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Tiempo Ordinario – Ciclo A

La actividad pública de Jesús comienza con un anuncio: «Ya llega el reinado de Dios». La doctrina sobre el reino de Dios llena las páginas de las diversas recensiones evangélicas. El tema del «reino» es el principal contenido de la predicación de Jesús. Todos sus pensamientos, su enseñanza, su acción y su destino giran en torno a él. Él dice: «Se ha cumplido el plazo; ya llega el reino de Dios». El reino de Dios, por tanto, no es un orden establecido, estático, sino algo vivo, que adviene. Durante mucho tiempo estuvo lejos, luego se fue aproximando, y ahora está tan cerca que exige su aceptación. El reino de Dios significa que Dios reina. Pues bien, ¿qué ocurre cuando reina Dios?

Preguntémonos primero: ¿Qué es lo que realmente tiene poder en nosotros mismos? ¿Qué reina en mí? Sobre todo, los hombres. Los que me hablan, aquellos a los que leo y con los que me relaciono, y los que se sustraen a mí. Los que me aceptan o me rechazan; los que me estorban o me ayudan. Los hombres que quiero y con los que tengo obligaciones, aquellos a los que cuido y sobre los que tengo influencia. Eso es lo que reina en mí. También reinan en mí las cosas. Las que me apetecen, mediante el poder de su apetencia; las que me sirven de obstáculo, precisamente por el hecho de serlo; las que me encuentro en todas partes, porque me provocan, me inquietan, me absorben. Las cosas reinan en mí por el mero hecho de que existen y llenan todo mi espacio interior y exterior. Pues bien, ¿qué sería si Dios reinara realmente? Yo sabría -y no tras un fatigoso esfuerzo de hacérmelo presente, sino de por sí, por experiencia continuamente viva- que él existe realmente. Él es él, anterior a todo concepto o nombre humano. Dios estaría en mi interior con todo el poder de su esencia, como origen, sentido y meta de todo… Mi corazón y mi voluntad lo experimentarían como el Santo, como norma de todos los valores y sentido de todos los sentidos; como el único que recompensa de manera definitiva y, sin embargo, hace que todo acontecimiento humano tenga sentido en su finitud… Me llegaría su llamada, y yo experimentaría con temblor y gozo que mi ser no es más que el modo en que Dios me llama y en el que yo debo responder a su llamada… A partir de ahí, mi conciencia estaría despierta y conocería sus obligaciones. Y a partir de ahí, y superando la mera «conciencia», se me revelaría lo último y definitivo: el sagrado destino del amor, realizándose exclusivamente entre Dios y yo. Y ahora Jesús anuncia que todo esto ya ha llegado.

El poder de Dios irrumpe y quiere ejercer su soberanía: perdonar, santificar, iluminar, dirigir, transformar todo en una nueva existencia engendrada por la gracia. Pero no con violencia física, sino por la fe, por la libre entrega del hombre. De ahí la advertencia: «Enmendaos, y creed la Buena Noticia» (Mc 1, 14-15). Los hombres deben cambiar su mentalidad, convertirse de las cosas a Dios; deben confiar en lo que sale de la boca de Jesús. Entonces es cuando llega el reino de Dios.

«El Señor», de Romano Guardini
Ediciones Cristiandad

II Domingo
III Domingo

1.- LA LLAMADA

«… Isaías anuncia en términos exultantes la liberación…, los que vivían en tristeza y en sombras vieron una luz grande… » (Is 9, 1-4).
«… las rivalidades y divisiones acechan en toda estructura humana. A Pablo le duele que la Iglesia de Cristo se rompa y se divida. » (1 Cor 1, 10-13.17).

SÍMBOLOS

  • Útiles del trabajo cotidiano.
  • Una luz por cada persona.
  • Una luz grande.

2.- PALABRA (Mt 4, 12-23).

Jesús inicia su predicación y llama a sus discípulos: Galilea es la frontera geográfica y teológica: su población es heterogénea, casi pagana, periférica, casi marginación del pueblo de Dios; ahí es donde Jesús inicia su ministerio, viene a eliminar fronteras… Jesús llama al Reino.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 4, 12-23)

Luz de las naciones

Mc 1 14; Lc 4 14-15 Is 8 23; 9 1

Al oír Jesús que Juan había sido encarcelado se volvió a Galilea. 13 Dejó Nazaret y se fue a vivir a Cafarnaún, junto al lago, en el término de Zabulón y Neftalí; 14 para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: 15 Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. 16 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande, a los que habitaban en una región de sombra de muerte una luz les brilló. 17 Desde entonces empezó Jesús a predicar diciendo: – Arrepentíos, porque está llegando el reino de los cielos. 18 Paseando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, que estaban echando la red en el lago, pues eran pescadores. 19 Les dijo: – Veníos detrás de mí y os haré pescadores de hombres. 20 Ellos dejaron al instante las redes y lo siguieron. 21 Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago, el de Zebedeo, y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo, reparando las redes. Los llamó también, 22 y ellos, dejando al punto la barca y a su padre, lo siguieron. 23 Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba las enfermedades y las dolencias del pueblo.

COMENTARIO

Mateo precisa más que Marcos y Lucas, cuando dice que Jesús abandonó Nazaret (lugar provisional de residencia: Mt 2 22-23) y se estableció en Cafarnaún, que será desde ahora su pueblo (Mt 9 1). En este hecho descubre Mateo un significado profundo a la luz de Is 8 23-9 1, pues Cafarnaún está situada en el término de Zabulón y Neftalí, en el camino del mar. Se trata de una «cita de reflexión» (véase comentario a Mt 1 18-25), que pertenece a los oráculos mesiánicos de Is 7-12, y hace el número siete de este tipo de citas en la primera parte del evangelio. Mateo quiere mostrar que el comienzo de la predicación de Jesús se ajusta al anuncio hecho por los profetas, y que la predicación cristiana llegará a todos los hombres. Galilea, tierra de paganos, crisol de culturas y religiones desde muy antiguo, es el símbolo de una comunidad en la que los paganos tienen también cabida, pues la luz del evangelio debe alumbrar a todos los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte (Mt 5 14; 28 18-20).

Después de esta detallada presentación de Jesús, los lectores del evangelio no se sorprenderán de la autoridad de sus palabras y de sus signos, pues ya saben que quien habla o actúa es el Mesías prometido, que viene a convocar al nuevo pueblo, como Hijo de Dios. Este resumen de la predicación de Jesús y los dos párrafos siguientes (Mt 4 18-25) son como una introducción a su ministerio. Sus primeras palabras anuncian la cercanía del reino de Dios (Mt 4 17).

Los primeros discípulos son el mejor ejemplo de la conversión que Jesús pide, y los primeros destinatarios de su mensaje (Mt 4 18-22). Finalmente, las muchedumbres, venidas de todas partes, forman el gran círculo de los que van a escuchar su enseñanza y a beneficiarse de su poder curativo (Mt 4 23-25). Mateo, siguiendo la costumbre judía de no nombrar a Dios, pone en labios de Jesús la expresión reino de los cielos (= reino de Dios). La cercanía de este reino es el tema básico de su predicación. En el contexto del Antiguo Testamento esta expresión designaba el compendio de todos los bienes esperados por Israel. Con la llegada del reino se hace presente en el mundo la soberanía de Dios, que inaugura una situación completamente nueva. Las palabras y los gestos portentosos de Jesús son el signo evidente de que Dios comienza a reinar. Por eso su enseñanza y sus milagros provocan la admiración (Mt 7 28) y la sensación de que algo nuevo está ocurriendo (Mt 9 33). Mateo pone este mismo anuncio en boca de Juan el bautista (Mt 3 2) y de los discípulos que Jesús envía (Mt 10 7). Todos a una dan testimonio del gran acontecimiento que comienza a hacerse presente con la llegada de Jesús Inmediatamente después de las primeras palabras de Jesús, narra Mateo la llamada de los primeros discípulos, tomando de la tradición el relato de una experiencia que debió de ser más larga y compleja, como se advierte en la versión de Lucas (véase Lc 5 1-11).

Mateo propone un ejemplo de la conversión radical que exige la llegada del reino (Mt 4 17), y presenta a los principales destinatarios de las enseñanzas y los signos de Jesús. Estos cuatro primeros discípulos representan a todo el grupo de los discípulos, que en este evangelio tienen una importancia particular. Mateo ve en ellos a aquellos que históricamente acompañaron a Jesús, y también al grupo de los que forman la comunidad cristiana. Es como si estos cuatro representaran a los discípulos de todos los tiempos. El atractivo de la llamada de Jesús es irresistible y les hace capaces de romper los lazos sociales (oficio) y familiares (su padre), para irse detrás de él a escuchar sus palabras (Mt 5-7) y contemplar sus signos (Mt 8-9). A ellos les enviará después a difundir su mensaje y a realizar los mismos signos (Mt 10); a ellos les dedicará una atención especial (Mt 13 10-17), y sobre ellos se replegará cuando experimente el rechazo de su pueblo, para formar un n uevo pueblo: el nuevo Israel, que es la iglesia (Mt 13 53-16 20). Este primer sumario de la actividad de Jesús es un apretado resumen de lo que el evangelista va a narrar en los capítulos siguientes. La misión de Jesús consiste en enseñar… anunciar la buena noticia del reino… y curar toda clase de enfermedades. Esto es precisamente lo que comienza a hacer Jesús a partir de ahora.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

El arresto de Juan estremece a Jesús (v.12); toda falta de libertad, toda violencia debería estremecernos y ponernos en marcha, movilizarnos… en favor de los hundidos, de los aplastados, de los ignorados (v.16), todos estos con Jesús «vieron una luz grande,… una luz les brillo» (v.16). Jesús decide su vida en favor de los hundidos y aplastados… presentándose con toda la energía de su interior: «está llegando el Reino» (v.17) El Reino es tu cambio y el mío. El Reino es tu estima y la mía. El Reino es tu misericordia, nuestra misericordia; es tu perdón, nuestro perdón; es tu búsqueda y nuestro encuentro; es tu ofrenda y toda ofrenda gratuita y generosa; el Reino es un quehacer que nos rescata de la muerte. Jesús se pone en marcha y «pasando… vio… llamó… ellos al instante le siguieron» (v 18-20). Sigues pasando, sigues viendo, llamando y motivando… pero a veces nuestras miradas están lejos de aquellos en quienes pasas; no te esperamos ahí, en esos espacios humanos, ni inscrito en esas situaciones penosas o gozosas… Te hemos mistificado y te recibimos en formas sacramentales pero lejos de esa sacramentalidad cotidiana donde se decide el amor que nos construye. El sumario final (v.23) me reta a un realismo fuera de todo artificio y de toda huida… «El Reino es una noticia buena que yo he de aportar a todo doliente, enfermo y hundido», una llamada anclada en el realismo.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Tú eres, Señor, mi luz»
  • «Venga tu Reino»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Las malas noticias te movilizan?, ¿te paralizan?, ¿te motivan a actuar?
  • ¿Cómo pasa Jesús por tu vida?
  • ¿En quienes?, ¿en qué situaciones?, ¿con qué exigencias?
  • ¿Cómo te representas el anuncio del Reino?
  • ¿Con qué actitudes lo pones en la vida?
  • ¿Qué acciones concretas lo realizan?
  • ¿Cómo te motivas cada día, cada mañana?
  • La llamada de Jesucristo ¿en qué se concreta, hoy, para ti en tu situación personal?
  • ¿Qué respuestas estás dando?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Qué estrategia comunitaria hemos de adoptar para motivar la vocación personal?
  • ¿Podríamos abrir caminos de acogida e invitación a jóvenes, solteros, separados o mujeres motivadas?
  • ¿Cómo abrir la comunidad a otras realidades personales, a otras situaciones humanas?
  • La Comunidad ¿tiene un proyecto común evangelizador?¿Canalizamos positivamente las noticias y los acontecimientos?

