te alienta cada día?
- Los razonamientos no son para la relación con Dios, sirven para relacionarnos con los demás.
- Para la relación con Dios, ¿qué facultad pones en acción?
- Para construir y sostener la fe que Dios te da ¿qué inviertes de ti mismo?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos compartir la siguiente frase del texto:
«Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios» (v.69)
- ¿Qué entendemos por «vida eterna»?
- ¿Se trata de una vida futura?
- ¿No son palabras para nuestro presente?
- ¿Cómo pasamos del creer al saber?
- ¿Qué importancia tiene para este «paso» la relación personal?
Podemos concluir cantando «Gustad y Ved»
Gustad y ved qué bueno es el Señor;
dichoso el que se acoge a él. (2)
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos.
El Señor es compasivo y bondadoso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestras culpas
ni nos paga según nuestros pecados.
Como se eleva el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente amor por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles,
porque él conoce nuestra masa,
y se acuerda de que somos barro.
El hombre dura lo que la hierba
y florece como flor del campo,
que el viento la roza y ya no existe,
su terreno no volverá a verla.
Pero el amor del Señor dura siempre,
su justicia de hijos a nietos:
para aquellos que guardan su alianza
y recitan y cumplen sus mandatos.
Andrés Huertas
XXII Domingo
1.- CUENTA LO PROFUNDO
«Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando» (Dt 4, 1-2. 6-8).
«Acepta dócilmente la palabra que ha sido plantada en vosotros» (Sant 1, 17-18. 21-22. 27).
SÍMBOLOS
- Un cántaro vacío.
- Una radiografía.
2.- PALABRA (Mc 7, 1-8. 14-15. 21-23).
Jesús afronta el tema de las tradiciones en Israel, tradiciones humanas. Insiste en la interioridad del corazón puro que ha de iluminar los actos humanos.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 7, 1-8. 14-15. 21-23)
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, 2 y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos.
3 (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, 4 y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
5 Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:
– «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
6 Él les contestó:
– «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
«Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
7 El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos»
8 Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
14 Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo:
– «Escuchad y entended todos: 15 Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. 21 Porque dentro del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, 22 adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. 23 Todas esas maladades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
COMENTARIO
El milagro de la multiplicación ha inundado el aire con la fragancia del pan. La llegada de los maestros de la ley y los fariseos trae, sin embargo, el hedor del legalismo más mezquino. Parece como si las manos de Jesús, de los discípulos y de las cinco mil personas saciadas olieran todavía a pan, mientras que las de los maestros de la ley y los fariseos, debidamente lavadas y purificadas, despidieran un olor nauseabundo. Sin coraje para enfrentarse directamente con Jesús o con la gente, escogen a los discípulos como blanco de sus críticas. ¿Por qué no siguen la tradición de los antepasados? Jesús pasa decididamente al contraataque.
Argumentando desde la Escritura (Mc 7, 6-8) y desde la praxis (Mc 7, 9-13), pone de manifiesto la hipocresía de su observancia legalista y concluye con una instrucción a la muchedumbre mediante unas palabras que pueden calificarse como una de las más grandes sentencias de la historia de las religiones (Mc 7, 15). Ella establece el principio decisivo de la auténtica moralidad, una moralidad anclada no en una piedad meramente externa y ritualista, sino en el corazón y en la decisión consciente del hombre.
El Evangelio según San Marcos
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Una conexión necesaria para la vida creyente es la relación vital entre el corazón y los comportamientos.
- Dios no se contenta con nuestra fachada, nuestra exterioridad, quiere ver de qué o quien nos habita. La cara puedes cambiarla rápidamente, el corazón es otra cosa.
- Jesús hace el diagnóstico del corazón humano, lleva su mirada a lo que está escondido a nuestra mirada. Si hay ruptura entre el «dentro» y «fuera» es que estamos en la pendiente «hipócrita», legal, aunque esa legalidad sea piadosa, sagrada, edificante.
- «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi» (v.6). Jesús se refiere al «corazón» como fuente de las acciones humanas, donde maduran las convicciones profundas, donde se estimulan las decisiones fundamentales, donde se determinan las orientaciones de la existencia …
- Lo externo, el comportamiento, ha de ser la expresión de lo que se cree y crece en el espacio secreto del corazón.
Podemos afirmar que Dios es «cercano» cuando su palabra anima las acciones y empuja a encontrar al prójimo, cuando su palabra es creída y crece en el corazón humano, es cuando es amada. Si simplemente la escuchamos, le damos culto y la «cumplimos» exteriormente, Dios está «en otra parte».
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Escuchad y entended»
- «Donde está tu tesoro»
- «Donde está tu corazón»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo tengo establecida en mi existencia la interioridad con la conducta exterior?
- ¿El encuentro con Dios y con los hermanos es armónico?
- ¿Existen rupturas entre fe interna y compromiso externo?
- ¿La escucha de la Palabra en el corazón, me predispone en favor de la justicia, la paz, la libertad?
- ¿Te hace ver al hermano, al pobre, al enemigo …?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
Podemos dialogar a partir del texto siguiente:
«Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos» (v. 6-7).
- ¿Cómo aplicar este texto a nuestro contexto?
- ¿Qué relación podemos establecer con el culto actual?
- ¿Existe armonía entre vida eclesial y acción social?
Se concluye orando juntos el Salmo 14 del Diurnal
¿Quién es justo ante el Señor?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Andrés Huertas
XXIII Domingo
1.- TODO LO HACE BIEN
«Los oídos del sordo se abrirán, la lengua del mudo cantará …» (Is 35, 4-7).
«¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres para hacerlos ricos en la fe …?» (Sant 2, 1-5).
SÍMBOLOS
- Ábrete ….
- Evangelios
2.- PALABRA (Mc 7, 31-37).
Lo prometido en el Antiguo Testamento encuentra en Jesús su cumplimiento. La curación del sordo es signo de la presencia del Reino.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 7, 31-37)
Dejó el territorio de Tiro y marchó de nuevo, por Sidón, hacia el lago de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. 32 Le llevaron un sordomudo y le suplicaban que le impusiera la mano. 33 Jesús le apartó de la gente y, a solas con él, le metió sus dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. 34 Luego, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo:
– Effatha (esto es, ábrete).
35 Al momento se le abrieron sus oídos, se le soltó la traba de su lengua y comenzó a hablar correctamente.
36 Él les prohibió decírselo a nadie, pero cuanto más insistía, más lo pregonaban. 37 En el colmo de la admiración, decían:
– Todo lo ha hecho bien. Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
COMENTARIO
El relato de la curación del sordomudo resalta todavía más la participación de los paganos al banquete de la salvación que Jesús ofrece. El sordomudo es el mejor representante del paganismo: sordo respecto a Dios e incapaz de alabarlo. No obstante, también sobre él recae el poder liberador de la palabra de Jesús, que rompe la sordera espiritual y suelta la lengua para la alabanza divina. La exclamación conclusiva de la multitud, en la que se percibe el eco de Gn 1, 31 e Is 35 4-6, expresa el reconocimiento de Jesús como aquel que, luchando contra el mal y el sufrimiento, devuelve a la creación su esplendor original e inaugura el tiempo de salvación anunciado por los profetas. Ello constituye para los lectores cristianos un motivo seguro de esperanza. Dios llevará a término la obra que en Jesús ha comenzado.
El Evangelio según San Marcos
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Estas incursiones de Jesús por territorio pagano ¿qué significan? Nos están indicando que el Reino es para todos, que se ha de ofrecer y hacer germinar en todos. El sordomudo es alguien que ni puede escuchar el mensaje, ni puede alabar por haber sido enriquecido: «Jesús le apartó de la gente» (v.33) «a solas con él» (v.33). Comienza una relación interpersonal, una catequesis donde las necesidades del ser humano y las respuestas de Dios están en primer término. «Le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva» (v.33). Jesús entra, en esa relacion interpersonal, a una relación de ayuda, de apoyo, de implicación activa en favor de la criatura. La acción catequética se ha de dirigir a la mente, pero también al afecto del corazón por la cercanía y a la situación vital del ser humano. Jesús no pretende el espectáculo que impresiona: «no se lo digas a nadie» (v.36) … «Luego, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: -Effatha (ábrete)» (v.34) ¿Cuánto tiempo dedicó y estuvieron en oración? -este tiempo es fundamental en la catequesis del Reino y en la catequesis actual-. Nos encontramos con un modelo de catequesis total, una catequesis de las muchas de Jesús: «todo lo ha hecho bien» (v.37).
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- ¡Ábrete !
- ¡ Señor, que vea!
- ¡ Escucha, Israel !
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- En nuestras relaciones cotidianas, ¿cuidamos la dimensión curativa? ¿cuidamos el mensaje conceptual con el que nos expresamos? ¿trabajamos la cercanía afectiva, interpersonal? ¿cómo se expresa la vida oracional en esa catequesis cotidiana de la vida?
