El 28 de enero tuvo lugar en la librería ARS Carmelitana de Madrid la presentación del libro de María Cristina Inogés Sanz titulado La sinfonía femenina (incompleta) de Thomas Merton (PPC, Madrid 2018).
Cristina Inogés, laica, teóloga católica, formada en la Facultad de Teología Protestante de Madrid (SEUT), mantiene una estrecha relación con la librería ARS de Zaragoza. En ella se le entrevistó en el año 2016, con motivo de la publicación de su libro Viacrucis de la Misericordia, escrito a raíz de la bula Misericordiae Vultus del papa Francisco; en él relacionaba las obras de misericordia con las estaciones del viacrucis. En esa misma librería participó, en 2015, en una mesa redonda sobre la vida y la obra de Thomas Merton, con motivo del centenario de su nacimiento; fue entonces cuando decidió escribir el libro que ahora presenta, para animar a conocer al monje estadounidense.
Participó en primer lugar Pedro Miguel García Fraile, director de la editorial PPC. Se alegró de la apertura de la librería ARS Carmelitana y presentó a la autora, en la que destacó la calidad de su escritura, así como la hondura de esta obra, una profundidad que se echa de menos en buena parte de lo que se publica hoy en día.
Intervino a continuación Francisco Rafael de Pascual, monje cisterciense de la Abadía de Nuestra Señora de Viaceli, en Cóbreces (Cantabria) y director de la revista Cistercium. Conocido por sus estudios sobre Thomas Merton, recordó cómo conoció sus obras y la abadía de Getsemaní, en Kentucky (Estados Unidos), en la que él vivió. Señaló la variedad de vocaciones en Merton: fue escritor, poeta, activista social…, pero todas ellas fueron armonizadas por su vocación de monje.
A continuación tomó la palabra Julio García Caparrós, filósofo y poeta, que ha escrito el prólogo de este libro. Afirmó que la filosofía y la teología requieren el amor, y enlazó con el mundo de relaciones que se trata en la obra al señalar que nadie se conoce a sí mismo, nadie sabe quién es, si «otro» no se lo dice.
Finalmente intervino la autora, Cristina Inogés. Recordó la inspiración del libro a partir de la tertulia en ARS de Zaragoza y cómo quiso escribirlo pensando en los que no han leído a Merton. Afirmó que se trata del místico más importante del siglo XX, que debería ser conocido en las facultades de teología y en los seminarios. Escogió profundizar en una dimensión poco estudiada de su vida y obra: la presencia de lo femenino, problemática desde la pérdida de su madre en su infancia (una ausencia siempre presente). La obra se abre y se cierra con el símbolo femenino de «la abadía» y en ella hay también un capítulo dedicado a «M», una mujer que permanece en el anonimato y de la cual se enamoró Merton siendo ya monje. La autora afirmó que M. centró a Merton de un modo muy definitivo en su vida. El libro contiene textos y referencias de otros pensadores, como Unamuno o María Zambrano, para contemplar cómo experiencias similares son descritas de diferentes maneras, aportando una gran riqueza de perspectivas.
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