Terminamos orando todos juntos el Padre Nuestro.

IV Domingo

1.-EL PROGRAMA EVANGELIZADOR

No todo israelita por el hecho de serlo era pueblo de Dios, eran de Dios «el resto», «los humildes y pobres» que no cometen iniquidad. (Sof 2, 3; 3, 12-13).
Pablo constata que las comunidades eran «pueblo pobre y humilde». Dios elige lo que no cuenta para poner de manifiesto su grandeza. (1 Cor 1, 26-31).

SÍMBOLOS

  • Un plato vacío.
  • Una mano tendida.
  • Una imagen africana.

2.- PALABRA (Mt 5, 1-12).

Las Bienaventuranzas son la puerta para entrar en el Reino de Dios. Por esta puerta entran y son llamados los marginados de la ley: pobres… doloridos… todos los que forman el grupo que camina y constituye un mundo nuevo: El Reino.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 5, 1-12)

La auténtica felicidad

Lc 6 20-23 Sal 1 1-2; Prov 3 3; Is 61 1-3; Sal 37 11; 24 3-4; 1 Pe 3 14; 4 14; Heb 11 23-38

Al ver a la gente, subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos. 2 Entonces comenzó a enseñarles con estas palabras: 3 Dichosos los pobres en el espíritu, porque suyo es el reino de los cielos. 4 Dichosos los que están tristes, porque Dios los consolará. 5 Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra. 6 Dichosos los que tienen hambre y sed de hacer la voluntad de Dios, porque Dios les saciará. 7 Dichosos los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos. 8 Dichosos los que tienen un corazón limpio, porque verán a Dios. 9 Dichosos los que construyen la paz, porque serán llamados hijos de Dios. 10 Dichosos los perseguidos por hacer la voluntad de Dios, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Dichosos seréis cuando os injurien y os persigan, y digan contra vosotros toda clase de calumnias por causa mía. 12 Alegraos y regocijaos, porque será grande vuestra recompensa en los cielos, pues así persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

COMENTARIO

El sermón del monte se abre con una introducción que sirve de marco a las palabras de Jesús. Los destinatarios son los discípulos y la gente (véase Mt 4 18-25). Jesús está en un monte, lugar tradicional de la manifestación de Dios (Sinaí, Horeb…); y sentado, en actitud de enseñar. La enseñanza es una actividad característica de Jesús (Mt 4 23-25; 9 35; 11 1). Los discípulos sólo podrán asumirla después de ver al resucitado (Mt 28 16-20), pues la verdadera enseñanza sólo es posible después de conocer todo el misterio de Jesús.

Las bienaventuranzas forman la obertura de este gran discurso. Son como un resumen de lo que viene después, la quintaesencia del estilo de vida que manifiesta la presencia del reino. Sobre el soporte de un esquema literario común en la tradición sapiencial y apocalíptica del Antiguo Testamento (Sal 1 1; 33 12; Prov 3 3; Dn 12 12), y utilizado otras veces por Jesús (Mt 11 16; 13 16; 16 17; 24 46), Mateo ha reunido esta serie de nueve bienaventuranzas, y las ha ordenado en dos grupos de cuatro, mas la última, que cierra la serie. Las ocho primeras están en tercera persona del plural, y forman un grupo homogéneo. La primera y la octava concluyen con la promesa del reino de los cielos, mientras que la primera y la cuarta se refieren al cumplimiento práctico de la voluntad de Dios (literalmente «la justicia». Véase comentario a Mt 6 1-4). La novena es, en realidad, una aplicación concreta de la octava. Es notable la diferencia entre estas bienaventuranzas y las de Lc 6 20-23. La comparación de ambas puede darnos una idea del trabajo redaccional de Mateo. Sus notas características son la espiritualización (Lc: pobres; Mt: pobres en el espíritu), la ampliación (cuatro en Lc; nueve en Mt) y la aplicación al comportamiento cristiano.

Lucas habla de situaciones, y Mateo de actitudes. Los gritos de alegría de Jesús por la llegada del reino de Dios y la liberación que viene con él, fueron interpretados en la iglesia de Mateo como orientaciones para la conversión y el cambio de vida que exige dicho acontecimiento. En cada una de ellas existe una tensión entre la situación presente y la que está a punto de brotar: el reino se hace presente de forma germinal en los pobres, los misericordiosos…; pero Dios está a punto de instaurar definitivamente su reino, y la situación va a cambiar radicalmente. En conjunto, son un mensaje de esperanza, y una palabra de aliento, para descubrir la presencia actual del reino y anhelar su llegada definitiva (véase comentario a Mt 4 17).

Las bienaventuranzas declaran dichosos a hombres considerados de ordinario malditos y desgraciados. Son el grupo de los «pobres del Señor», que han puesto su confianza sólo en él, y alimentan su espiritualidad en los salmos del Antiguo Testamento (Sal 24 3-4; 37 11); pero representan también al grupo de los discípulos, a los que Jesús ha prometido el reino: son pobres, porque han puesto en Dios toda su confianza; y deben ser humildes, misericordiosos, de corazón limpio y constructores de la paz; han de vivir deseando siempre hacer la voluntad de Dios, aunque este deseo les acarree la persecución y la calumnia (Véase comentario a Mt 10 16-25). Los discípulos tienen aquí un espejo en el que mirarse, pues esta declaración inicial de Jesús ha de ser para ellos un motivo constante de reflexión y conversión.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Si te sientes débil, triste, vacío, excluido… mira a este «monte» donde Jesús es la fuente y el germen de una nueva humanidad…, los Benditos, los Bienaventurados, los Elegidos del Reino… En estas palabras de Jesús encuentran sentido nuestras noches, nuestras lágrimas, nuestras persecuciones y todas nuestras miserias y virtudes. Jesús «siendo rico se hizo pobre para enriquecernos a todos»; su humildad y sencillez, sus lágrimas, su justicia y su misericordia son una llamada para todos a formar ese «nuevo pueblo» fundado sobre nuevos valores y no sobre la ley. Desde el monte nos llama a una santidad al alcance de todos…, de los pobres, escondidos, limpios y de aquellos que no necesitan presumir de nada. Jesús pone su mirada sobre los discípulos, sobre nosotros hoy, no porque seamos buenos, sino porque sabe que tenemos la posibilidad de serlo; no porque seamos santos, perfectos o felices, sino porque reconoce en nosotros la capacidad de llegar a serlo con su gracia y con su eficaz palabra. Este «nuevo pueblo» necesitamos creer con más fuerza en el poder evangelizador de la pobreza, de la sencillez, de la misericordia y de la paz…, necesitamos creer hoy que es posible ser bienaventurados.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «¡Felices los sencillos!»
  • «¡Bienaventurados los pobres!»
  • «¡Felices los misericordiosos!»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Por dónde tengo yo que comenzar a hacer pobre mi vida?
  • A la luz de las Bienaventuranzas, ¿qué es lo más importante en mí?, ¿qué actitud concreta tengo que cambiar?, ¿qué acción precisa la va a manifestar?, ¿con qué medios voy a significar ese cambio de actitud?
  • En ese nuevo pueblo, en esa nueva comunidad que somos nosotros, ¿qué opción preferencial estoy yo dispuesto a vivir solidariamente?
  • ¿Estoy aprendiendo en comunidad a compartir el sufrimiento, la misericordia, la sencillez y la paz?, ¿cómo los construyo y los comparto?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Con qué hechos significamos nosotros hoy el contenido de las Bienaventuranzas?
  • ¿Podrías señalar en tu entorno a los que son verdaderamente pobres, sencillos, limpios…?
  • ¿Qué servicios concretos acercamos desde nuestras vidas a los bienaventurados actuales?
  • Podría cada uno de nosotros presentar su proceso de vivencia de las bienaventuranzas, ¿en cuál trabajas en este momento y por qué?, ¿cuál es la que más te afecta?

Terminamos orando todos juntos el Padre Nuestro.

V Domingo

1.- TÚ ERES LUZ

«… Entonces romperá tu luz como la aurora, enseguida te brotará la carne sana…» (Is 58, 7-10).
«Cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría… » (1 Cor 2, 1-5).

SÍMBOLOS

  • Cirio Pascual.
  • Los cirios bautismales de cada uno.

2.- PALABRA (Mt 5, 13-16).

Un texto con tres figuras simbólicas: la sal, la luz y la ciudad que nos significan a cada uno de los creyentes.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 5, 13-16)

Mc 9 50; Lc 14 34-35 Jn 8 12; 9 5; Lc 8 16; Mc 4 21; Ef 5 8-9

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se salará? Para nada vale ya, sino para tirarla fuera, y que la pisen los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo: no puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. 15 Tampoco se enciende una lámpara para taparla con una vasija de barro; sino que se pone sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. 16 Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que, al ver vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

COMENTARIO

Las bienaventuranzas terminan con una aplicación concreta (Mt 5 11-12), y esta aplicación continúa ahora. Mateo recoge aquí una comparación de Jesús, en la que las imágenes de la sal y de la luz sirven para dirigir una palabra de ánimo a los discípulos perseguidos. Los que viven según el estilo de las bienaventuranzas son sal y luz del mundo, es decir, fermento de una nueva humanidad, que alcanza a todos los hombres. La novedad y la liberación que trae el reino no pueden perder fuerza ni permanecer ocultas por miedo a la persecución, o por dejadez de los discípulos, sino que deben hacerse presentes en su testimonio de vida, para llevar a todos los hombres al encuentro con Dios.

3.- RESUENA LA PALABRA

Dos figuras siguen a las bienaventuranzas de Jesús:

La SAL y la LUZ. Jesús nos invita a encarnar estas figuras y a expresarlas con obras. Los cristianos no nos hemos de distinguir por ponernos trajes, distintivos, adornos externos o indumentarias aparatosas; hemos de ser conocidos por el «sabor» que damos a la vida, por la alegría con que vivimos las adversidades; hemos de ser reconocidos por la «luminosidad» que irradian nuestros rostros y nuestras obras. Trabajamos como todos, luchamos con todos, nos preocupamos por todos, pero en cada «buena obra» (v.16) la fe se expresa y el amor se activa sostenido por la oración.

La SAL y la LUZ que somos han de vencer en nosotros la rigidez, la inautenticidad, todo lo que nos «momifica»… desencadenando un amor dinámico, expresivo, «salado», gracioso, sabroso, que de gusto vivir cada una de las bienaventuranzas en las diferentes etapas de la vida. Estas dos figuras evangélicas vienen a completar las bienaventuranzas que Jesús nos propone como norma de vida; no son figuras para entender con la lógica del raciocinio, sino para expresar operativamente en la dinámica comunicativa de la vida cotidiana. ¡Que tus amigos y vecinos den gracias a Dios nuestro Padre por ser como eres! ¡Que el Reino brille en cada sonrisa y en cada una de nuestras palabras!