- Busquemos que lo cotidiano no sean detalles casuales, sino expresiones simbólicas de una catequesis integrada en la vida.
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podemos comenzar dialogando sobre la siguiente frase: «- Todo lo ha hecho bien. Hace oír a los sordos y hablar a los mudos» (v.37).
- ¿Qué alcance tiene esta frase? ¿Qué significa «todo»?
- ¿Ha obrado en todos los planos del ser humano?
- ¿Qué realidades nuevas necesitamos oir y decir de otro modo?
Terminamos con el Salmo 145 de la Liturgia de las Horas.
Bienaventurado el que espera en el Señor
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos del ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
Andrés Huertas
XXIV Domingo
1.- ¿CÓMO PIENSAS?
» No oculté el rostro a los insultos y salivazos … » (Is 50, 5-10).
» … Por las obras te probaré mi fe » (Sant 2, 14-18).
SÍMBOLOS
- Una gran interrogante.
- Domingo – semana de las preguntas.
2.- PALABRA (Mc 8, 27-35).
A la confesión de fe y de identidad de Jesús sigue la precisión de su destino: identidad y destino no se pueden disociar.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 8, 27-35)
Confesión mesiánica de Pedro en Cesarea Mt 16 13-20; Lc 9 18-21 Mc 6 14-15; Lc 9-7-8; Jn 6 69 27
Jesús salió con sus discípulos hacia las aldeas de Cesarea de Filipo y por el camino les preguntó: – ¿Quién dice la gente que soy yo? 28 Ellos le contestaron: – Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que uno de los profetas. 29 Él siguió preguntándoles: – Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro le respondió: – Tú eres el Mesías. 30 Entonces Jesús les prohibió terminantemente hablar a nadie acerca de él. 31 Empezó a enseñarles que el Hijo del hombre debía padecer mucho, que sería rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley; que le matarían, y a los tres días resucitaría. 32 Se lo decía con toda claridad. Entonces Pedro le tomó aparte y se puso a recriminarle. 33 Pero Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: -¡Ponte detrás de mí, Satanás!, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. 34 Después reunió a la gente con sus discípulos y les dijo: -Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. 35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por la buena noticia, la salvará.
COMENTARIO
Para los discípulos, el primer anuncio de la pasión y resurrección supone una enseñanza nueva. Jesús empezó a enseñarles la verdadera naturaleza de su mesianismo. No se trata de una simple conversación. Es una instrucción clara y autoritativa. En tal enseñanza Jesús sustituye el título de Mesías por otro más arcaico y menos cargado de connotaciones triunfalistas inmediatas. Habla del Hijo del hombre. Este es el camino que, según el designio divino, «debe» recorrer el Mesías, pero que Pedro no está dispuesto a aceptar. Lo considera como una especie de ocurrencia demoniaca que es preciso expulsar y desterrar (véase el mismo verbo en Mc 1 25; 3 12; 9 25). La actitud de Pedro le hace merecedor de una dura recriminación con una orden tajante y un calificativo severo. La orden que recibe es la de volver al puesto que le corresponde, es decir, al puesto de discípulo. Como tal, ha de seguir al Maestro (véase Mc 1 17), sin pretender adelantarse para señalar el camino. El calificativo de satanás le equipara al que actúa en contra de Dios, como «adversario» que intenta arrebatar su palabra (véase Mc 4 15). Esta recriminación hecha a Pedro, el primero en confesar la condición mesiánica de Jesús, demuestra la dificultad que entraña la comprensión de un Mesías sufriente y la necesidad que Jesús tiene de precisar que él es el Mesías, no aunque deba sufrir, sino precisamente porque debe sufrir. En el espejo de Pedro ha de mirarse cada creyente. Para todos resulta difícil aceptar aquello que no es de nuestro agrado o que desbarata nuestros sueños e ilusiones.
El Evangelio según San Marcos
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
No basta ver; hemos de ver con la perspectiva de Dios. Jesús ha hecho «la pregunta»: ¿Quién soy yo para ti? Ahora «comienza a enseñarles» (v.31) el verdadero sentido y destino del mesianismo, «se lo decía con toda claridad» (v.32). Hasta ahora les ha enseñando en figuras, con parábolas, signos e interpretaciones; ahora comienza la correcta interpretación de su destino: «el Hijo del Hombre debe padecer … ser rechazado … le matarán … a los tres días resucitará» (v.31). No alimentemos nuestra fe con fantasías, con interpretaciones, con figuras, esto es lo que dice a Pedro, «-Ponte detrás de mí» (v.33). Pon tus pasos en mis pisadas, en la senda de mi camino, en las huellas que voy dejando. «Con claridad» (v.32), «-si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie … que cargue … que me siga … » (v.34). Máximo realismo y claridad: ¿Renunciar a qué? a los logros, al poder, al triunfo, al éxito …; éstas son realidades concretas que nos habitan, que nos mueven y que hacemos convivir con el seguimiento. «Con claridad» (v.32), «-cargue con su cruz» (v.34), esa concreta que tienes bien cosida a la piel, que hemos de mirar con realismos y a veces -si podemos- con amor; con esa cruz concreta hemos de hacer el camino de nuesta fe en Jesucristo.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «¿Quién dices que soy yo?»
- «Tú eres el Mesías»
- Salva mi vida.
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo tengo integrado en mi vida el camino que me propone Jesús?
- La renuncia, ¿de qué y cómo?
- La cruz, ¿en qué se concreta diariamente? ¿En qué consiste «salvar la vida»?
- En el fondo de esta proposición «está la buena noticia»? (v.35).
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podemos partir compartiendo lo que significa para cada uno la siguiente frase del texto: «- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (v.29).
- ¿Qué significa Jesús para ti?
- ¿Cómo lo defines en tu vida, hoy?
- ¿Qué acciones y opciones concretas expresan su seguimiento?
- ¿Cómo expresar hoy en la Iglesia «salvar la vida» (v.35) de forma significativa?
Terminamos orando juntos el Salmo 114 de la Liturgia de las Horas.
Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida».
El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó.
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
Andrés Huertas
XXV Domingo
1.- SERVIDORES DE LOS HERMANOS
» Veamos si sus palabras son verdaderas » (Sab 2, 12. 17-20).
» Donde hay envidias y peleas, hay desorden y toda clase de males … » (Sant 3,16 – 4,3).
SÍMBOLOS
- Manos tendidas.
- Sagrada Escritura.
2.- PALABRA
Jesús continúa anunciando a los discípulos su pasión – muerte – resurrección como núcleo de su instrucción.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 9, 30-37)
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase 31 porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: – «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará». 32 Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. 33 Llegaron a Cafarnaún y, una vez en casa, les preguntó: – «¿De qué discutíais por el camino?». 34 Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. 35 Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: – «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». 36 Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: 37 – «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
COMENTARIO
La premura del paso por Galilea no impide a Jesús una breve estancia en la «casa» de Cafarnaún para impartir al grupo de los doce algunas de las muchas enseñanzas que precisan todavía. Le siguen tan sólo externamente. La dificultad de comunicación persiste, porque persiste también la diversidad de preocupaciones. Ante la discusión que ellos han mantenido entre sí por el camino urge sobre todo una lección: la del servicio. Tras una solemne introducción narrativa, que presentan a Jesús en actitud claramente magisterial, dos sentencias bastan para expresar esta dura exigencia del discipulado. La primera señala dónde está la verdadera grandeza, atacando de raíz el afán de orgullo y poder. Sin excepciones ni restricciones, grande es solamente aquél que, en actitud de servicio, se interesa por el prójimo de manera afectiva y efectiva. Queda invertido así el orden de valores que tantas veces prevalece entre los hombres. La segunda, con la presencia de un niño, símbolo de lo insignificante, explicita y completa la primera. Se es grande -viene a decir-, no cuando se ocupa un puesto de relevancia, sino cuando en la vida se hace sitio para quien no tiene grandeza. La razón de ello está en que Jesús mismo -y Dios a través de él-, se encarna en el que no goza de relieve ni prestigio, en el débil e indefenso.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: – El que quiera ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» (v.35). Cuando Jesús se sienta, es que va a dar una enseñanza fundamental: quiere instaurar otro orden en su comunidad, otros valores en las relaciones interpersonales. · «Quien quiera ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» (v.35). Podemos hablar de primeros puestos, pero los primeros en nuestra atención y en nuestro amor. Debemos saber quién es grande, pero grande según Dios es el pequeño con quien Él se identifica. Hemos de progresar, pero no para imponernos, para estar por encima de todos, sino para recibir y acoger a aquellos de quienes nadie se ocupa. Jesús no abolía las jerarquías, nos enseñó a valorarlas más profundamente. Nos enseña a darle la vuelta al orden de esta sociedad: Somos grandes si nos ocupamos de aquellos que no tienen prestigio, ni grandeza, de los últimos de esta sociedad. Sólo los que caminan en dirección equivocada desean y luchan por honores y grandezas … Dime de qué discutes y te diré si eres verdadero discípulo y seguidor … (v.33).
