En este tiempo de confinamiento, la 2 de TVE transmite la eucaristía desde la capilla de la Sucesión Apostólica en la sede de la Conferencia Episcopal Española. Las Siervas han tenido una participación en la eucaristía del II domingo de Pascua: asistieron María José Castejón, Directora General del Instituto, y Tania Quilambaqui, y correspondió a la primera de ellas la proclamación de la segunda lectura de la misa (1 P 1,3-9). Fue una proclamación llena de fuerza: «Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final. Alegraos de ello, aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas….»
La eucaristía estuvo presidida por el Arzobispo Castrense, D. Juan del Río, que preside la Comisión de Comunicaciones Sociales de la CEE. En su homilía afirmó con fuerza que la Iglesia está más viva que nunca en estas circunstancias: aunque los templos estén vacíos, la Iglesia vive en los hogares, en las iglesias domésticas. Es una Iglesia misionera y en salida, que anuncia la alegría del Evangelio, y que está desplegando una enorme creatividad en las comunidades cristianas, a través de las redes sociales, en múltiples formas de presencia y acompañamiento. Hizo una llamada a pasar de la duda a la fe, como Tomás (Jn 20,19-31), y proclamó la infinita misericordia de Dios, que nos ama en nuestras miserias más profundas y nunca nos abandona. Al final de la eucaristía agradeció a todos los que están trabajando por el bien común en esta situación, a sanitarios y fuerzas de seguridad del Estado y a toda la ciudadanía, subrayando la solidaridad que se muestra de muchas formas en la sociedad.
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