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Señor, mi luz.»
  • «Señor, mi salvación.»
  •  «Señor, mi bien.»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Damos «sabor» gozoso a los gestos y obras de cada día?
  • ¿Cómo somos en familia, con los íntimos, con nosotros mismos?
  • ¿Da «gusto» vivir a nuestro lado? ¿Iluminamos cada situación con la esperanza, con el amor, con la fidelidad?
  • La luz que irradiamos, ¿de quién o de dónde la recibimos? ¿Qué «generador» alimenta nuestra luminosidad?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos centrar el diálogo en el versículo siguiente: «Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que, al ver vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos» (v.16)
  • ¿Qué obras nos hacen luminosos?
  • ¿Qué acciones concretas valora hoy la sociedad que nos rodea?
  • ¿Qué necesidades tiene esta sociedad concreta que nos rodea?

Terminamos orando juntos el Salmo 111 del Diurnal

Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.

VI Domingo

1.- «PUES YO OS DIGO»

«Si quieres, guardarás sus mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad. «(Eclo 15, 16-21).
«Hablamos… una sabiduría que no es de este mundo…» (1 Cor 2, 6-10).

SÍMBOLOS

  • Bienaventuranzas, Sermón de la montaña
  • Diez mandamientos.
  • Las Bienaventuranzas.

2.- PALABRA (Mt 5, 17-37).

«Se dijo a los antiguos, pero yo os digo». Jesus exige a los suyos no un mero cumplimiento, sino una interiorización amorosa de la ley.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 5, 17-37)

Una actitud más allá de la ley Lc 16 17; Sant 2 10

No penséis que he venido a abolir las enseñanzas de la ley y los profetas; no he venido a abolirlas, sino a llevarlas hasta sus últimas consecuencias. 18 Porque os aseguro que mientras duren el cielo y la tierra, la más pequeña letra de la ley estará vigente hasta que todo se cumpla. 19 Por eso el que descuide uno de estos mandamientos más pequeños y enseñe a hacer lo mismo a los demás, será el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los cumpla y enseñe, será grande en el reino de los cielos. 20 Os digo que si no sois mejores que los maestros de la ley y los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. 21 Habéis oído que se dijo a nuestros antepasados: No matarás; y el que mate será llevado a juicio. 22 Pero yo os digo que todo el que se enfade con su hermano será llevado a juicio ante el sanedrín, y el que le llame impío será condenado al fuego eterno. 23 Así pues, si en el momento de llevar tu ofrenda al altar, recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda. 25 Trata de ponerte a buenas con tu adversario mientras vas de camino con él; no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. 26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo. 27 Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que todo el que mira con malos deseos a una mujer, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Así que, si tu ojo derecho es ocasión de pecado para ti, arráncatelo y arrójalo lejos de ti; te conviene más perder uno de tus miembros, que ser echado todo entero al fuego eterno. 30 Y si tu mano derecha es ocasión de pecado para ti, córtatela y arrójala lejos de ti; te conviene más perder uno de tus miembros, que ser arrojado todo entero al fuego eterno. 31 También se dijo: El que se separe de su mujer, que le dé un acta de divorcio. 32 Pero yo os digo que todo el que se separa de su mujer, salvo en caso de unión ilegítima, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una separada, comete adulterio. 33 También habéis oído que se dijo a nuestros antepasados: No jurarás en falso, sino que cumplirás lo que prometiste al Señor con juramento. 34 Pero yo os digo que no juréis en modo alguno; ni por el cielo, que es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, que es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran rey. 36 Ni siquiera jures por tu cabeza, porque ni un cabello puedes volver blanco o negro. 37 Que vuestra palabra sea sí o no. Lo que pasa de ahí, viene del maligno.

COMENTARIO

Las enseñanzas de Jesús no pretenden abolir la ley, como pensaban algunos carismáticos en la comunidad de Mateo, sino llevarla hasta sus últimas consecuencias. Según la doctrina de los fariseos, el hombre debía practicar las obras buenas que le hacen justo ante Dios y le alcanzan la salvación. Sin embargo, su interpretación de la ley había caído en la casuística y en la trampa de los «mínimos imprescindibles». Jesús propone una vivencia de la ley desde dentro, sin barreras, a fondo… en plenitud. La ley no debe ser acotada por una larga serie de preceptos, sino asumida desde dentro, como expresión de la voluntad de Dios, y abierta hasta sus últimas consecuencias. La clave para entender lo que Jesús propone se encuentra en las palabras finales de esta instrucción: sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5 48). Esta es la medida para interpretar y aplicar la ley.

Para explicar este modo de entender la ley de Moisés Mateo enumera cinco ejemplos (Mt 15 21-48), en los que la interpretación de Jesús se contrapone a la interpretación restrictiva de los fariseos, y del mismo Antiguo Testamento. Estos ejemplos se refieren probablemente a cuestiones discutidas en su comunidad. Sin embargo, no se trata de una lista acabada, sino de una invitación a aplicar este mismo principio a otros casos y situaciones, y hacer presente un nuevo estilo de vida, que no se basa en el cumplimiento externo, sino en las actitudes profundas (véase Mt 15 1-20). El precepto «no matarás» no se refiere sólo a la muerte física. Hay formas más sutiles de «matar»: la tensión del enfrentamiento, el insulto, la descalificación… van matando poco a poco al hermano.

Los vv. 23-26 son una invitación a la reconciliación constante dentro de la comunidad. Mateo no pierde ocasión para exhortar sobre la necesidad y la urgencia del perdón mutuo (véase comentario a Mt 18). Sin esta constante reconciliación no es posible la relación con Dios, porque no se puede vivir unido a Dios sin estar unido a los hermanos. En este pasaje se abordan dos cuestiones relacionadas con la vida matrimonial. También para estos casos vale la regla general, porque el adulterio empieza en el corazón, y la separación indiscriminada es una solución demasiado superficial (véase el comentario a Mt 19 1-9). Las palabras de los vv. 29-30 insisten en la decisión radical que exige la vida cristiana. Marcos coloca estas palabras en el contexto de una instrucción sobre el seguimiento de Jesús (Mc 10 11-12). La alusión al ojo derecho y la mano derecha ponen de manifiesto que nada puede ser más importante que vivir según la enseñanza de Jesús.

El discípulo debe estar dispuesto a todo para reflejar en su vida la perfección del Padre celestial. La necesidad de avalar la propia palabra con un juramento, como era costumbre entre los judíos, supone un clima de desconfianza. Sin embargo, la llegada del reino inaugura un clima de sinceridad, que hace innecesario este aval y cualquier otra prueba. En este clima el sí y el no de los labios debe corresponder al sí y al no del corazón.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

«Pero yo os digo» (v.22. 28. 32. 34).

Ante cada uno de los preceptos de la ley Jesús nos reta a un ahondamiento, a una radicalidad que es la que nos convierte en seres morales. Jesús evita las deformaciones legalistas y formalistas; al Maestro le interesa que crezca el centro, la raíz, la fidelidad del corazón. Ante el precepto de «no matar» Jesús dice: «no a la cólera, al odio en el corazón, al desprecio» (v. 21-22). Frente al «adulterio», Jesús dice «no a las concupiscencias, a los deseos deshonestos, a todo lo que ensucia» (v. 27-28). En las situaciones de «divorcio», Jesús nos propone la entrega total, incondicionada, gozosa, sin egoísmos (v. 31-32). Bajo presiones de juramentos, Jesús nos invita a un hablar sincero, veraz, leal, transparente (v. 33-37). Jesús no nos llama a un código de normas y de conductas tipificadas, nos invita a seguirle viviendo desde la hondura la respuesta a Dios con un corazón fiel, sencillo, transparente y veraz. Es desde esas actitudes profundas desde donde somos llamados a construir la fraternidad del Reino de las Bienaventuranzas.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Habla, Señor.»
  • «Mi Dios y mi todo.»
  • «Si y No en el corazón.»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • A las normas, leyes y mandamientos, ¿le pones inteligencia, corazón y fuerza?
  • ¿Vives el evangelio y los valores con fantasía y con corazón?
  • ¿Articulas las normas con la libertad del corazón y del amor?
  • ¿Sabríamos encontrar la armonía entre libertad y norma de convivencia?
  • ¿Cómo descubres en la práctica de la vida cotidiana la ley de Cristo, el amor?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos partir del texto siguiente: «Que vuestra palabra sea sí o no. Lo que pasa de ahí, viene del maligno» (v.37)
  • ¿A qué nos está motivando Jesús en este texto?
  • ¿Está en alza la sinceridad y la transparencia en nuestro entorno y en la sociedad?
  • ¿Es posible una moral de la transparencia y de la sinceridad?
  • ¿Son absolutamente necesarias las matizaciones?

Terminamos nuestra puesta en común orando juntos el Salmo 118 del Diurnal

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón;
el que, sin cometer iniquidad,
anda por sus senderos.
Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas;
entonces no sentiré vergüenza
al mirar tus mandatos.
Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones.

VII Domingo

1.- LO EXTRAORDINARIO

«…No odiarás de corazón a tu hermano… No te vengarás ni guardarás rencor… » (Lev 19, 1-2. 17-18).
«…Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. » (1 Cor 3, 16-23).

SÍMBOLOS

  • Cruz y hombre
  • La Cruz limpia, vacía, dispuesta para abrazar.

2.- PALABRA (Mt 5, 38-48).