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Tú eres la resurrección»
- «Tú eres la nueva vida»
- «Tú eres el camino»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cuáles son los núcleos fundamentales sobres «los que discutes por el camino» (v.33)?
- ¿Son contenidos intelectuales?
- ¿Preocupaciones personales y afectivas?
- ¿Núcleo de la profesión de Fe?
- ¿Quiénes tienen precedencia en tu vida?, ¿por qué?, ¿tienen que ver con el Evangelio y con el Reino?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podríamos partir del versículo 37: «- El que acoge a un niño como éste en mi nombre, a mi me acoge; y el que me acoge a mí, no es a mí a quien acoge, sino a quien me ha enviado» (v.37).
- ¿Quiénes son «niños» en nuestro entorno cultural?
- ¿Cómo son valorados?, ¿son escuchados?; ¿tenidos en cuenta?
- ¿Quiénes y cómo son acogidos los «últimos» en nuestro entorno?
Terminamos orando el Salmo 130 de la Liturgia de las Horas.
Abandono confiado en los brazos de Dios Señor,
mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Espere Israel en el Señor ahora y por siempre.
Andrés Huertas
XXVI Domingo
1.- MIRAR LEJOS
» ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta! » (Num 11, 25-29).
» El jornal defraudado … está clamando contra vosotros … » (Sant 5, 1-6).
SÍMBOLOS
- Una luz.
- Una paloma.
- Un gran ojo.
2.- PALABRA (Mc 9, 38-43. 45. 47-48 ).
Jesús sigue adoctrinando a sus discípulos sobre la misión universal. El Espíritu actúa en muchos, sin que sean del grupo.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 9, 38-43. 45. 47-48)
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: – «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros». 39 Jesús respondió: – «No se lo impidáis porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros está a favor nuestro. 41 Y además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. 42 El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. 43 Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al abismo, al fuego que no se apaga. 45 Y si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida que ser echado con los dos pies al infierno. 47 Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, 48 donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».
COMENTARIO
Las palabras del Maestro son una exhortación a la tolerancia y a la magnanimidad, exhortación que sigue teniendo plena vigencia. La exclusión sectaria, la mirada narcisista, la pretensión monopolizadora son actitudes extrañas al espíritu de Jesús. Eliminando toda cerrazón ortodoxa, el cristiano ha de saber acoger, apoyar y estimular a todos los hombres que defiendan una causa noble, aunque no estén inscritos en su comunidad ni pertenezcan a su confesión. A estos, por mínima que sea su acción humanitaria, no se les negará la recompensa divina. ¿Cuanto menos la acogida humana? Al anuncio de una recompensa por cualquier acción en favor de los que son del Mesías (=discípulos) sigue, en sorprendente contraste, una terrible amenaza contra quienes sean ocasión de tropiezo o de escándalo para los pequeños que creen (=discípulos). Escandalizar es para el evangelista obstaculizar la fidelidad a la palabra y a la persona de Jesús (véase Mc 4 17; 8 35.38), hacer difícil o imposibilitar la adhesión y comunión con él; es, en otros términos, poner en peligro o destruir la fe. Se trata de algo que no puede hacerse impunemente. Las serias amenazas que recaen sobre tal acción invitan a eludirla, poniendo los medios necesarios. Es preciso evitar sobre todo dos extremos siempre perniciosos: el innovacionismo sin fundamento, y el irreformismo por inercia o comodidad. Pero más nocivo todavía que el escándalo externo es el que proviene del interior de cada uno, de la voluntad incontrolable del dominio -aludida en las imágenes de la mano y el pie- o de los malos deseos y proyectos egoístas -evocados con la imagen del ojo-. También contra esta clase de escándalos se debe luchar, si no se quiere renunciar a la vida.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros» (v.38) … -«No se lo impidáis … El que no está contra nosotros está a favor nuestro» (v.39-40). Esta escena pone de manifiesto la mentalidad sectaria, mezquina y puntillosa del grupo cerrado frente a la respuesta de amplitud tolerante y ecuménica que Jesús tiene. Dios da con largueza, su Espíritu actúa imprevisiblemente en territorios y sin fronteras. Con frecuencia actúa el Espíritu allá donde nosotros no vemos, somos incapaces de ver lejos, de alegrarnos de sus acciones sorprendentes. Cuando nosotros llegamos a los demás «ya ha estado allí el Espíritu trabajando» por eso nos ofrecen el «vaso de agua». Nuestra actitud debería ser la alabanza, la admiración, la apertura a su dinamismo. Necesitamos, nosotros también hoy, curarnos de mezquindad, de intolerancia y de sectarismo. Necesitamos abrirnos a la acogida y aceptar la diversidad, el pluralismo y los valores que el Espíritu hace germinar en ese amplio campo donde el Reino continúa su crecimiento y su acción liberadora «uno que echaba demonios en tu nombre» (v.38). Es el Señor quien actúa por su Espíritu sin pedir permiso al grupo o a la institución; el grupo debe buscar y discernir su conducta a la luz del Espíritu del Señor.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Venga a nosotros tu Reino»
- «Hágase tu voluntad»
- «Mi Dios y mi todo»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Saludo y acepto la acción del Espíritu en cada uno de los hermanos con alegría?
- ¿Cómo vivo los logros de los demás?
- ¿Con qué actitud convivo en la diversidad?
- ¿Con qué ánimo acepto el pluralismo?
- ¿En qué grupo del evangelio me encuadro?
- ¿En el de los pequeños, entre los débiles, con los evangelizadores …?
- ¿Me encuentro entre los que todo lo juzgan?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podemos partir, dialogando, de la siguiente frase del texto: «- Maestro hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros» (v.38).
- ¿A quienes se estaría refiriendo, hoy?
- ¿Qué acciones concretas fuera de la Iglesia reflejan la acción del Espíritu?
- ¿Existen caminos nuevos de acción conjunta?
- Podemos esbozar líneas de acción ecuménica.
Concluimos orando juntos el Salmo 18 de la Liturgia de las Horas.
El cielo proclama la gloria de Dios
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.
Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.
Andrés Huertas
XXVII Domingo
1.- NO EN SOLEDAD
«… Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, … serán los dos una sola carne» (Gn 2, 18-24).
» … Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos … » (Heb 2, 9-11).
SÍMBOLOS
- Alianzas de consagración.
- Imagen de un niño/a.
2.- PALABRA (Mc 10, 2-16 ).
El evangelio nos presenta el fundamento de la vida, la unión, la comunicación, la llamada a la felicidad por un amor de armonía.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 10, 2-16) 10
Partió de allí Jesús y marchó hacia el territorio de Judea, a la otra orilla del Jordán. Otra vez se le fue acercando la gente por el camino y, como de costumbre, también entonces se puso a enseñarles. 2 Se acercaron unos fariseos y, para ponerle a prueba, le preguntaron si era lícito al marido separarse de su mujer. 3 Jesús les respondió: – ¿Qué os mandó Moisés? 4 Ellos contestaron: – Moisés permitió escribir un certificado de divorcio y separarse de ella. 5 Jesús les dijo: – Por vuestra incapacidad para entender os dejó escrito ese precepto. 6 Pero desde el principio Dios los creó varón y hembra. 7 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer 8 y serán los dos uno solo. De manera que ya no son dos, sino uno solo. 9 Por tanto, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre. 10 Ya de nuevo en casa, los discípulos le preguntaron sobre esto. 11 Él les dijo: – Si uno se separa de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; 12 y si ella se separa de su marido y se casa con otro, comete adulterio. 13 Le llevaron unos niños para que los acariciara, pero los discípulos les regañaban. 14 Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: – Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. 15 Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16 Y tomándolos en brazos, los bendecía, imponiéndoles las manos.
