El 13 de junio, jueves después de Pentecostés, el Instituto Secular Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote celebró la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

En Madrid, la eucaristía, en la iglesia de los PP. Carmelitas de la calle Arturo Soria, estuvo presidida por el cardenal Antonio Mª Rouco Varela. En su homilía, recordó los orígenes y el carácter español de esta fiesta, así como el deseo de santidad que ha animado a tantos sacerdotes. Reconoció en este sentido la figura del P. Juan Sánchez Hernández, fundador del Instituto, tanto por su incansable deseo de santidad como por su inquietud por formar sacerdotes santos. El cardenal reflexionó sobre el sacerdocio de todo el pueblo de Dios y sobre el sacerdocio ministerial como participación en el único Sacerdocio de Jesucristo.

Tras la celebración de la Eucaristía tuvo lugar la presentación de la 2ª edición del libro Retorno de amor. Teología, historia y espiritualidad de la reparación (Ediciones Sígueme, Salamanca 2019). En el acto estuvieron presentes tres de los autores: Nurya Martínez-Gayol, María Jesús Fernández Cordero y Ángel Cordovilla, los tres profesores de la Universidad Pontificia Comillas; no pudo asistir Fernando Millán Romeral, Prior general de la Orden del Carmen.

Tomó la palabra, en primer lugar, María Jesús Fernández Cordero, que explicó la historia de este libro, en cuyos orígenes estuvo la celebración de la VII Asamblea General de las Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote en torno al tema de la reparación. Las ponencias para esa Asamblea, la puesta en marcha de un Proyecto de Investigación en la Universidad Pontificia Comillas (La reparación en la confluencia de Teología, Historia y Espiritualidad) en cuyo marco se han realizado dos tesis doctorales y publicación de libros y artículos, y la publicación en 2008 del libro Retorno de amor, son un buen ejemplo del fruto que ha dado esta iniciativa. En su intervención, puso de relieve cómo la historia de este libro nos muestra la fecundidad de la colaboración y el servicio mutuo en la Iglesia, nos habla del valor del estudio y la reflexión teológica para descubrir y profundizar horizontes vocacionales y, finalmente, se traduce en vida.

Intervino a continuación Nurya Martínez-Gayol, religiosa de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, que fue la directora del Proyecto y del libro. Presentó Retorno de amor como un libro centrado en una palabra, «reparación», que, a lo largo de la historia, ha provocado «atracción y pasión», y también «rechazo y aversión», pero que es una palabra que hoy quiere ser escuchada para ser vivible y vivida. Señaló que este libro nace a la vez de la vida y de la teología, y citó, en este sentido, estas palabras de Karl Rahner: “Lo nuevo sólo es auténtico cuando conserva lo antiguo; y lo antiguo sólo sigue teniendo vida cuando es vivido de una forma nueva”.

Explicó el título del libro, Retorno de amor, que traduce con una expresión nueva la antigua categoría de «redamatio», raíz de la reparación: pone de manifiesto que el origen de todo movimiento reparador está en Dios, y sólo acogiendo su gracia e incorporándonos a su entrega es posible esta respuesta de amor. Explicó después el contenido del libro, la estructuración de sus capítulos (consultar Índice), su carácter abierto a trabajos futuros y la oportunidad de la 2ª edición, constatando peticiones de diversos lugares del mundo para acceder a la obra.

Por último, Eduardo Ayuso, director de Ediciones Sígueme, quien señaló que este libro había ido más allá de sus lectores, pues se había convertido en foco de estudio para las comunidades. En efecto, diversas congregaciones e institutos de carisma reparador lo utilizan en este sentido. Mencionó a Adolphe Gesché, como uno de los teólogos más interesantes de nuestra época, para afirmar que la teología debía de hacer aquello a lo que nos invita este teólogo: «hablar bien de Dios». Y este libro «habla bien de Dios». En nuestro caso, hablar bien de Dios supondría reparar la imagen rota y deformada de Dios que tienen muchas personas, y, también, reparar el mundo herido se convierte en un hablar bien de Dios.

Después de este acto, el ágape en la casa de la calle San Juan de Ávila fue ocasión para que muchos de los sacerdotes y amigos del Instituto conocieran el Cenáculo Sacerdotal «Juan Sánchez Hernández», recientemente inaugurado por el cardenal Osoro.