El amor no conoce las barreras que los humanos podemos crear; vivir con los ojos puestos en Dios es el ideal propuesto por Jesús.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 5, 38-48)

Venganza Lc 6 29-30 Ex 21 24; Lv 24 20; Dt 19 21; 1 Cor 6 7

Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pero yo os digo que no hagáis frente al que os hace mal; al contrario, a quien te abofetea en la mejilla derecha, preséntale también la otra; 40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica, dale también el manto; 41 y al que te exija ir cargado mil pasos, ve con él dos mil. 42 Da a quien te pida, y no vuelvas la espalda al que te pide prestado. 43 Habéis oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. 45 De este modo seréis dignos hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. 46 Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa merecéis? ¿No hacen también eso los publicanos? 47 Y si saludáis sólo a vuestros hermanos ¿qué hacéis de más? ¿No hacen lo mismo los gentiles? 48 Vosotros sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

COMENTARIO

Este párrafo y el siguiente tienen como denominador común la invitación a amar al prójimo sin medida. En este precepto y en el de amar a Dios resumía Jesús toda la ley (véase Mt 22 34-40). La «ley del talión» ha sido superada por Jesús, porque con la llegada del reino se hace presente el amor de Dios, un amor comprensivo y sin medida; un amor que rompe las leyes de la correspondencia, porque Dios nos ama antes de que nosotros lo merezcamos. Los ejemplos que se citan pertenecen a la vida cotidiana, y pueden ser ampliados a otras muchas ocasiones. Ampliando el ejemplo anterior, Mateo explica el alcance y el fundamento del amor cristiano. Es un amor que no puede quedar reservado al círculo de los más cercanos, a los de mi grupo o a los que me aman, sino que alcanza incluso a los enemigos. Es un amor sin fronteras y sólo puede entenderse como expresión del amor de Dios, que es para todos. Los discípulos deben amar así, porque así es como ama Dios. Este será su signo distintivo. Las palabras finales resumen magníficamente lo que significan todas estas enseñanzas: los discípulos deben vivir con la mirada puesta en Dios, pues están llamados a manifestar en su vida la perfección de Dios, y no pueden poner topes ni barreras al amor.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

La vocación cristiana es una llamada a lo «extraordinario». Lo «normal», lo «natural» es la ley del talión: «quien la hace la paga»; «quien odia, provoca la reacción del rechazo». Pero Jesús nos dice (vv. 39 y 44) que hemos de hacer visible, vivible y socialmente expresable lo extraordinario. Hemos de comenzar en el terreno personal. Limpiemos cada uno el corazón de cólera, de odio, de mezquindad, de resentimiento; escondamos la garra, la mentalidad opresiva. «Amar al enemigo, orar por nuestros perseguidores, entregarte al que te pleitea…» (v. 40 y 44); «amar a los que no aman a nadie y a quien nadie ama» (v. 46); esto supone un reto extraordinario, estamos tocando el fondo de la práctica cristiana. Señor, soy yo quien tengo la responsabilidad cristiana de perdonar a todos, quien he de dar sin cálculos, amar a mis enemigos (a aquellos que tienen rostro concreto), orar por mis perseguidores y desear todo bien posible a los malvados. Soy yo quien he de saber dar a quien me desprecia o vuelve el rostro con una mirada feroz; soy yo el que he de beneficiar a quien me está creando graves problemas. Señor, estoy ante lo decisivo, ante lo extraordinario que yo he de vivir, hacer y expresar con la serenidad de lo ordinario, de lo normal, de lo que acontece cada día, «como el sol que sale sobre buenos y malos y la lluvia que cae sobre justos e injustos» (v. 45). Para esto, Señor, necesito que tu Espíritu no me abandone nunca. Tú eres el Dios fiel, un Padre lleno de amor.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Ama a tu enemigo.»
  • «Ora por tu perseguidor. »
  • «Da a quien te pida.»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • El perdón, el amor, la gratuidad… ¿están en mí como objetivos inmediatos?
  • ¿Son un reto permanente frente a determinadas personas?
  • ¿Le pongo rostros concretos a los que extorsionan mi existencia?
  • ¿Qué actitud mantengo frente a los que no me quieren?
  • Este evangelio, que nos propone lo extraordinario, ¿lo tengo recluido en el olvido o en el silencio? Lo extraordinario es el núcleo de la vida cristiana.

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Compartamos juntos, dialogando sobre la siguiente frase de Jesús en el texto: «De este modo seréis dignos hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos» (v. 45).
  • ¿Qué actitudes nos invita a cultivar Dios nuestro Padre?
  • ¿Esto resulta fácil, difícil, imposible… qué hacer?
  • «De este modo…», ¿cuál es el modo propio del cristiano?

Terminamos orando juntos el Salmo 102, 1-6.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura;
él sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila se renueva tu juventud.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.

VIII Domingo

1.- LO ESENCIAL

«…Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado…» (Is 49, 14-15).
«…Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón… » (1 Cor 4, 1-5).

SÍMBOLOS

  • Ramo de flores.
  • Maceta.
  • Plato con incienso.

2.- PALABRA (Mt 6, 24-34).

Todo pierde importancia cuando aparece con claridad la preocupación por el Reino.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 6, 24-34)

Buscar lo esencial

Lc 12 22-34 1 Re 10; Sal 37 4; Ex 16 4

Nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y al otro no le hará caso. No podéis servir a Dios y al dinero. 25 Por eso os digo: No andéis preocupados pensando qué vais a comer o beber para sustentaros, o con qué vestido vais a cubrir vuestro cuerpo. ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? 26 Fijaos en las aves del cielo; ni siembran ni siegan ni recogen en graneros, y sin embargo vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Quién de vosotros, por más que se preocupe, puede añadir una sola hora a su vida? 28 Y del vestido, ¿por qué os preocupáis? Fijaos cómo crecen los lirios del campo; no se afanan ni hilan; 29 y sin embargo, os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno de ellos. 30 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno Dios la viste así, ¿qué no hará con vosotros, hombres de poca fe? 31 Así que no os inquietéis diciendo: «¿Qué comeremos? ¿Qué beberemos? ¿Con qué nos vestiremos?» 32 Esas son las cosas por las que se preocupan los paganos. Ya sabe vuestro Padre celestial que las necesitáis. 33 Buscad ante todo el reino de Dios y lo que es propio de él, y Dios os dará lo demás. 34 No andéis preocupados por el día de mañana que el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su propio afán.

COMENTARIO

La última frase del párrafo anterior exige optar entre Dios y el dinero. Ahora las palabras de Jesús, que Mateo toma en la tradición, ilustran en qué consiste servir a Dios. Los afanes y preocupaciones de la vida cotidiana (la comida, el vestido…) pierden importancia cuando en la vida del discípulo aparece con claridad la preocupación fundamental por el reino. Entonces cambia todo, y es posible vivir en el ámbito de la confianza absoluta en el Padre, que vela por todos (Mt 5 43-48) y que conoce las necesidades de los discípulos (Mt 6 8). Él, que cuida de las aves del cielo y de los lirios del campo, cuidará con mucho más motivo de sus hijos, a condición de que ellos busquen el reino y lo que es propio de él. Esta enseñanza de Jesús es una buena traducción de la actitud frente a la vida que proponen las bienaventuranzas y el Padrenuestro. Para los cristianos de todos los tiempos, hombres de poca fe, y preocupados siempre por el día de mañana, son, al mismo tiempo, una sacudida saludable, y una buena noticia, que libera de tensiones y sufrimientos innecesarios.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

En un mundo, una sociedad, donde el dinero es acumulado, adorado y servido…, hemos de ser muy cautos para no dejarnos tranquilizar por las personas que nos aportan argumentos prudentes y previsores. «No podéis servir a Dios y al dinero» (v. 24). Jesús nos indica la acertada orientación: Dios, su Reino, su justicia; «buscad: ante todo el reino de Dios y lo que es propio de él» (v. 33) (en otras traducciones «el reino y su justicia»). En el mundo judío retener lo que no se necesitaba para sí era injusto, la justicia suponía compartir, distribuir providentemente. Jesús nos invita a vivir, buscar y servir al Reino como un absoluto en el que la justicia providente de Dios pasa por nuestras vidas, por nuestra solidaridad providente, por nuestra mirada y cercanía amorosas en los hermanos. Vamos más allá de la comida y el vestido, dos ejemplos que nos aporta Jesús (v. 25-30). «No os inquietéis» (v. 31). En una sociedad que tiene un índice tan alto de paro, de mendicidad, de corrupción y de injusticia, sí que estamos inquietos por estas lacras que estamos creando y arrojando sobre los pequeños y débiles de nuestro entorno. Nos inquieta, nos preocupa (v. 34) y nos quita el sueño no realizar hoy, ahora, en esta sociedad y en esta Iglesia que formamos, la JUSTICIA PROVIDENTE Y DISTRIBUTIVA que es el Reino, que es el amor providente y generoso de Dios. Nos preocupa el mañana de tantos hombres y mujeres que sufren la «injusticia» de no tener de que comer y con que vestirse; me preocupa mi justicia lejos de la justicia providente y distributiva de Jesús. «A cada día le basta su propio afán» (v. 34). Este es nuestro afán y preocupación.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Venga a nosotros tu Reino.»
  • «Mi Dios y mi todo.»
  • «Padre Nuestro.»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • Revisamos nuestras opciones personales respecto de la justicia providente y distributiva. ¿Es justo acumular lo que no utilizamos?
  • ¿Por qué necesitamos esas seguridades económicas?
  • ¿Qué déficit de madurez tenemos que necesitamos apoyarnos en algo tan caduco y transitorio?
  • A la luz de este evangelio, ¿qué medida tomamos como persona y como miembro de la Iglesia?
  • ¿Es posible algún cambio?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos centrarnos en el versículo primero del texto: «Nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y al otro no le hará caso. No podéis servir a Dios y al dinero» (v. 24).
  • ¿Cómo hemos de entender el «servicio»?
  • ¿Quién es el verdaderamente «amo» de nuestro corazón?
  • ¿A quién amamos más con realismo, dedicación y veracidad? No nos inquietemos, pero demos algunos pasos efectivos y positivos.

Terminamos orando juntos el Salmo 61 del Diurnal

Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre
todos juntos, para derribarlo
como a una pared que cede o a una tapia ruinosa?
Sólo piensan en derribarme de mi altura,
y se complacen en la mentira:
con la boca bendicen, con el corazón maldicen.
Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
De Dios viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.
Los hombres no son más que un soplo,
los nobles son apariencia;
todos juntos en la balanza
subirían más leves que un soplo.
No confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en el robo;
y aunque crezcan vuestras riquezas,
no les deis el corazón.
Dios ha dicho una cosa,
y dos cosas que he escuchado:
«Que Dios tiene el poder
y el Señor tiene la gracia;
que tú pagas a cada uno según sus obras.»

IX Domingo

1.- EDIFICA BIEN

«…Mirad: hoy os pongo delante maldición y bendición…» (Dt 11, 18. 26-28).
«…El hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley… » (Rom 3, 21-25. 28).

SÍMBOLOS

  • Palabra de Dios.
  • Ladrillos, materiales de construir.

2.- PALABRA

(Mt 7, 21-27). Jesús nos indica la forma práctica de elaborar nuestra existencia conforme a la voluntad divina.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 7, 21-27)

Dos tipos de discípulos (7, 21-23)

Las dos casas (7, 24-27)

No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán aquel día: – ¡Señor, Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Pero yo les responderé: – No os conozco; ¡apartaos de mí, malvados! 24 El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, es como aquel hombre sensato que edificó su casa sobre piedra. 25 Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y se abatieron sobre la casa; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca. 26 Sin embargo, el que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, es como aquel hombre necio, que edificó su casa sobre arena. 27 Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, se abatieron sobre la casa, y ésta se derrumbó. Y su ruina fue grande.