COMENTARIO
Despidiéndose definitivamente de Galilea, Jesús continúa su camino y continúa también su enseñanza, dirigida ahora a un público más amplio. Los discípulos, sin embargo, seguirán teniendo una instrucción adicional en privado. Los fariseos son quienes le proporcionan la ocasión para hablar de un asunto delicado y comprometido: matrimonio y divorcio. Sin dejarse seducir por una casuística banal y sin quedar atrapado en las disputas de las diversas escuelas, Jesús sitúa el debate en su verdadero horizonte, encauzando la solución desde su raíz: la intención originaria del creador. Desde aquí no duda en definir como adulterio la ruptura de una relación que debe concebirse, no como simple contrato legal, sino como una alianza estable, a semejanza de la que el mismo Dios ha hecho con su pueblo. De ese carácter de alianza que posee el matrimonio deriva la fidelidad conyugal que Jesús proclama, una fidelidad sostenida y alentada por el amor, no por la ley. Este amor, en referencia constante al amor de Dios, será capaz de encontrar siempre la luz y la fuerza necesarias para superar los muchos obstáculos que al cristiano se le presenten en esa vida conyugal a través de la cual ha de realizar el seguimiento de Jesús. La actitud de los fariseos, que se acercan siempre a Jesús con intenciones retorcidas y gestos arrogantes, encuentra su contrapunto en la actitud de los niños, que, sin posibilidad siquiera de acceder por sí mismos hasta Jesús, deben ser presentados por otros, y no sin dificultades. Diáfanos en su mirada, sin nada que esconder ni que ofrecer, sin ningún prestigio ni privilegio que defender, semejantes a la mano vacía de un mendigo, los niños son para Jesús no sólo objeto de atención y de cariño, sino también modelos a imitar en su actitud por cuantos anhelen seguir su camino y participar del reino de Dios. Siendo un don, el reino está reservado no para los «prometeos» que pretenden escalar los cielos, sino para aquellos que -como niños- confían, se abren y se abandonan por completo a la benevolencia divina.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
El proyecto de Dios es un amor vital, armónico, luminoso, gozoso. Un amor de dos sujetos que se miran cara a cara en igualdad y en dignidad. Junto a este canto de amor aparece el «acta o certificado de repudio» (v.4). Todo este amor gozoso se apaga ante las áridas y meticulosas normas jurídicas; se apaga o «lo apagamos» «por vuestra incapacidad para entender» (v.5). Esto es la gratuidad transformada en cálculo. El cálculo es para nosotros una enfermedad mortal, es la «esclerocardia» = la dureza del corazón, que es más que insensibilidad, es ceguera, «incapacidad para entender» (v.5), incapacidad para ampliar la vida hasta que otro/a tenga lugar junto a nosotros …; incapacidad para el proyecto divino. Moisés se rindió a la enfermedad e hizo concesiones, permisos y dispensas …; en esta enfermedad tienen su origen las controversias, debates e interpretaciones. Jesús mira lejos, nos pone ante el proyecto de Dios: con ojos limpios, espontáneos y con la frescura confiada de un niño nos recuerda la fragancia del amor primero (vv. 13-16), nos hace vivir la hermosura de los inicios del amor entre Dios y las criaturas. Son los legalismos los que han de ser superados. Es el adulto que está molesto quien ha de cambiar; no crucifiquemos al niño que tenemos dentro. No estamos solos, el proyecto de Dios nos espera en el otro.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Venga a nosotros tu Reino»
- «el Reino es vida»
- «tu Reino es verdad»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- En tu proyecto vital, ¿qué peso tiene la ley y que peso tiene el amor?
- ¿Caminas, creces hacia un amor feliz y confiado?
- ¿Con qué medios cuentas para crecer y prosperar?
- ¿Eres consciente de la enfermedad, de la «esclerocardia»? ¿cómo se manifiesta en tus relaciones?
- ¿Buscas en tus relaciones interpersonales el «proyecto de Dios»?
- ¿Qué personas concretas te lo acercan?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Retomamos los versículos 13 y 14 del Evangelio: «Le llevaron unos niños para que los acariciara, pero los discípulos les regañaban.
- Jesús, al verlo, se indignó y dijo: – Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis porque de los que son como ellos es el Reino de Dios.»
- ¿Cómo aparece el «proyecto de Dios» en estos versículos?
- ¿Podemos confrontarlo y dialogar sobre nuestros propios «proyectos personales»?
- ¿Podemos confrontarlo con nuestros «proyectos comunitarios»?
Podemos concluir orando juntos el Salmo 127 del Diurnal.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!
Andrés Huertas
XXVIII Domingo
1.- LO ESENCIAL
» Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mí un espíritu de sabiduría … » (Sab 7, 7-11).
» La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo…» (Heb 4, 12-13)
SÍMBOLOS
- La Palabra de Dios Palabra de Dios.
- El libro de Vida (en las Congregaciones).
- Las alianzas (en los esposos).
2.- PALABRA (Mc 10, 17-30).
Jesús llama al seguimiento por encima de la riqueza, quiere, más que «justos y buenos», seguidores que lo dejen todo por el Reino.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 10, 17-30)
El desprendimiento de las riquezas
Mt 19 16-30; Lc 18 18-30 Ex 20 12-16; Dt 5 16-20; Mt 6 20; Lc 12 33; Mc 4 19; Gn 18 14; Job 42 2; Mt 19 30; 20 16
Iba a ponerse en camino cuando se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: – Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? 18 Jesús le contestó – ¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. 19 Ya conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. 20 Él replicó: – Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven. 21 Jesús le miró fijamente con cariño y le dijo: – Una cosa te falta: vete, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres; tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. 22 Ante estas palabras, él frunció el ceño y se fue todo triste, porque poseía muchos bienes. 23 Mirando alrededor, Jesús dijo a sus discípulos: – ¡Qué difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Los discípulos se quedaron asombrados ante estas palabras. Pero Jesús insistió: – Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! 25 Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios. 26 Ellos se asombraron todavía más y decían entre sí: – Entonces, ¿quién podrá salvarse? 27 Jesús les miró y les dijo: – Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible. 28 Pedro se puso a decirle: – Mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. 29 Jesús respondió: – Os lo aseguro, nadie que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o tierras por mí y por la buena noticia, 30 quedará sin recibir ahora, en el tiempo presente, cien veces más -casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras-, junto con persecuciones, y en el mundo futuro la vida eterna.
COMENTARIO
El encuentro con un hombre piadoso y de buena voluntad, pero en cuyo interior las riquezas habían sofocado ya la actitud humilde y receptiva del niño, sirve a Jesús para concluir su extensa catequesis tras su segundo anuncio de la pasión. En ella reitera la enseñanza precedente y advierte del peligro de las riquezas, señalando a la vez la recompensa del desprendimiento. A la pregunta del joven rico, dispuesto siempre a acumular, incluso tratándose de méritos y prácticas religiosas, Jesús le hace ver que la vida eterna no se asegura añadiendo, sino más bien restando, vendiendo, dando, hasta quedar totalmente despojado, aligerado y libre para el seguimiento. Siendo esto así, nadie encontrará tantas dificultades como los ricos para entrar en el reino de Dios, porque nadie sentirá tan fuertemente como ellos la tentación de apegarse a las riquezas. La imagen hiperbólica a la que recurre Jesús, no susceptible de interpretaciones edulcoradas, subraya perfectamente esa dificultad que los ricos encontrarán. Pero, en realidad, para nadie será fácil la entrada. Más aún. Nadie podrá conseguirla por sí mismo, porque la salvación no es una conquista humana, sino un milagro de la gracia divina. El hombre no se salva. El hombre es salvado. Su salvación será el don que, anticipado ya de algún modo en este mundo, otorgará Dios en el futuro -como recompensa gratuita- a aquellos que decidan desprenderse de todo por responder a la llamada de Jesús. Esto es lo que acentúa el final del relato. Tras un momento de angustia encontramos, pues, unas palabras alentadoras, pero no tranquilizadoras. La alusión realista a las persecuciones impide ver la recompensa como algo que garantice aquí al discípulo una vida sosegada y libre de preocupaciones. El tiempo presente, aunque marcado ya con el sello de la plenitud futura, es todavía el tiempo de la prueba. El evangelista recoge y transmite estas palabras para estimular y animar a cualquier comunidad que viva en medio de tribulaciones y peligros a causa de su fe.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
En todos los creyentes cristianos resuena la pregunta de este personaje: «¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» (v.17) Acercarse a Jesús en clave de «hacer» ya es un error. Jesús le responde con «una mirada fijamente con cariño» (v.21). Jesús nos responde con una invitación a compartir el camino … (v.21) «ven y sígueme». Jesús nos responde con un proyecto de vida: «no sumes, resta». Comienza a dar, a aligerar tu haber, a restar de todo lo que tienes … Jesús nos invita a caminar con Él y con «todo lo que tenemos» necesitamos camellos. Jesús nos llama y nos invita a una vocación de libertad, de liberación de todo tener .., aligerar el peso .., pero ¿para qué aligerar? Para comprender que sólo en la experiencia de una nueva vida «aligerada» de peso, de cosas, de haberes, de riquezas … experimentaremos «lo que es imposible para los hombres, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible» (v.27). Éste es el desafío «una mirada de amor», «una experiencia» que Dios suscita cuando consientes a su experiencia: «Él es la gran riqueza, el gran tesoro, la sola sabiduría». En esto consiste la «vida eterna», ahora, en el camino con Jesucristo.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Sólo Dios es bueno»
- «Señor, tú eres la vida»
- «Tu Palabra me da vida»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Llevas sobre ti la mirada de amor y la llamada al seguimiento que te hace Jesús?
