EPIFANÍA DEL SEÑOR
El camino que lleva a Belén baja hasta el valle
que la nieve cubrió, los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón,
rom pom pom pom; rom pom pom pom.
Ha nacido en un portal de Belén, el Niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, Señor;
más tú ya sabes que soy pobre también y no poseo más que un viejo tambor,
rom pom pom pom; rom pom pom pom.
En tu honor frente al portal cantaré con mi tambor.
El camino que lleva a Belén yo voy marcando con mi viejo tambor,
nada mejor hay que yo pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor,
rom pom pom pom; rom pom pom pom.
Cuando Dios me vio tocando ante Él, me sonrió.
HIMNO
Reyes que venís por ellas,
no busquéis estrellas ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Mirando sus luces bellas,
no sigáis la vuestra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está
quien luz a los cielos da:
Dios es el puerto más cierto,
y si habéis hallado puerto
no busquéis estrellas ya.
No busquéis la estrella ahora:
que su luz ha oscurecido
este Sol recién nacido
en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas,
el Niño os alumbra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto,
porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas
la estrella oscurecen ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Amén.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, durante el reinado de Herodes. Por entonces llegaron a Jerusalén unos sabios de oriente, que preguntaban: ¿dónde está el rey de los judíos recién nacido? Nosotros hemos visto aparecer su estrella y venimos a adorarle.
MEDITACIÓN
Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Juventud (Madrid 2011)
EN BÚSQUEDA DE UNA VIDA MÁS GRANDE
En cada época, también en nuestros días, numerosos jóvenes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz. Al recordar mi juventud, veo que, en realidad, la estabilidad y la seguridad no son las cuestiones que más ocupan la mente de los jóvenes. Sí, la cuestión del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande.
Creo que, en cierto sentido, este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación. Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su «huella».
Canto
Tengo sed de ti, oh fuente del amor.
Tengo sed de ti, tu amor es libertad.
LECTURA
El rey Herodes se inquietó mucho cuando llegó esto a sus oídos, y lo mismo les sucedió a todos los habitantes de Jerusalén. Así que ordenó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley para averiguar por medio de ellos dónde había de nacer el Mesías.
MEDITACIÓN
Es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría: «sin el Creador la criatura se diluye»(Gaudium et Spes, 36).
ORACIÓN
Tú eres, Señor, un Dios misericordioso y compasivo.
Conoces bien nuestras miserias, pero nos miras con cariño.
Tú padeces y com-padeces,
porque tu Nombre es Comprensión, el Compasivo.
Ven, Señor, a socorrernos, sé tú mismo.
Levántanos con tu mano si nos ves caídos.
Si nos ves enfermos, con heridas, cúranos con el aceite de tu Espíritu.
Si nos ves sucios y manchados, límpianos con el agua de tu Espíritu.
Si nos ves tímidos, cobardes, fríos,
fortalécenos con el fuego de tu Espíritu.
Si nos ves equivocados, ciegos, enséñanos con las luces de tu Espíritu.
Si nos ves tristes y llorosos, alégranos con la risa de tu Espíritu.
Si nos ves mezquinos, egoístas, agrándanos con el amor de tu Espíritu.
Si nos ves solos, excluidos, acompáñanos con la presencia de tu Espíritu.
Y quédate, Padre, con nosotros, y con tu Hijo, Enmanuel, hecho niño.
“ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN CRISTO, FIRMES EN LA FE” (Col 2,7)
LECTURA
Los sabios, después de oír al rey Herodes, se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en Oriente los guió hasta que llegó y se paró encima de donde estaba el Niño. Al ver la estrella, se llenaron de una inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al Niño con su madre María y lo adoraron postrados en tierra. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra.
SIGNO
Una ofrenda que se considere oportuna.
CANTO
Venid hombres todos, que sentís el gozo
de ver el gran día de paz y de amor.
El Rey del cielo a Belén desciende.
Postrémonos humildes
delante del Dios hombre,
venid y adoremos al Rey y Señor.
Buscando el pesebre dejan sus rebaños
pastores que oyeron la cita de Dios.
También nosotros a Belén corramos.
Postrémonos humildes….
El Rey de la gloria se hace siervo humilde,
en la carne esconde su eterno esplendor.
Un Dios se viste con pañal humilde.
Postrémonos humildes…
MEDITACIÓN
El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. Cuando comenzamos a tener una relación personal con Él, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica.
SOSTENIDOS POR LA FE DE LA IGLESIA, PARA SER TESTIGOS
LECTURA
Y advertidos en sueños de que no volvieran donde
estaba Herodes, regresaron a su país por otro camino.
Volvieron por otro camino porque ellos habían cambiado.
Volvieron por otro camino porque querían ser peregrinos.
Volvieron por otro camino para dar testimonio de lo que habían visto.
Volvieron por otro camino porque querían seguir nuevas estrellas y
encontrar nuevos niños a quienes venerar y regalar.
Iniciaron así una marcha que aún no ha terminado.
Benditos estos Magos, verdaderos hijos de las Bienaventuranzas.
Canto
Enséñame a seguir tus sendas, Señor;
indícame, mi Dios, tus caminos.
MEDITACIÓN
Cuántos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad! Han sido artífices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo más humano, un mundo según Dios; se han comprometido en diferentes ámbitos de la vida social, con competencia y profesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos. La caridad que brota de la fe les ha llevado a dar un testimonio muy concreto, con la palabra y las obras. Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás.
ORACIÓN
Señor, tú que en este día revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de una estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe poder contemplar un día, cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
ADORACIÓN DEL NIÑO
¡Ay del Chiquirritín!