COMENTARIO

Otro modo de desviarse del camino de la vida consiste en quedarse en las palabras, e incluso en los signos externos, descuidando lo más importante: hacer la voluntad de Dios. También esta fue una experiencia de la iglesia de Mateo, en la que algunos grupos carismáticos ponían todo el énfasis en la alabanza y en los milagros. Mateo les recuerda las palabras de Jesús: a la hora de la verdad lo decisivo será si han puesto en práctica la voluntad de Dios, o como dice san Pablo en un texto paralelo (1 Cor 13), si han amado de verdad. Esta comparación, con la que se cierra el sermón del monte, es una explicación de las palabras precedentes. El camino que lleva a la vida es angosto y difícil; la forma más segura para no desviarse de él es hacer la voluntad de Dios, expresada en las palabras de Jesús. El que las escucha y las pone en práctica ha cimentado su casa sobre roca; el que no lo hace, queda a la intemperie, expuesto a cualquier viento de doctrina y al torrente arrollador de otras propuestas más cómodas. Con esta imagen tan sugerente Mateo invita a su comunidad, y a los cristianos de todos los tiempos, a enraizarse firmemente en las enseñanzas de Jesús y a traducir estas enseñanzas en acciones concretas. No valen otras doctrinas, ni siquiera es suficiente la ortodoxia; la piedra de toque está en la ortopraxis, es decir, en el recto obrar.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Con este evangelio se cierra el Sermón de la Montaña. Ese gran discurso programa de Jesús. Al final lo que cuenta no son las palabras, lo que cuenta son las obras de amor. «Señor, ¿no profetizamos…, expulsamos demonios… e hicimos milagros en tu nombre?» (v.22). Si, «pero no os conozco; ¡apartaos de mí, malvados!» (v.23). Podemos refugiarnos en las palabras, en las teorías, en las catequesis, en los sermones; también podemos caer en la trampa de acciones maravillosas y milagrosas… (v.22). Todo con autoridad, ortodoxia y eclesialidad y sin embargo «ser unos desconocidos para Dios» (v.23); otra traducción «nunca os he conocido».

¿Cómo pasar a Dios de los labios al corazón?, de la palabra a la acción; he ahí la clave de la figura de la casa que estamos todos construyendo a lo largo de la existencia. Jesús nos entrega sus palabras para que las usemos realizándolas en «acciones de amor» concretas, que construyan nuestra existencia, que nos hagan «templos vivos» de su Espíritu; «palabras prácticas» que sean respuestas concretas a las necesidades de los que nos rodean. El camino que conduce a la «sensatez» (v.24) de «hacer la voluntad de Dios (v.21) es el camino de la Palabra que pasando por el corazón nos hace templos sólidos, vivos y eficaces; casas de Dios construidas con el amor práctico y operativo a los hermanos. Siguen «cayendo lluvias, viniendo torrentes y soplando vientos» (v.25) pero con la Palabra y los Hechos de amor seguiremos firmes sobre nuestra ROCA que es Dios. No nos refugiemos en las doctrinas, siempre expuestas a los vientos que soplan, vivamos y practiquemos la PALABRA eficaz de Dios que es nuestra ROCA firme que nos salva.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Tu Palabra me da vida.»
  • «Hágase tu voluntad, Padre.»
  • «Venga a nosotros tu Reino.»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Somos conscientes de estar permanentemente construyéndonos con las acciones que engendra la Palabra evangélica en nosotros?
  • ¿A partir de qué criterios determinas la práctica de tu vida?, ¿te construyes a partir de normas, de imperativos legales o de la Palabra viva del Evangelio?
  • ¿Dónde pones más énfasis en la palabra o en la acción?
  • ¿Las acciones de tu vida llevan la fuerza amorosa del corazón motivado por la Palabra?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos centrar nuestro diálogo en el versículo siguiente del evangelio: «No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos» (v. 21).
  • ¿Existe oposición entre orar y hacer? ¿Por qué plantea Jesús esa oposición? ¿Qué oración es la que nos vuelve ineficaces y vacios? ¿Cómo unir estas dos realidades en la vida cotidiana?

Terminamos orando juntos el Salmo 30 del Diurnal

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí;
ven a prisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame:
sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal me librarás.

Santísima Trinidad

1.-LA COMUNIDAD, ICONO DE LA TRINIDAD

« … Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia… » (Ex 34, 4-6. 8-9).
«… Animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros… » (2 Cor 13, 11-13).

SÍMBOLOS

  • Icono de la Trinidad, de Rublev.
  • Símbolo bautismal.

2.- PALABRA (Jn 3, 16-18).

Juan nos presenta en estos tres versículos el amor de Dios que mira con misericordia a la criatura; la entrega por amor del Hijo y la respuesta del ser humano: la fe.

Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 3, 16-18)

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. 17 Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

COMENTARIO

La tercera fase (Jn 3, 9-21) se centra en la descripción del acontecimiento salvífico. La iniciativa procede de Dios (Jn 3, 16), se realiza por medio del Hijo, que ha venido de su parte y que vuelve a él a través de la cruz-exaltación (Jn 3, 14). El hombre se apropia de ella o la rechaza mediante la fe-incredulidad en el Enviado. No existe mejor síntesis se la vida cristiana. Así es el mensaje joánico. Estamos ante el mejor resumen de la teología joánica. El mejor comentario del mismo nos lo ofrece otro texto del cuarto evangelio, que habla de Jesús como el Enviado, de quien lo ha enviado y de la fe en ambos, del juicio que se realiza en la aceptación o rechazo de la luz (Jn 12, 44-50).

La «elevación» de Jesús (Jn 3, 14) es la que constituye el reino, reinado o señorío de la vida. En la elevación a la cruz va incluida la exaltación a la gloria. En dicha elevación, el evangelista Juan acentúa las ideas siguientes: la victoria sobre el príncipe de este mundo (Jn 12,31; 14,27-30); la participación del hombre en ella mediante la fe (Jn 12, 32); la muerte en cuanto paso necesario y un aspecto parcial de la elevación; la cruz no es el lugar de la máxima humillación, sino un aspecto de la elevación.

En este evangelio el fundamento de la teología o de la reflexión teológica no es la cruz, sino el estar sentado a la derecha del Padre; Jesús aparece como el vencedor de la muerte (Jn 5, 26; 14,30) y el dador de la vida para todos los que creen en él. El juicio de salud o desgracia, se realiza en la actitud de aceptación o rechazo frente a Jesús (Jn 3, 18-21). En el evangelio de Juan no existe un juicio futuro, que tendría lugar al final de los tiempos, al estilo sinóptico (Mt 25, 31ss). El juicio se realiza aquí y ahora por la actitud del hombre ante el Revelador (Jn 3, 18). Dios envió a su Hijo al mundo para que el hombre pueda salvarse. Dios hizo la oferta de la vida. Oferta que sigue abierta. Debe ser aceptada en la fe. Lo contrario equivale a la auto-exclusión de la vida. Este es el juicio. En resumen: el reino es presentado como la vida eterna. El acceso a él lo hace posible la fe y el sacramento, que no es eficaz sin ella.

Comentario al Nuevo Testamento
Felipe Fernández Ramos
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Este movimiento de amor del Padre entregando al Hijo requiere la respuesta personal de la fe, donde todo juicio muere: sólo el amor que se entrega personalmente y se recibe personalmente es digno de ser creído. En ese amor recibido y respondido personalmente se comprende el misterio trinitario. En la respuesta del amor nos realizamos como personas y realizándonos comprendemos el misterio comunitario. El modelo trinitario permite desarrollar una fecunda dialéctica de unidad personal en la diversidad comunitaria. Sólo entregándose personalmente sin exclusividad se llega al servicio de la verdad que nos hace libres. La estructura comunitaria, necesaria en lo esencial y como un medio, está al servicio de la circulación de la vida y del amor. Todos los medios han de asegurar la reciprocidad de las personas, el intercambio y la comunión. Sólo reproduciendo en nuestro interior el dinamismo amoroso de la Trinidad lograremos comprender el misterio de la Iglesia y de la vida comunitaria en su diversidad.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Tanto me amas, Dios»
  • «Mi Dios y mi todo»
  • «Creo, Señor»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cómo proyecto mi amor en la vida de comunidad? ¿Lo expreso personalmente? ¿Lo hago cercano con detalles? ¿Lo vivo y lo recibo de forma positiva?
  • ¿Hago de la transparencia un medio para la comunicación en la comunidad?
  • ¿Cultivo cuidadosamente los afectos y los expreso con ternura?
  • ¿Vivo la verdad amorosa de mi interior sin miedos y con un lenguaje claro?
  • ¿Fomento la expresión sincera y libre de los otros, sin juicios, recelos y murmuraciones?
  • ¿Sé fomentar la comunión sencilla?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Expresa con pocas palabras lo que es para ti la comunidad. ¿Qué finalidad tiene esta comunidad que formamos?
  • En un orden ¿a qué hemos de darle la primacía?
  • ¿Qué imagen tenemos de cara al exterior?
  • ¿Somos unas personas unidas?
  • ¿Aprenden los que nos ven que Dios es amor observando nuestros comportamientos?
  • ¿Evangelizamos a través del signo del amor mutuo?

Podemos finalizar con la oración de San Francisco de Asís.

SEÑOR, HAZ DE MÍ UN INSTRUMENTO DE TU PAZ

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

1.- UN DON PARA EL CAMINO

» … El hombre vive … de todo cuanto sale de la boca de Dios … » (Dt 8, 2-3. 14-16).
» … El pan que partimos, ¿no nos une a todos en el cuerpo de Cristo?… » (1 Cor 10, 16-17).

SÍMBOLOS

  • Hogaza de pan.
  • Copa con vino.

2.- PALABRA (Jn 6, 51-58).

Jesús en la sinagoga promete el don de la Eucaristía: su Cuerpo y Sangre para la vida del mundo. Él es el pan vivo y quien le come vivirá para siempre.

Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 6, 51-58)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: – «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.» 52 Disputaban los judíos entre sí: – «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» 53 Entonces, Jesús les dijo: – «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. 55 Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y so en él. 57 El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. 58 Éste es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».

COMENTARIO

En esta perícopa da Jesús la última explicación del reparto de los panes. El punto central se encuentra en su afirmación, repetida de diversas maneras, del don de sí mismo. Jesús no ha venido a dar «cosas», sino a darse él mismo a la humanidad. Por eso el pan que daba contenía su propia entrega, era la señal que la expresaba. Esta misma es su exigencia para el discípulo: Debe considerarse a sí mismo como «pan» que hay que repartir; y debe repartir su pan como si fuese él mismo quien se reparte. Ha de renunciar a poseerse. Sólo el que no tema perderse encontrará su vida. Esta se recibe sólo en la medida en que se da, se posee en la medida en que se entrega. Hacer que la propia vida sea «alimento disponible» para los demás, como la de Jesús, repitiendo su gesto con la fuerza de su Espíritu que es la de su amor, es la ley de la nueva comunidad humana. Se expresa en la eucaristía, que renueva el gesto de Jesús. En ella se experimenta su amor en el amor de los hermanos y se manifiesta el compromiso de entregarse a los demás como él se entregó. La nueva sociedad no se producirá por una intervención milagrosa de Dios. El amor de Dios se ha manifestado en Jesús-hombre y ha de seguir manifestándose por medio de los hombres, con su esfuerzo y su dedicación.