- ¿Sabes que es una oferta permanente?
- ¿Cómo la vives en la vida cotidiana?
- ¿Con qué actitudes respondes y te expresas?
- ¿Te desprendes con alegría, liberándote de cuanto pesa en tu haber?
- ¿Es el Reino una realidad a conquistar?
- ¿Es el Reino un don de Dios?
- ¿Cómo lo ofreces en la vida cotidiana?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podríamos partir de la siguiente frase del Evangelio: «- ¿Quién podrá salvarse? Jesús les miró y les dijo: – Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible» (v.27).
- ¿Cómo podemos entender «la salvación»?
- Salvación personal, salvación comunitaria, salvación individual, salvación de Dios. ¿Son todas iguales?
- ¿Cuál es el papel de la persona humana ante la oferta salvífica de Dios?
- ¿Tiene algo que ver la salvación con «las persecuciones» del versículo 30?
Podemos terminar orando juntos el Salmo 89 del Diurnal.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo:
danos alegría por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Andrés Huertas
XXIX Domingo
1.- ENVIADOS PARA SERVIR
» Lo que el Señor quiere prosperará por su mano … » (Is 53, 10-11).
» … Tenemos un sumo sacerdote … que ha sido probado en todo … como nosotros, menos en el pecado … » (Heb 4, 14-16)
SÍMBOLOS
- Aceite = caridad
- Sal = alegría
- Cáliz
- Concha bautismal
2.- PALABRA (Mc 10, 35-45).
Jesús exhorta a los suyos a no ambicionar la grandeza y el poder que han perseguido a la Iglesia desde los orígenes.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 10, 35-45)
Nueva instrucción sobre el servicio
Mt 20 20-28 Mc 20 32; 19 28; Lc 22 30; Jn 18 11; Lc 12 50; Hch 12 2; Lc 22 25-26; Mt 20 26; 23 11; Is 51 17-22; 1 Tim 2 5-6
Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se le acercaron y le dijeron: – Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte. 36 Jesús les preguntó: – ¿Qué queréis que haga por vosotros? 37 Le contestaron ellos: – Concédenos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu gloria. 38 Jesús les replicó: – No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa de amargura que yo he de beber o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado? 39 Le respondieron: – Podemos. Jesús entonces les dijo: – La copa que yo he de beber la beberéis y seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado. 40 Pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado. 41 Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. 42 Jesús los llamó y les dijo: – Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que sus magnates las explotan. 43 No ha de ser así entre vosotros. El que entre vosotros quiera ser grande, que sea vuestro servidor; 44 y el que entre vosotros quiera ser primero, que sea esclavo de todos. 45 Pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos.
COMENTARIO
Los discípulos, titubeantes en el seguimiento, persisten en la orientación terrena de sus esperanzas y en sus sueños de grandeza humana. Nada parece haber conseguido Jesús con sus precedentes instrucciones y copiosas enseñanzas. La petición de los hijos de Zebedeo y la disputa subsiguiente remiten a la situación del grupo tras el segundo anuncio de la pasión (véase Mc 9 33-37). Una vez más se ve obligado Jesús a instruirles. En su instrucción señala las condiciones requeridas para poder llegar a la gloria y formula lo que ha de ser la ley constitucional de la comunidad cristiana. Las condiciones para sentarse junto a él en la gloria quedan expresadas con las imágenes del cáliz y el bautismo. Son dos imágenes que evocan la amargura del sufrimiento, la participación e inmersión en la pasión y muerte de Jesús (véase Mc 14 36; Lc 12 50; Rom 6 3). Este es el camino de la gloria. Los hijos de Zebedeo se sienten con fuerzas para recorrerlo. No reciben, sin embargo, la garantía de ocupar los puestos de honor ambicionados. La razón está en que el seguimiento de Jesús no puede ser interpretado como medio para obtener una recompensa prefijada. Aunque será recompensado, cualquier carácter de mérito le es ajeno. El discípulo está llamado a seguir al Maestro en el presente, dejando que Dios programe libremente su futuro. Reiterando su enseñanza sobre el servicio, Jesús proclama después la ley fundamental que ha de estar siempre vigente en su comunidad: cada uno ha de hacerse servidor de los demás. Caracterizada por el servicio, ha de ser una comunidad sin deseo de poder ni ambición de dominio. Son instintos profundamente arraigados en el corazón humano, que corrompen tanto como las riquezas. Esto no significa que tal comunidad deba carecer de autoridad, significa que su autoridad ha de reflejarse en la realidad del servicio, y no en la posibilidad de mandar. Sólo una comunidad de servidores podrá ayudar eficazmente a la humanidad en su lucha contra las fuerzas que la oprimen. Como modelo del comportamiento que pide a los suyos, Jesús no duda en ofrecerse a sí mismo, interpretando toda su obra en clave de servicio, un servicio sin límites, que llega hasta la entrega de la propia vida en favor de los demás.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Con la imagen del «Hijo del Hombre» (v.45) que hace entrega de la propia vida «en rescate por todos» (v.45) nos presenta Jesús el proyecto de «su comunidad sin poder». Lo que significa una comunidad sin autoridad. La autoridad se decanta desde abajo por la fuerza del servicio. La autoridad está en la capacidad de «servir dando vida» (v.45). La autoridad no es creíble cuando camina encorvada, bajo el peso de la cruz, del cargo o de la responsabilidad. Sólo es creíble cuando se inclina con naturalidad, con alegría y en una postura de servicio ante lo pequeño, lo débil y lo que no cuenta. Sería hermoso poder descubrir la autoridad sirviéndose de las indicaciones facilitadas por Jesús: ¿Quién lava los pies en las comunidades a los que no cuentan? ¿Quién escucha a los que están hundidos, olvidados o despreciados? ¿Quién sabe «desdibujarse», «quitarse de en medio» a la hora de los honores? ¿Quién lleva la cruz con una mirada de amor y una sonrisa en los labios? El servicio es verificable, evaluable, evidente. Remueve todas nuestras dudas. Con el servicio se controla la verdad evangélica de que la autoridad no está en las alturas. «No ha de ser así entre vosotros» (v.43). ¿Cómo elegimos en la Iglesia a las autoridades? ¿Cómo y dónde las situamos? ¿Qué funciones les otorgamos? Hemos de aprender a luchar contra las ambiciones y vanidades eclesiásticas acercándonos a lo que no cuenta en nuestras comunidades.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «¿Qué quieres que haga por ti?»
- «¿Sabes lo que pides?»
- «El primero sea esclavo de todos»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo proyectas en tu vida el servicio?
- ¿Lo recibes con alegría, con amor y sabiendo que te acerca al seguimiento?
- ¿Pasa por personas y por situaciones concretas?
- ¿Tiene su proyección en la vida familiar?
- ¿Tengo integrado el servicio en mi proyecto de vida personal?
- ¿Lo fundamento, lo oro y lo celebro?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podemos partir del diálogo sobre el texto siguiente: «- Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que sus magnates las explotan. No ha de ser así entre vosotros. El que entre vosotros quiera ser grande, que sea vuestro servidor; y el que entre vosotros quiera ser primero, que sea esclavo de todos» (vv. 42-44).
- ¿Cómo se encuentran estas orientaciones de Jesús, hoy, entre nosotros?
- ¿Cómo las vivimos?, ¿las hemos modificado?
- ¿Quiénes son, hoy, los últimos en nuestras comunidades?
Podemos terminar orando con el Salmo 32 del Diurnal.
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones:
que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres;
desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Andrés Huertas
XXX Domingo
1.- UN SALTO EN LA OSCURIDAD
» … entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas … » (Jer 31, 7-9).
» … Él puede entender a los ignorantes y extraviados, ya que Él mismo está envuelto en debilidades … » (Heb 5, 1-6)
SÍMBOLOS
- Icono de Jesús
- Icono de María con Jesús
2.- PALABRA (Mc 10, 46-52).
La fe del ciego le permite saltar en la oscuridad y vivir el signo de la mesianidad de Jesús.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 10, 46-52)
Curación del ciego Bartimeo
Mt 20 29-34; Lc 18 35-43; Mt 1 1; 9 27; Mc 5 34; Lc 7 50; 17 19
Fueron a Jericó y, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego, estaba sentado al borde del camino. 47 Cuando se enteró de que era Jesús el Nazareno, se puso a gritar: – ¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí! 48 Muchos le reprendían para que callara. Pero él gritaba todavía más fuerte: – ¡Hijo de David, ten compasión de mí! 49 Jesús se detuvo y dijo: – Llamadle. Llamaron entonces al ciego, diciéndole: – Animo, levántate, que te llama. 50 Tirando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús. 51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: – ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: – Maestro, que recobre la vista. 52 Jesús le dijo: – Vete, tu fe te ha salvado. Al momento recobró la vista y le siguió por el camino.
