Terminados los días de Onteniente, iniciamos el campamento urbano por las mañanas de 9h a 13h30. Continuamos con el mismo lema: “Santos hacen santos: mi familia un lugar de santidad”. Comprender que nuestra familia es un lugar donde aprender a ser personas de fe, que podemos fortalecernos entre todos para superar las situaciones adversas, que para esto hemos de estar unidos a Cristo y que él sea el centro de nuestra familia. En él está nuestra fortaleza, unión y con él aprendemos a amarnos y a vivir unidos.
El tiempo se distribuyó de la siguiente manera:
- Acogida
- Oración
- Gimnasia
- Talleres: ¿Qué aprendemos de los santos? (San Ignacio de Loyola, Siervo de Dios Juan Sánchez Hernández) ¿Cómo vivir en santidad?
- Desayuno
- Lectura y repaso con actividades de lengua y matemáticas
- Dinámicas
- Juegos compartidos
Utilizamos las estancias del local para el desayuno y la lectura y el repaso de actividades. El resto estuvimos en los parques cercanos al aire libre. Los jueves tuvimos actividades lúdicas más especiales. El primer jueves fuimos al Cenáculo Sacerdotal donde después de las actividades también usamos la piscina y tomamos también la comida. El segundo jueves destacamos los juegos de agua donde disfrutaron mucho por el gran calor que nos está azotando.
FINAL DEL CAMPAMENTO: CONVIVENCIA
El domingo 17 de julio tuvimos el último encuentro con las familias del M.A.S. Una convivencia y una celebración de la Eucaristía que cerrara la actividad. Pero además coincidiendo conque el lunes era día 18, celebración del 47 aniversario del paso del Padre Juan a la casa al Padre, dedicamos también la Eucaristía con esta intención.
En la Eucaristía, los distintos grupos presentaron sus trabajos y los explicaron: cómo se puede vivir la santidad en la familia. Dijeron: que Dios sea el centro de la familia, vivir en unidad, mediante la fe, el amor, el perdón, la igualdad, la comunicación, escuchando la palabra de Dios, …
Es una experiencia hermosa, que las familias compartan estos encuentros porque crea fraternidad, la fraternidad de los hijos de Dios.
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