El Evangelio de San Juan
J. Mateos – J. Barreto

3.- RESUENA LA PALABRA

Dios nos atrae -dice el libro del Deuteronomio, 8,3- haciéndonos pasar hambre». Lo que fue signo para los judíos, ahora, para nosotros es un drama. Nosotros podemos acercarnos a la mesa sin sentir nada que se asemeje ni vagamente al hambre. El verdadero problema es cómo provocar el hambre; muchos se preocupan de las condiciones morales para la recepción de la comunión, pero no de la condición signo: el hambre, la necesidad. La Eucaristía pone a prueba mi vida, tengo sobrante de todo…, hasta del don… y mi corazón se torna frío, árido, vacío, sin latidos humanos… es la prueba evidente de un fracaso, el fracaso de la prueba a la que Dios nos somete dándosenos en la Eucaristía. La Eucaristía es don, no premio. Un don que ha de explotar dentro, que ha de desbordar la vida estrecha y raquítica haciéndonos seres excesivos, desproporcionados, liberados y liberadores, amantes de la vida que se desborda en ternura, amor, entrega y generosidad. Somos invadidos por un don tan extraordinario, por un estremecimiento de esperanza tan grande que puedo y debo hacer vivir a muchos: «se entregó por todos». Es absurdo retirarse, intimidarse o reducirlo a lo devocional…, el don en ti y en mí ha de producir su fruto: vida, «yo he venido para que tengan vida en abundancia…, yo daré mi carne para la vida del mundo» (v.51). Los otros…, los demás, los que me rodean han de recoger la vida abundante…; alguien puede decirme: «no faltes a la cita con el cuerpo de Cristo, de lo contrario corro el peligro de morir de hambre».

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Yo soy el pan de vida «
  • » El que me come vivirá «
  • » Yo te resucitaré «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cómo valoras la Eucaristía, cómo la celebras y la trasmites?
  • ¿Has leído o meditado algo que te haya renovado la vivencia de la Eucaristía?
  • ¿La preparas cada día y te comprometes con ella?
  • ¿Te repercute dentro la celebración diaria?
  • ¿Qué parte de la celebración es la que más te motiva?
  • ¿Por qué esa?, ¿tiene algo que ver con tu forma de ser?, ¿o con tu situación actual?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Qué podemos hacer como comunidad para vivir mejor la Eucaristía? ¿Podríamos prepararla juntos?
  • ¿Aportar signos creativos a la comunidad parroquial?
  • ¿Sugerir compromisos de acciones concretas?
  • ¿Cómo relacionar la Eucaristía y el hambre de los pobres?
  • ¿Qué compromiso -no económico- contraes?¿Qué acción concreta proyectas como comunidad?

Podemos exponer el Santísimo y terminar con un tiempo de oración silenciosa.

XIV Domingo

1.- SENCILLOS DE CORAZÓN

» … Modesto y cabalgando en un asno… » (Zac 9, 9-10).
» … Vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros… » (Rom 8, 9.11-13).

SÍMBOLOS

  • Un icono de San Francisco de Asís

2.- PALABRA (Mt 11, 25-30).

El Misterio del Reino como don y revelación del Padre a los sencillos de corazón (v.25). Jesús se presenta como alivio, lugar y descanso en las fatigas de la vida (v.28 y 29).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 11, 25-30)

El reino revelado a los pequeños

Lc 10 21-22 1 Cor 1 26-29; Mt 28 18; Jn 3 35; 13 3; 17 2; Jr 31 25; 6 16

Entonces Jesús tomó la palabra y dijo: – Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has dado a conocer a los sencillos. 26 Sí, Padre, así te ha parecido bien. 27 Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y al Padre no le conoce más que el Hijo, y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 Venid a mí todos los que estáis fatigados por el peso de vuestra carga, y yo os aliviaré. 29 Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sufrido y humilde, y hallaréis descanso para vuestras vidas. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

COMENTARIO

Mateo ha reunido aquí tres dichos de Jesús que tuvieron un origen independiente. Lucas sitúa la alabanza de Jesús en un contexto más verosímil: el regreso de los discípulos después de anunciar la buena noticia (Lc 10 21-22). Según él, lo que Dios ha revelado a los sencillos es el misterio del reino. Sin embargo, para Mateo, el objeto de la revelación del Padre es el misterio de Jesús, que muchos de sus contemporáneos no han sabido descubrir (Mt 11 16-24). En el contexto de Mt 11 2-12 50 este párrafo es muy importante. En él se explica que el rechazo de Jesús estaba previsto en el designio de Dios, el cual ha querido revelar el misterio de Jesús a los sencillos.

Al experimentar la acogida de los sencillos, Jesús manifiesta su alegría alabando a Dios. Al mismo tiempo, el rechazo de los sabios y prudentes revela con claridad que la fe en Jesús como Hijo de Dios es un don; no es fruto del esfuerzo humano. Para acoger este don hay que vaciarse y hacerse sencillos (Mt 11 27). Por eso Jesús invita a todos los que están abrumados a que vengan a él y encuentren el descanso, cambiando el pesado fardo de la ley por el yugo suave del amor al prójimo. La aceptación y el rechazo de Jesús seguían siendo un hecho en tiempos del evangelista, el cual, a través de este párrafo dirige una invitación a los cristianos de su época para que acojan con sencillez el misterio de Jesús, y vivan siempre unidos a él, teniéndole como modelo y maestro.

Comentario al Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Este texto lo eligió la Iglesia para proclamar a toda la humanidad el carisma franciscano; es el texto que leemos en la fiesta de San Francisco de Asís. La primera enseñanza que nos propone es que la sabiduría del amor la otorga el Padre a los sencillos de corazón y no a los que saben de legalidades y prudencias humanas. En esta acción de gracias de Jesús hay una llamada, la única llamada del Evangelio a la imitación «aprended de mí» (v.29), pero quiere que aprendamos «unciéndonos con Él» (este es el sentido del término), no es «cargad con mi yugo» (v.29), sino «unciros conmigo» y «hallaréis descanso para vuestras vidas» (v.29). uncidos con Cristo a Cristo, juntos en el mismo yugo y en el mismo tiro las cargas son más livianas… uncidos a Él en el mismo yugo es como vivimos en comunión y aprendemos los pasos y soportamos las mismas cargas. uncidos con El aprendemos «la humildad y el sufrimiento» (v.29) al estilo suyo… En este texto Jesús nos llama a una comunión donde se permite el mismo peso, la misma fatiga y la idéntica carga…, las suyas y las nuestras son llevadas con los mismos y tiros y esfuerzos. «Venid» (v.28) es una llamada a la comunión íntima, dolorida y secreta… allí donde se alivian las fatigas cotidianas. No llama al seguimiento «veníos conmigo», llama a la relación personal e íntima: «a mí», a formar pareja uncida conmigo, así «lo mío será tuyo y lo tuyo mío». Uncidos con Él los «pesos serán suaves y las cargas ligeras» (v.30); esto fue lo que ayudó a Francisco de Asís a continuar y consumar su vida evangélica lo más cerca que pudo de Jesús.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Yo te alabo, Padre»
  • «Venid a mí»
  • «Mi yugo es suave»
  • «Mi carga ligera»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cómo vives la simplicidad y pequeñez evangélica?
  • ¿Qué actitudes cultivas?
  • ¿Qué servicios concretos la expresan en tu vida cotidiana?
  • ¿Con qué acciones concretas la vives en tu relación pastoral?
  • ¿Te sientes uncido a Cristo en los pesos y en los gozos?
  • ¿Qué cargas, dificultades o pesos te alivia la relación íntima con Cristo?
  • ¿Qué gozos y alegrías te aporta saberte uncido con Él?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Seguimos cultivando la sencillez?
  • ¿Qué actitudes, qué servicios y medios hemos de establecer en la comunidad?
  • Para el fomento de la sencillez evangélica: ¿Podemos hacer una revisión de vida comunitaria?
  • ¿Podemos reformular nuestras expresiones respecto de los demás?
  • ¿Podemos mejorar nuestra forma de orar? En cuanto a la actitud, al método y a los contenidos.

Podemos terminar con la siguiente oración comunitaria.

¡Salve, reina sabiduría,
el Señor te salve con tu hermana la santa pura sencillez!
¡Señora santa pobreza,
el Señor te salve con tu hermana la santa humildad!
¡Señora santa caridad,
el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia!
¡Santísimas virtudes,
a todas os salve el Señor, de quien venis y procedéis!

Escritos de S. Francisco de Asís
Saludo a las virtudes. BAC

XV Domingo

1.- LA MANO ABIERTA DEL SEMBRADOR

«… Así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mi vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.» (Is 55, 10-11).
«… La creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios.» (Rom 8, 18-23).

SÍMBOLOS

  • Un cuenco con granos de trigo.
  • Un ramo de espigas.

2.- PALABRA (Mt 13, 1-23).

Comenzamos el tercer discurso del evangelio de San Mateo: el Reino en Parábolas. Atención a la mano abierta del sembrador…

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 13, 1-23)

El sembrador

Mc 4 1-9; Lc 8 4-8

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. 2 Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla. 3 Les habló mucho rato en parábolas: – «Salió el sembrador a sembrar. 4 Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. 5 Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; 6 pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. 7 Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. 8 El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. 9 El que tenga oídos que oiga.» 10 Se le acercaron los discípulos y le preguntaron: – «¿Por qué les hablas en parábolas?» 11 Él les contestó: – «A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. 12 Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. 13 Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. 14 Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: «Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; 15 porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure.» 16 ¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! 17 Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron. 18 Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador: 19 Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. 20 Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; 21 pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. 22 Lo sembrado en zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. 23 Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.

COMENTARIO

E[/dropcapl primer bloque de esta sección (Mt 13 1-23) formaba ya una unidad en el evangelio de Marcos. Las modificaciones introducidas por Mateo tratan de explicar el oscuro texto de Mc 4 10-12, sobre la función de las parábolas, y de trazar una línea divisoria entre los que entienden (los discípulos) y los que no entienden (la gente). Para entender bien la parábola del sembrador, debemos prescindir de la explicación que la acompaña (Mt 13 18-23), pues esta explicación es, como veremos, fruto de una reflexión posterior. El centro de interés de la parábola no está en cómo es acogida la semilla, sino en la magnífica cosecha que produce la que cae en tierra buena. Teniendo presente que por entonces en Palestina una cosecha del siete por uno era considerada una buena cosecha, este treinta, sesenta o ciento por uno, de que habla la parábola, debió de resultar exagerado y llamativo a los oyentes de Jesús. Es probable que esta parábola fuera pronunciada para responder a las objeciones de quienes no veían en Jesús los signos de triunfo y fuerza, que esperaban ver en el Mesías. Entonces Jesús se dirige a sus discípulos y pone ante sus ojos la grandiosa cosecha final, diciéndoles: ¡Animo! ¡No hay que desanimarse! A pesar del fracaso aparente, y de su presencia oculta, la llegada del reino es imparable, y el resultado final será maravilloso e incalculable.