COMENTARIO
Necesitados todavía de luz para ver claro el camino de la cruz y del servicio, los que siguen a Jesús son testigos de un acontecimiento iluminador: la curación del ciego Bartimeo. Es el último milagro que el evangelista recoge, el último signo del poder divino de Jesús, presto ya a revestirse con la debilidad de la pasión. Como a los hijos de Zebedeo, Jesús pregunta al mendigo ¿Qué quieres que haga por ti? La identidad de la pregunta acentúa la diferencia de la respuesta. Mientras que los dos hermanos deseaban sentarse junto a Jesús, el ciego Bartimeo, cansado ya de estar sentado, desea recobrar la vista para poder seguir a Jesús. El contraste es aleccionador y la figura de este ciego se convierte en modélica para todo discípulo. Auténtico discípulo es aquel que, como Bartimeo, testimonia y proclama su fe, la traduce en oración perseverante y confiada, se libera de todo lo que le impida un encuentro personal con Cristo e, iluminado por él, le sigue decidido en su camino.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Qué quieres que haga por ti? La misma pregunta que a los hermanos Zebedeos; aquellos buscaban el honor y el poder, éste busca la luz, levantarse de la postración y seguir por el camino. La curación del ciego Bartimeo es mucho más que un signo mesiánico, es una lección magistral para la comunidad apostólica. Están a las puertas de Jerusalén. La comunidad apostólica evangelizada por el camino no ha comprendido, aún discuten y rivalizan por el poder y los honores. Un pequeño, un insignificante, un mendigo ciego es traído al centro de la escena y al centro de la comunidad de los íntimos. «Bartimeo grita, reiteradamente … » (vv.47-48). Cuando sabe que Jesús es su interlocutor «tira su manto, dio un salto y se acercó a Jesús» (v.50). Vuelve la pregunta que hizo a los hermanos: «- ¿Qué quieres que haga por ti?» (v.51). Esta pregunta vuelve hoy para todos nosotros: Más allá del poder y el prestigio … Más allá de los honores y los títulos … Más allá de tus acumulaciones y saberes … ¿Qué quieres que haga por ti? – Si eres capaz de tirar todo «tu haber» como el ciego Bartimeo; si eres capaz de dar un salto en la oscuridad, -que es el salto de la fe-; si eres valiente para gritar desde tu situación; si logras acercarte con valentía a Jesús … ¿Qué quieres que haga por ti? Este modelo de creyente nos enseña muchas cosas: Nos enseña a gritar sin reparos, a gritar desde nuestro lugar en el mundo. Nos enseña a despojarnos de todo y a saltar en la oscuridad, sin seguridades, sin redes, sin protecciones. Nos enseña a pedir la luz y a seguir a Jesús por el camino.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Señor, que vea»
- «Ánimo, levántate»
- «Ánimo, que te llama»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Qué grito es el que diriges a Jesús desde tu situación?
- ¿Qué le pides?, ¿qué anhelas?, ¿qué agradeces?
- ¿Crees que Jesús se ha detenido junto a ti y te llama?
- ¿Te sientes interlocutor/a de Jesús?
- ¿Vives esa relación como algo luminoso y clarificador para tu existencia?
- ¿Te sientes salvado/a con su sola presencia?
- ¿En qué consiste tu seguimiento por el camino?
- ¿Cómo lo concretas en acciones precisas?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podríamos partir dialogando sobre unos versículos del Evangelio: «- Animo, levántate, que te llama. Tirando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús». (vv. 49-50).
- Reparar en los verbos de acción, ¿cuáles son?
- ¿Qué presencia tienen estos verbos en nuestra vida comunitaria?
- ¿Cómo los empleamos cotidianamente?
- ¿Qué acciones nuestras los reproducen?
Podemos terminar orando juntos el Salmo 125 del Diurnal.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas,
cosechan entre cantares.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.
Andrés Huertas
Todos los Santos – 1 de noviembre
1.- LLAMADOS A LA SANTIDAD
» … Vi una multitud inmensa que nadie podía contar » (Ap 7, 2-4. 9-14).
» … Aún no se ha manifestado lo que seremos … » (I Jn 3, 1-3)
SÍMBOLOS
- Un gran y variado ramo de flores.
2.- PALABRA (Mt 5, 1-12).
Este es el discurso programático de Jesús. Su mensaje es claro y propone actitudes concretas frente a las situaciones de la vida.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 5, 1-12)
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos y 2 Él se puso a hablar enseñándolos. – » 3 Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4 Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la Tierra. 5 Dichosos los que lloran porque ellos serán consolados. 6 Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. 7 Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8 Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán «hijos de Dios». 10 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 11 Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. 12 Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
COMENTARIO 5, 3-12
Bienaventuranzas
El sermón del monte se abre con una declaración solemne, en la que el reino de los cielos anunciado por Jesús aparece como buena noticia para los pobres. Esta solemne declaración constituye la obertura del discurso, en la que se propone el estilo de vida que se hace presente con la llegada del reino. Las bienaventuranzas poseen un esquema literario que se encuentra en la tradición sapiencial y apocalíptica del Antiguo Testamento (Sal 1,1; 33,12; Pov 3,3; Dn 12,12). Sabemos que esta forma de expresarse fue utilizada frecuentemente por Jesús (Mt 11,6; 13,16; 16,17; 24,46) y que las primeras comunidades cristianas conservaron pequeñas listas de bienaventuranzas, como la que encontramos en el evangelio de Lucas (Lc 6, 20-23). Mateo ha ampliado considerablemente la lista más escueta de Lucas, que parece haber recogido la tradición de forma más fiel. Por eso la comparación entre la versión de ambos evangelios puede darnos una idea del trabajo redaccional de Mateo. Sus notas características son la espriritualización (Lc: pobres; Mt: pobres en el espíritu), la ampliación (cuatro en Lc; nueve en Mt) y la aplicación al comportamiento cristiano. Los gritos de alegría de Jesús por la llegada del reino de Dios y de la liberación que viene con él, fueron interpretados en la comunidad de Mateo como orientaciones para la conversión y el cambio de vida que exige dicho acontecimiento. En cada bienaventuranza existe una tensión entre la situación presente y la que está a punto de brotar: el reino se hace presente de forma germinal en los pobres, los misericordiosos … pero Dios está a punto de instaurar definitivamente este reino, y la situación va a cambiar radicalmente. En conjunto, son un mensaje de esperanza, y una palabra de aliento, para descubrir la presencia del reino y anhelar su llegada definitiva. Mateo ha elaborado cuidadosamente las bienaventuranzas con la intención de que pudieran ser fácilmente memorizadas.
Comentario al Nuevo Testamento
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Cuando Jesús nos llama a ser «felices», «dichosos», «bienaventurados», no nos llama a una vida evanescente y etérea .., nos está estimulando a una experiencia real a partir de los sentidos … en el más acá donde se elabora y se vive la salvación y que después se proyectará en el más allá. Las bienaventuranzas se refieren a esta vida, al ahora, al aquí donde el Reino germina. La felicidad a la que nos llaman es una felicidad fruto de un esfuerzo colaborador entre nosotros y el don que es Dios. La dicha que prometen no es sólo para el futuro, es una dicha emergente, que se instala en nosotros en la medida en que el Reino se abre camino en nuestra vida…. La santidad a la que nos llaman es de cada día y de cada instante, de cada encuentro y de toda soledad, desde los sentimientos hasta los comportamientos; una santidad tejida con lágrimas y con alegría, con perdón y con emociones, con necesidad y con donación, una santidad que Dios va sembrando en nosotros en la medida en que nos abrimos a su presencia, a los hermanos, a la Palabra, a la Vida … La alegría, la dicha que germina en nosotros fruto del encuentro, de la experiencia del amor no se disuelve, tiene la misma duración que Dios; pero tenemos «que acercarnos» (v.1), tenemos «que escuchar», tenemos que dejarle que pueda hablarnos al corazón, que pueda decirnos una palabra diferente …: la Palabra «Bienaventurado», «Feliz», «Dichoso».
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Felices los limpios»
- «Felices los pobres»
- «Felices los sufridos»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Con qué bienaventuranza me identifico en esta etapa de mi vida?
- ¿Qué situación la está motivando?
- ¿Quién me acompaña o comparte?
- ¿Cómo la estoy afrontando?
- ¿Qué estado de ánimo produce en mí?
- ¿Vivo la llamada de las bienaventuranzas con realismo?
- ¿En qué situaciones las encarno?
- ¿Quiénes son, hoy, objeto de felicidad para mí?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podríamos partir en el dialogo del texto siguiente: «Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo». (vv. 11-12).