En este pasaje es donde Mateo ha modificado más el texto de Marcos, que era confuso, tratando de aclarar cuál es la función de las parábolas. En realidad este texto es el resultado de una larga reflexión acerca del rechazo de Jesús y su mensaje por parte de los judíos. Marcos relacionó este hecho con las parábolas, y vio en ellas un instrumento cegador para los que han rechazado a Jesús. Mateo, por su parte, desarrolla esta reflexión ampliando la cita de Isaías y colocando aquí algunas palabras de Jesús que Marcos y Lucas sitúan en otros lugares. El pasaje debe leerse en el contexto de la sección precedente (Mt 11 2-12 50), donde aparece el rechazo a Jesús. Mateo ve en las parábolas la ocasión para que aparezcan con claridad la acogida y el rechazo de Jesús y su mensaje. Las palabras de Mt 13 12: al que tiene se le dará y tendrá de sobra; pero al que no tiene, aun aquello que tiene se le quitará, muestran que estas dos actitudes son incompatibles, y que no caben soluciones intermedias. Los discípulos encarnan la postura de los que acogen a Jesús. Ellos comprenden y pueden profundizar en el significado de las parábolas, porque son la verdadera familia de Jesús, que hace la voluntad del Padre (Mt 12 48-50); son los sencillos, a quienes Dios ha revelado los misterios del reino (Mt 13 11; 11 25). Jesús les declara dichosos, porque han sabido abrir sus ojos y sus oídos, para escuchar su mensaje y ver en sus signos la llegada del reino de Dios. Sin embargo, la gente no entiende nada, porque su corazón está embotado, y sus ojos y sus oídos están cerrados. Jesús les habla por medio de parábolas para hacerles comprender, pero es inútil: en ellos se cumple la profecía de Isaías que anunciaba, según Mateo, este rechazo. Jesús explica en privado a los discípulos el significado de la parábola del sembrador (Mt 13 3-9).

En realidad se trata de una aplicación de dicha parábola a la situación de la iglesia posterior. El acento no está ya en el éxito final de la siembra, sino en las diversas actitudes con que se acoge la predicación del evangelio. Mateo, subrayando el contraste entre los que no entienden (Mt 13 19) y los que entienden (Mt 13 23), convierte esta explicación en una exhortación a los cristianos de su comunidad, para que la acogida primera del evangelio no sea ahogada por las dificultades con que se encuentran. Todos están llamados a entender, es decir, a conocer y poner en práctica las enseñanzas de Jesús.

El Mensaje del Nuevo Testamento

S. GuijarroCasa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

La palabra sigue llegando, cayendo sobre nuestros terrenos… buenos, malos, agrestes, caminos…; lo peor es cuando nos convertimos en «depósitos» de mensajes y de palabras, ni desaparece, ni es fecundada, se queda ahí… inútil, estéril, sin respuesta, sin efecto. «Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen» (v.16). Esta bienaventuranza me sobrecoge…, me estimula a un uso creyente… evangelio de mis sentidos: ¿Cómo recibo los mensajes a través del oído y de la vista? ¿Cómo acojo?, ¿está mi mente y mi corazón abiertos a las semillas de la vida? ¿Está mi entendimiento en actitud de comprender? El Reino… ¿dónde está el Reino en la Parábola?, ¿está en la «mano abierta del sembrador», ahí está, en la paciencia permanente de Dios; en la actitud constante de sementera…; en la fe en esta tierra nuestra tan variada, tan abandonada por nosotros, tan poco receptiva; en la esperanza de ese sembrador que no cesa y no cierra su mano.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Tu palabra me da vida»
  • «Dichosos vosotros»
  • «Escucha Israel»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Me preparo ordinariamente para acoger la Palabra de Dios?
  • ¿A qué niveles de mi existencia dejo que llegue?
  • ¿Pongo barreras a la Palabra?
  • ¿Reconoces en alguien de tu entorno la mano siempre abierta del Sembrador?
  • ¿Qué actitud mantienes ante esta mano siempre abierta?
  • ¿Te comunicas con ella? ¿Cómo definirías tu tierra?
  • ¿Te la has trabajado personalmente?
  • ¿Has intentado mejorarla, hacerla más receptiva?, ¿cómo?, ¿qué medios has usado?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Cómo vivimos comunitariamente la parábola? ¿Cuáles son las dificultades?
  • ¿Desarrollamos la acogida, la preparación y la profundización de la Palabra?
  • ¿Qué rostro tienen entre nosotros las piedras, el camino, los matorrales…?
  • ¿Tienen rostro entre nosotros «el vacío» y «el depósito».
  • Comentar la siguiente frase: «La semilla no está sola cuando está en la profundidad del surco. Únicamente está sola cuando no da fruto.»

Podemos terminar con la oración del Padrenuestro.

XVI Domingo

1.- ELOGIO DE LA PACIENCIA

«… Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación… » (Sab 12, 13.16-19).
«… El que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios. » (Rom 8, 26-27).

SÍMBOLOS

  • Cuenco con semillas en crecimiento.
  • Un pan.

2.- PALABRA (Mt 13, 24-43).

Sección segunda del tercer discurso de San Mateo. Encontramos agrupadas tres parábolas: dos agrícolas y una doméstica; los versículos 34 y 35 están dirigidos a todos; «publicando lo oculto desde el principio» (Sal 78, 2).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 13, 24-43)

El trigo bueno y la cizaña Mc 3 12; Mt 13 36-43

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: – « El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. 26 Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. 27 Entonces fueron los criados a decirle al amo: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?» 28 Él les dijo: «Un enemigo lo ha hecho.» Los criados le preguntaron: «¿Quieres que vayamos a recogerla? 29 Pero él les respondió: «No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. 30 Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: «Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.» » 31 Les propuso esta otra parábola: – « El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; 32 aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas. » 33 Les dijo otra parábola: – « El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente. » 34 Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. 35 Así se cumplió el oráculo del profeta: « Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo. » 36 Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: -« Acláranos la parábola de la cizaña en el campo. » 37 -« El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; 38 el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; 39 el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. 40 Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: 41 el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados 42 y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. »

COMENTARIO

El centro de esta comparación está en la pregunta que los criados plantean al propietario del campo: ¿qué debe hacerse con la cizaña que crece en medio del trigo? No es fácil responder. Es cierto que la cizaña puede impedir o dificultar el crecimiento del trigo, pero ambas plantas se parecen mucho al principio, y es posible que al arrancar la cizaña los segadores arranquen también el trigo. Jesús no reunió una comunidad de puros, sino que dirigía su mensaje a los pecadores, y esta actitud suya provocó entre sus adversarios una dura oposición. Con esta parábola Jesús aclara su postura: mientras llega el momento final hay tiempo para la conversión y la misericordia; Dios ofrece un plazo de gracia a los pecadores. La parábola muestra que el reino de Dios se hace presente en la ambigüedad de la historia, ilumina la situación de la iglesia en medio del mundo, y explica la existencia de diversas tendencias dentro de la comunidad. Es irremediable que todas ellas coexistan en la situación actual. Hay que esperar hasta el final para distinguir el grano bueno de las plantas inútiles.

La parábola del grano de mostaza y la de la levadura son gemelas. En ambas se subraya el contraste entre la situación inicial y el resultado final. La presencia del reino es ahora germinal, es una realidad incipiente todavía, pero su fuerza transformadora ha prendido ya en la historia y su crecimiento es irreversible. Es probable que en labios de Jesús estas parábolas respondieran a las objeciones de los que no veían en él grandes signos; y que con ellos el Señor quisiera infundir esperanza y ánimo a sus discípulos (véase Mt 13 1-9). Sin embargo, para Mateo, que conocía ya el éxito de la misión cristiana entre los paganos, estas parábolas representaban una confirmación del camino emprendido, y un estímulo para seguir haciendo presente en medio del mundo la fuerza transformadora del reino. Como en el caso de la parábola del sembrador, Jesús explica en privado a sus discípulos el significado de la parábola del trigo y la cizaña. Se trata, también aquí, de una aplicación de dicha parábola a la situación posterior de la iglesia. El acento se desplaza hacia el futuro. La cuestión no es ya, si el trigo y la cizaña pueden crecer juntos o no, sino el discernimiento que tendrá lugar en el fin del mundo.

Mateo alude con frecuencia al juicio y a la recompensa final (Mt 6 4.6.18; 13 47-50; 25 31-46; etc…) para reforzar su exhortación a poner en práctica las enseñanzas de Jesús. Para él lo verdaderamente decisivo no es la pertenencia a la iglesia, ni siquiera conocer a Jesús (Mt 7 21-23), sino la práctica del amor al prójimo (Mt 25 34-40). Mateo dirige esta exhortación a su iglesia, para que no descuide nunca las exigencias éticas, pues ellas son su signo de autenticidad.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

El Reino «está llegando» pero con él también nos ofreces un «tiempo», un «espacio» para la conversión y la misericordia; nos entregas tu paciencia con los pecadores, con los alejados, con esa mayoría de hombres y mujeres ajenos al crecimiento del Reino. Tú eres el dueño del campo; tú paciente siempre con las malas hierbas. Tú no abandonas la obra, eres el dueño del Reino y de las hierbas, eres quien das el tiempo con esperanza. Tú te opones a los servidores impacientes, ¿dónde estaban cuando el enemigo actuaba tranquilamente? Tú no quieres limpiezas drásticas ni rápidas…, quieres la madurez de los granos «no sea que arranquéis con ella el trigo» (v.29). Dios da tiempo, es Señor del tiempo, de la espera y de la paciencia. Nos cita para el final, para la siega, entonces se hará la selección, no antes. Fuera prisas, reparaciones, cribas, discriminación, selección y clasificación… Señor del campo, el mal y el bien no tienen territorios definidos, ni lindes establecidas, tienen sus raíces enlazadas en el corazón de cada criatura; no sabemos exactamente determinar los linderos ni hasta dónde llegan en nosotros las raíces de «lo malo»; mira con amor y con paciencia este campo tuyo; ¡qué bien que te reservas hasta el final!. Tu tolerancia se ha hecho visible en Jesús de Nazaret y tu amor también hacia nosotros, que somos mezcla de luz y de sombras.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Venga a nosotros tu Reino «
  • «Tu Reino es Vida «
  • «El Reino está en vosotros «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Estás en la estación de la sementera?
  • ¿Continúas abonando, segando y haciendo crecer?
  • ¿Qué actitudes tienes ante el Reino en esta espera larga de la vida?
  • ¿Te impacientas, te rebelas o aprendes a crecer junto a otros?
  • ¿Sabes que tus palabras, tus gestos y tus acciones son semillas? ¿las siembras, las germinas y las siegas con amor?
  • ¿Qué actitud tienes ante la paciencia silenciosa de Dios?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Cómo vivimos la tolerancia y paciencia entre nosotros?
  • ¿Sabemos asumir las diferencias, las divergencias y las oposiciones?
  • ¿Qué relación encontráis entre la tolerancia y la paciencia y la humildad?
  • La parábola del trigo y la cizaña remiten a la cosecha final ¿Qué relación tienen nuestros juicios con esta parábola?
  • ¿Cómo discernimos el bien y el mal, a partir de qué criterios?
  • ¿Tienen el bien y el mal entidad separados de nosotros?

Podemos finalizar con la oración de San Francisco.

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

XVII Domingo

1.- CUENTA NO EL PRECIO SINO EL VALOR

«… El Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras… » (1 Re 3, 5.7-12).
«… A los que aman a Dios todo les sirve para el bien. » (Rom 8, 28-30).

SÍMBOLOS

  • La Palabra.
  • Ramo de flores del campo.

2.- PALABRA (Mt 13, 44-52).