- ¿Qué experiencia estamos teniendo de estas situaciones hoy?
- ¿Cómo afrontamos la cruz del testimonio creyente en una sociedad descreída?
- ¿En qué situaciones nos encontramos con el reto del testimonio en extremo?
Terminamos orando juntos el Salmo 23 del Diurnal.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos ni jura contra el prójimo en falso.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso; el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Andrés Huertas
XXXII Domingo
1.- GENEROSIDAD
» … Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan … » (I Re 17, 10-16).
» … De hecho, él se ha manifestado una sola vez, en el momento culminante de la historia …» (Heb 9, 24-28)
SÍMBOLOS
- Semillas
- Cántaro vacio
2.- PALABRA (Mc 12, 38-44).
Antes de abordar el final de los tiempos o la segunda venida del Salvador, San Marcos nos hace afrontar dos actitudes esenciales para vivir o no el evangelio.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 12, 38-44)
En su enseñanza decía también: – Tened cuidado con los maestros de la ley, que gustan de pasearse lujosamente vestidos y de ser saludados por la calle. 39 Ambicionan asientos de honor en las sinagogas y los mejores puestos en los banquetes. 40 Estos, que devoran los bienes de las viudas con el pretexto de largas oraciones, tendrán un juicio muy riguroso. 41 Después, sentado frente al lugar de las ofrendas, observaba cómo iba echando la gente dinero en el cofre. Muchos ricos depositaban su cantidad. 42 Pero llegó una viuda pobre, que echó dos monedas de muy poco valor. 43 Jesús llamó entonces a sus discípulos y les dijo: – Os aseguro que esa viuda pobre ha echado en el cofre más que todos los demás. 44 Pues todos han echado de lo que les sobraba; ella, en cambio, ha echado de lo que necesitaba, todo lo que tenía para vivir.
COMENTARIO
Nada puede haber más corrupto y abominable que un comportamiento hipócritamente religioso en función de una ambición sin escrúpulos. Vanidad y avaricia no sólo son dos actitudes que depravan cualquier acto de culto, sino las actitudes que Jesús ha condenado también reiteradamente para los suyos: en vez de reivindicar privilegios y honores, ellos han de estar dispuestos siempre a hacerse los últimos y los servidores de todos (véase Mc 10 33-37. 41-45); en lugar de oprimir y explotar a los indefensos, han de acoger a los pequeños y compartir con los indigentes las propias riquezas (véase Mc 10 13-32). Las controversias concluyen tras haber sido desenmascarados los maestros de la ley. Antes de abandonar definitivamente el templo, Jesús quiere, sin embargo, que los discípulos graven bien en su memoria la lección que reiteradamente ha intentado impartir en público a través de las diversas disputas: la naturaleza del culto auténtico. Con esta deferencia para con los discípulos, la presente unidad literaria termina de idéntico modo que la anterior (véase Mc 11 20-26) y la insinuación de un cambio de lugar anuncia ya la siguiente. La escena de la que Jesús se sirve para su objetivo es conmovedora. En profundo contraste con la imagen que presentan los maestros de la ley, una pobre viuda que se acerca temblorosa al cepillo del templo es la que ofrece el mejor ejemplo de lo que debe ser el verdadero acto de culto. A ella es a quien los discípulos han de imitar. Jesús confía a esta mujer la última palabra de todas las disputas mantenidas con los doctos judíos. No atreviéndose a hablar, se explica con un gesto, pero con un gesto bien elocuente. Sus dos monedas llevan el sello de ese don total que exige el primer mandamiento (véase Mc 12, 30) y que reclama todo verdadero acto de culto. El encuentro con Dios no se consigue a través de unos ritos externos, más o menos suntuosos, sino a través de estos gestos sencillos y silenciosos, que pueden pasar incluso desapercibidos, pero en los cuales deposita el hombre todas sus seguridades para abandonarse por completo a las manos de Dios. Lo que cuenta es un corazón generoso, desprendido y confiado en la acción divina, ya que Dios no se fija tanto en lo que damos, cuanto en lo que reservamos para nosotros.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
Abordamos una «historia menor», la historia de una mujer insignificante; la «nada» que tiene se convierte en «todo» que da. No hace ruido. Jesús «observaba» (v.41). «Jesús llamó a sus discípulos» (v.43). Les está enseñando a mirar, a ver en profundidad, a orar con los ojos … Jesús les enseña a interpretar las historias ocultas y escondidas, las vidas pequeñas… Jesús nos enseña, nos adiestra para pasar a la profundidad, allí donde se cuecen los gestos y actividades que nos salvan. Jesús nos advierte del engaño de lo espectacular, del engaño de lo deslumbrante y llamativo; nos adentra en lo profundo para que encontremos el hilo sutil, imperceptible, con el que los sencillos y humildes escriben su historia de fe. Estos «últimos», esta «pobre», nos conducen a Dios. «Esas dos monedas» (v.42) son más que todo, son más, porque son «todo lo que tenía para vivir» (v.44). Jesús quiere para su comunidad los comportamientos sencillos, últimos, servidores, pequeños; nos quiere atentos a los indefensos, discípulos de lo humilde, lectores atentos de las historias ocultas de fe; buscadores de Dios en la vida escondida de los hermanos más insignificantes. Orar con los ojos, viendo en profundidad la historia que Dios escribe con los pequeños, exige educar nuestro interior y nuestra hondura con los valores que brotan del AMOR.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Mi Dios y mi todo»
- «Venga a nosotros tu Reino»
- «Felices los pobres»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Nos ejercitamos en el «culto» a Dios a través de lo humilde y de lo sencillo?
- ¿Le damos ese «aire» a nuestra acción pastoral?
- ¿Cómo organizamos nuestros servicios y nuestros trabajos?
- ¿Quiénes tienen preferencia en nuestro corazón, en nuestros afectos?
- ¿Nos educamos en la sensibilidad y el gusto por lo último, lo pequeño, lo escondido?
- ¿Cultivamos la oración silenciosa, visual, observadora de las historias de fe?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Partimos del texto siguiente: «- Os aseguro que esa viuda ha echado en el cofre más que todos los demás. Pues todos han echado de lo que les sobraba; ella, en cambio, ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir» (vv.43-44).
- ¿Qué unión tiene este texto con el culto?
- ¿Le damos valor al culto en la vida?
- ¿Cómo unimos celebración, culto y vida?
- ¿Deberán cambiar algo las celebraciones litúrgicas, incorporándoles vivencias y experiencias?
Podemos concluir recitando juntos el Salmo 145 del Diurnal.
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Andrés Huertas
XXXIII Domingo
1.- ¡ATENCIÓN!
» … En aquel tiempo se levantará Miguel, el ángel que se ocupa de tu pueblo «(Dan 12, 1-3).
» … Espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies … » (Heb 10, 11-14. 18 ).
SÍMBOLOS
- Rama de otoño
- Icono de Cristo en majestad
2.- PALABRA (Mc 13, 24-32).
Jesús, el Hijo del hombre, anuncia su retorno … Él reunirá a sus elegidos en un cielo nuevo y una tierra nueva.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (Mc 13, 24-32)
La venida del Hijo del hombre: anuncio
Mt 24 29-31; Lc 21 25-28 Is 13 10; 34 4; Ez 32 7-8; Jl 2 10.31; Dn 7 13-14; Dt 30 4
Pasada la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará resplandor; 25 las estrellas irán cayendo del cielo y las fuerzas celestes se tambalearán. 26 Entonces verán venir al Hijo del hombre entre nubes con gran poder y gloria. 27 Entonces enviará él a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra al extremo del cielo. 28 Fijaos en lo que sucede con la higuera: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, conocéis que se acerca el verano. 29 Pues lo mismo vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que ya está cerca, a la puerta. 30 Os aseguro que no pasará esta generación sin que todo esto suceda. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 En cuanto al día aquel o la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre.
COMENTARIO
El anuncio sobre la venida del Hijo del hombre ocupa el centro del discurso, dándole a todo él una fuerte tonalidad cristológica. Perfectamente anclada entre lo que precede y lo que sigue, esta parte central carece de toda exhortación y queda caracterizada por un estilo sobrio, lleno de fuerza y majestad. Los dos primeros versículos describen una estremecedora conmoción cósmica con imágenes típicas de la tradición profética y apocalíptica. Es la manera de aludir en el judaísmo a las grandes intervenciones de Dios en la historia de la humanidad, intervenciones que implican un viraje decisivo en esa historia, aunque no necesariamente el final de la misma (véase Is 13 10; 34 4; Dn 7 13-14…). Bajo tales imágenes subyace la hermosa idea de que existe una misteriosa solidaridad entre el destino del hombre y del cosmos. A la pregunta inicial de los discípulos sobre el cuándo responde la parte conclusiva del discurso, aunque no de la forma que ellos y nosotros hubiéramos deseado. La respuesta comienza y termina, en evidente paralelismo, recurriendo a unas comparaciones o parábolas con sus aplicaciones respectivas: la de la higuera (Mc 13 28-29) y la del hombre que se ausenta (Mc 13 33-36). Entre este lenguaje parabólico se encuentran tres sentencias solemnes y apodípticas (Mc 13 30.31.32). Ellas constituyen el núcleo de la respuesta. La primera habla de inmediatez y viene a ser la conclusión lógica de la parábola de la higuera, que ilustra el cuándo de los signos premonitorios (Mc 13 5-23). La tercera habla de ignorancia sobre el momento concreto y puede considerarse como la introducción idónea a la parábola que la sigue, ilustrativa de la venida del Hijo del hombre (Mc 13 24-27). Entre ambas sentencias no hay contradicción, pero sí una tensión, cuyo origen y explicación está en una nueva fusión del horizonte histórico con el horizonte escatológico: destrucción del templo y parusía. La sentencia central posee por su situación un relieve especial. En ella se afirma la certeza del hecho en base a la palabra infalible de Jesús. Esta certeza de algo sobre lo que no cabe hacer previsiones y cálculos, pero que para el cristiano debe estar siempre cercano, origina la actitud de una vigilancia constante y responsable. Es una vigilancia que excluye tanto la impaciencia como el sueño, tanto el temor como el relajamiento. Implica lucha, esfuerzo y renuncia para evitar, por una parte, la fuga hacia la utopía y, por otra, el estancamiento en la situación presente.
El mensaje del Nuevo Testamento
Francisco Pérez Herrero
Casa de la Biblia
3.- RESUENA LA PALABRA
De entre los escombros de todas las «caídas» celestes y terrestres una rama se expone tierna con sus yemas presagiando la primavera (v.28). Cuando las realidades que parecen inamovibles … Cuando todo lo solemne y definitivo se muestra inconsistente, inseguro … Cuando las grandes teorías y los más sabios quedan reducidos a palabras vacías … Cuando todas las seguridades se vuelven inconsistentes … sin sentido … El «misterio de Dios» emerge secretamente «como un brote» humilde y oculto desde las profundidades de esa persona humana que ha sabido alumbrar al «Hijo del hombre» (v.26); que ha sabido mirar las nubes y las honduras, «los cuatro vientos» (v.27) y escuchar en su secreto la sentencia definitiva «el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (v.31). En definitiva confrontarse con el «poder y la gloria» (v.26) es confrontar la vida con el solo poder = el amor, y confrontar la existencia con la sola gloria = la cruz. Ahí encontramos nuestro juicio, nuestro sentido y nuestro futuro en la gloria del amor, en el triunfo de la vida sobre la muerte. Ante tantos agoreros paralizantes nosotros no escrutamos el «cómo», ni el «cuando»; nos centramos en la mirada en el horizonte y el amor henchido sabiendo que el Señor está cerca, a la puerta, «llegando»; en el latido frágil de tu corazón está el futuro, lo definitivo, lo eterno: el «día después» ya está presente en ese amor, en ese latido.
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Mis palabras no pasarán»
- «Estoy a la puerta»
- «Sólo Dios sabe»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Qué actitudes cultivas en la «vigilancia» de la vida cotidiana?
- ¿El sueño, la dejadez, el olvido, la evasión?
- ¿El esfuerzo, la lucha, la renuncia, la esperanza?
- ¿Con qué hechos fomentas en ti la «vigilancia» activa?
- ¿Qué servicios te propones … ?
- ¿Quiénes son receptores de tu amor, de tu espera … ?
- ¿Qué signos produces en tu existencia que hablen de ti como esperanza activa?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podemos partir comentando los versículos 28 y 29 del texto: «Fijaos en lo que sucede con la higuera: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, conocéis que se acerca el verano. Pues lo mismo vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que ya está cerca, a la puerta.»
- ¿Qué nos sugiere esta parábola?
- ¿La interpretamos hacia fuera o hacia dentro?
- «Estas cosas», ¿nos suceden a nosotros, a los otros, o a la sociedad?
- «Está cerca, a la puerta» (v.29) ¿de quién?, ¿de quienes?
Podemos concluir recitando o meditando juntos el Salmo 15 del Diurnal.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».
Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen.
Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Andrés Huertas
Solemnidad de Cristo Rey
1.- UN REY CRUCIFICADO
» … a él se le dio poder, honor y gloria. Su poder es eterno … «(Dan 7, 13-14).
» … aquel que nos amó, nos ha liberado de nuestros pecados por su sangre » (Ap 1, 5-8 ).
SÍMBOLOS
- Cruz florida
- Flores rojas
2.- PALABRA (Jn 18, 33-37).
Jesús reivindica ante Pilato el título de rey. Su reino se identifica con la causa del Padre; se fundamenta en la verdad y libera de este mundo.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 18, 33-37)
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: – «¿Eres tú el rey de los judíos?». 34 Jesús le contestó: – «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?» 35 Pilato replicó: – «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?». 36 Jesús le contestó: – «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí». 37 Pilato le dijo: – «Conque, ¿tú eres rey?» Jesús le contestó: – «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
COMENTARIO
Explica Jesús en esta perícopa la calidad de su mesianismo, tema que se ha ido presentando a lo largo de la narración y que ha dado lugar a equívocos por parte de los discípulos y de las multitudes. Condena Jesús todo uso de la violencia como perteneciente «al orden este», es decir, al mundo injusto enemigo de Dios y del hombre. Para realizar su obra, el Rey-Mesías no se apoya en la fuerza ni ejerce el dominio; él no tiene guardias ni subordinados; los que lo sigan, lo harán libremente. El Mesías que Dios ofrece a Israel cumplirá las promesas de modo muy superior y diverso al imaginado por la expectación popular. No ocupará el trono, coartando con su poder la libertad de sus súbditos, sino que ofrecerá una vida que, haciendo conocer la verdad sobre Dios y sobre el hombre, los hará libres.
El Evangelio de Juan
J. Mateos – J. Barreto
3.- RESUENA LA PALABRA
Mi reino no es de este mundo …» (v.36). – «Pero mi reino no es de aquí … » (v.36). Nos olvidamos de este «pero» que desmonta todas nuestras estrategias, construcciones y pretensiones. Intentamos construir formas de poder, de prestigio y de placer …, «pero», ¿con qué fin? Sacralizamos a las personas, las elevamos y le damos culto … «pero», ¿para qué? Construimos y reconstruimos misterios, cultos y ornamentaciones … «pero», ¿a dónde vamos? Señor, cuántos soldados luchando batallas que tu no quisiste y empleando medios que tu repudiaste. Cuanta escaramuza ideológica y verbal librada en tu nombre y que no tiene nada que ver contigo. Decimos defenderte y nos defendemos a nosotros; decimos entregarnos y nos «acorazamos» para que nadie nos afecte, ni disponga de nosotros, cada día más lejos de aquellos que sufren y que nos necesitan. Practicamos modelos, formas y estrategias «de aquí» (v. 36), de «abajo» y de esta forma te entregamos, te traicionamos, te negamos. Pilato está aún en nosotros … aflora en muchas ocasiones en cada uno de nosotros. Hoy es la ocasión para aprender el sentido de esa conjunción adversativa, ese «pero» es la piedra áspera con que nos golpeamos cada día hasta que nuestra vida esté en disposición de decir y vivir con convicción: ¡AMÉN! ¡VENGA A NOSOTROS TU REINO!
MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD
Repite sosegadamente
- «Venga a nosotros tu Reino»
- «Yo soy rey»
- «Tu Reino es vida»
PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA
- ¿Cómo concibo en mí el servicio al Reino?
- ¿Con qué actitudes?
- ¿Con qué actividades concretas?
- ¿Qué servicios diarios realizo y para quién?
- ¿Qué grados de violencia y de injusticia perviven en mí?
- ¿Quienes los sufren?
- ¿Cómo se manifiestan?
- ¿Cómo sirvo a la verdad?
4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA
- Podemos partir dialogando sobre la siguiente frase de Jesús: » Soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz » (v.37).
- ¿Cómo unir, hoy, Reino y Verdad?
- ¿Qué realidades de nuestro entorno explicitan el Reino?
- ¿Podemos hablar mucho, hoy, sobre la Verdad?
Podemos concluir meditando o recitando juntos el Salmo 92 del Diurnal.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder:
así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno.
Levantan los ríos, Señor,
levantan los ríos su voz,
levantan los ríos su fragor;
pero más que la voz de aguas caudalosas,
más potente que el oleaje del mar,
más potente en el cielo es el Señor.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término.
Andrés Huertas