Dos parábolas con semejante contenido (v. 44-46) y la red barredera (v. 47-48) con semejanza al trigo y la cizaña. Los vv. 51-52 nos aportan la conclusión de todo el discurso parabólico: «no solo importa oír, sino entender» (v. 51).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 13, 44-52)

El tesoro y la perla

Prov 2 4

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: – «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. 45 El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, 46 al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. 47 El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: 48 cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. 49 Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos 50 y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. 51 Entendéis bien todo esto?» Ellos le contestaron: – «Sí.» 52 Él les dijo: – «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»

COMENTARIO

Como en Mt 13 31-33, Mateo une aquí dos parábolas gemelas. En ambas el acento recae en la reacción de los protagonistas ante un hallazgo maravilloso. Con el reino de los cielos sucede lo mismo: una vez que ha sido descubierto en todo su valor, hay que tomar postura, y ningún precio es demasiado alto. Mateo invita a los cristianos, que ya han descubierto el reino, a que sean radicales en su opción, y a que la vivan con alegría. Es cierto que cabe la posibilidad de rechazar esta oferta, como hizo el joven rico (Mt 19 21-22), pero la actitud del verdadero discípulo ante el descubrimiento del reino de Dios no puede ser otra que la conversión: el cambio de orientación de la propia vida, que tiene lugar en un clima de alegría.

Esta parábola es muy semejante a la del trigo y la cizaña que crecen juntos (Mt 13 24-30.36-43) Aquí, sin embargo, la parábola y su aplicación van unidas. La oferta del reino se hace a todos, y son muchos los que entran en él, pero la clave está en cómo se vive después. La aplicación que hace Mateo, refiriéndose al juicio final, es una exhortación a vivir poniendo en práctica las enseñanzas de Jesús (véase comentario a Mt 13 36-43). Este breve diálogo de Jesús con sus discípulos, colocado al final de las parábolas, resume la intención de todo el capítulo, presentando el modelo ideal del discípulo. Los discípulos son capaces de entender los misterios del reino y, desde esa comprensión, son capaces de sacar oportunamente lo viejo y lo nuevo, porque conocen la relación entre las dos épocas de la historia de la salvación; la de la promesa (lo viejo), y la del cumplimiento (lo nuevo).

Todo el evangelio es un buen ejemplo de esta actitud, pues presenta a Jesús y su proyecto como cumplimiento de las promesas de la antigua alianza. Los cristianos a los que se dirige Mateo han de saber también que solo con esta actitud es posible hallar un punto de encuentro para las diversas tendencias que existen dentro de una comunidad compuesta por creyentes de diversa procedencia y mentalidad.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Entre los comentaristas consultados todos ponen de relieve la importancia del ser humano «que encuentra» (v.44), «un mercader que busca» (v.45), o «los pescadores que se sientan» (v.48); el Reino es la «pasión» de buscar, de encontrar y de seleccionar…, -es el ser humano un Reino germinativo-, las fronteras se extienden hasta lo ilimitado y no se termina nunca de encontrar…, de ahí que nos mantiene en tensión permanente. Lo propio de esta tensión -pasión- permanente es la alegría, el gozo que produce estar encontrando y saber dejarlo todo sin tristeza porque se ha encontrado «todo». Lo importante no es el precio que pagamos, sino el «valor» de lo que encontramos que nos hace cambiar todos los objetivos de nuestra existencia: Con ese tesoro, esa perla, esa red… lanzamos una mirada nueva sobre las cosas. Tenemos en las manos algo de valor incalculable, ¡no lo canjeemos por productos vulgares! Este «mercader loco» puedo ser yo y tú, cualquiera que ofrezca una perla auténtica a cambio de cristales de colorines. Estoy sorprendido ante la pregunta del maestro al final del capítulo parabólico: ¿Habéis entendido todo esto? (v.51), responden con serenidad: «Si» (v.51). Ellos entendieron la sustancia del discurso y actuaron en consecuencia. Nosotros hemos llegado a «doctores» en la interpretación de la doctrina, sin, quizás, habernos convertido en discípulos.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Mi Dios y mi Todo «
  • » Venga a nosotros tu Reino «
  • » Tu Reino es vida «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • Haz el reencuentro de todo lo que amas: ¿son cosas, personas o valores?
  • ¿Te has jugado la vida alguna vez? ¿por qué? ¿por quién? ¿cómo?
  • ¿Qué realidades te producen alegría permanente? ¿son valores, personas o cosas?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Ponemos en común ¿qué hemos entendido que es el Reino, hoy?
  • Aportamos experiencias, imágenes.. Nada se discute…, todo se acoge y se agradece como don… Compartimos la frase final de Jesús: – «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.» (v.52)
  • ¿Qué entendemos por «su arca»?

Terminamos orando juntos la «Oración ante el Crucifijo de San Damián» de San Francisco de Asís.

¡Oh alto y glorioso Dios!
ilumina las tinieblas de mi corazón y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento,
Señor, para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento.

XVIII Domingo

1.- MULTIPLICAR LOS CORAZONES COMPASIVOS

«… Escuchadme atentos, y comeréis bien… » (Is 55, 1-3).
«… ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo? » (Rom 8, 35.37-39).

SÍMBOLOS

  • Un pan partido.
  • Personas necesitadas.

2.- PALABRA (Mt 14, 13-21).

El Evangelio de San Mateo nos abre una nueva sección centrada en la Iglesia como la realización concreta de las promesas mesiánicas. Jesús se compadece de las situaciones difíciles y convida a su comunidad a resolver los problemas de las gentes: «dadles vosotros de comer» (v.16).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 14, 13-21)

La bendición y el don del pan

Mt 6 30-46; Lc 9 10-17; Jn 6 1-14 Mt 15 32-39; Mc 8 1-10; 2 Re 4 42-44; Mt 26 26-30

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. 14 Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. 15 Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: – «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que, vayan a las aldeas y se compren de comer». 16 Jesús les replicó: – «No hace falta qué vayan, dadles vosotros de comer». 17 Ellos le replicaron: – «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces». 18 Les dijo: – «Traédmelos». 19 Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. 20 Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. 21 Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

COMENTARIO

La noticia de la muerte de Juan el bautista provoca la primera retirada de Jesús. Su intención es estar a solas, pero en seguida la gente se reúne en torno a él. Jesús ya no les enseña, tan solo realiza en su favor curaciones y el signo de partir el pan. La frecuencia con que aparece el relato de la multiplicación de los panes en los evangelios (dos veces en Marcos y Mateo, una en Lucas y otra en Juan) es un reflejo de la importancia que tenía para los primeros cristianos aquel acontecimiento de la vida de Jesús. En él fueron descubriendo poco a poco un profundo mensaje sobre Jesús, la iglesia y la eucaristía, que aparece con claridad en la versión de Mateo. La relación con la multiplicación de los panes hecha por Eliseo (2 Re 4 42-44), y con el don del maná en el desierto (Ex 16), revela que Jesús supera a los personajes del Antiguo Testamento, y que en él se cumplen plenamente las promesas de Dios.

Por otro lado, el relato recuerda en numerosos debates la institución de la eucaristía: al anochecer (Mt 14 15; 26 20); pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos (Mt 14 19; 26 26), de modo que este signo adquiere un alcance mayor: lo que Jesús ofrece es el banquete del reino. Finalmente, Mateo subraya el papel de los discípulos como intermediarios entre Jesús y la gente, prefigurando en ellos la misión de la iglesia como mediadora entre Jesús y los hombres. En la sección se encuentran dos relatos de la multiplicación de los panes (Mt 14 15-21 y 15 32-38). En este primero, numerosos detalles hacen pensar que se trata de la invitación al banquete del reino hecha a Israel (se realiza en territorio judío y se recogen doce canastos, uno por cada tribu de Israel), mientras que el segundo, como veremos, representa la oferta hecha a los paganos.

Al final (Mt 14 22-23) Jesús consigue su propósito y se queda solo en el monte para orar. Mateo solo habla de la oración de Jesús en dos ocasiones: aquí y en Getsemaní (Mt 26 36-44); y en ambos casos su oración precede a un momento de prueba: lo prueba que aportan los discípulos (Mt 14 24-34) y la del mismo Jesús en su pasión (Mt 26 47-27 55).

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Dadles vosotros de comer» (v.16), Jesús intenta realizar «el gran milagro»: multiplicar los corazones compasivos; las personas responsables, competentes, solidarias, seguidores de la «ley de la Encarnación». Ahí está el hermano, el buscador de sentido, el seguidor. En ellos, el hambre; en Jesús la compasión. Jesús quiere que se multiplique este sentimiento de solidaridad, de responsabilidad. Para los discípulos el hambre de la gente «no es cosa nuestra», nosotros atendemos a la espiritualidad, a la interioridad, a lo profundo. Jesús atiende a la totalidad de la persona que busca. Jesús quiere, antes que los panes, multiplicar los corazones compasivos; después vendrá todo lo demás… El gran milagro es implicarnos en la situación de los otros, conmovernos con el dolor, el hambre, la búsqueda, la soledad y las miserias ajenas. Jesús no se limita a hablar, se hace cargo de toda la persona… Para nosotros nunca debe llegar la hora de despedir (v.15); lo nuestro es acoger, prestar atención, ponernos al servicio, escuchar las necesidades…; la ofrenda no termina…, la comida comienza cuando se callan los discursos…, la eucaristía se realiza en la vida. La única manera de que la oscuridad no se haga en los seguidores es encender el corazón con la compasión por las necesidades ajenas: descentrarse.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Tú eres el pan de vida «
  • » Dadles vosotros de comer «
  • » Tú eres nuestra salud «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cuál es el centro de tus sentimientos compasivos?
  • ¿Está cerca de ti o es abstracto? ¿Tiene rostros concretos? ¿Pasa por personas con rostros identificados? ¿Puedes canalizar esos sentimientos?
  • ¿Conoces a personas para las cuales está atardeciendo? ¿Compartes, compadeces, acompañas?
  • ¿Qué rostro tienen los necesitados de tu entorno? ¿Con quién padeces de tu comunidad?
  • «Los seguidores nunca estamos en despoblado»: ¿qué te sugiere esta frase?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Comenzamos compartiendo: «nunca estamos en despoblado» y también «dadles vosotros de comer» (v.16) o «despide a la gente».
  • ¿Qué tenemos nosotros para compartir?
  • ¿Qué podemos ofrecer a los demás?
  • ¿Qué nos parece «la multiplicación de los corazones compasivos»?
  • ¿Cómo podríamos llevarla a cabo?

Terminamos cantando

«Por este pan» Por este pan, por todo don te alabamos, te alabamos. Por este pan, por todo don te alabamos, Señor. Gracias, Señor, (aleluya) por este pan (aleluya) que Tú nos das (aleluya). Gracias, Señor.

XIX Domingo

1.- CUANDO NO HACEMOS PIE

» … y en el terremoto no estaba el Señor… » (I Re 19, 9.11-13).
» … Siento una gran pena y un dolor incesante » (Rom 9, 1-5).

SÍMBOLOS

  • Un espejo.
  • Un lienzo blanco.

2.- PALABRA (Mt 14, 22-34).

El Señor presente en la prueba de fe. El relato aborda sin miedo el riesgo de creer. El creyente no debe vacilar ante las dificultades que surgen en su caminar hacia Cristo, porque Él está siempre presente.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 14, 22-34)

El milagro del encuentro

Mt 6 47-53; Jn 6 15-21 Mt 8 23-27; 16 16; 26 63; 27 54 ; 28 17

Jesús mandó a sus discípulos que subieran a la barca y que fueran delante de él a la otra orilla, mientras despedía a la gente. 23 Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Al llegar la noche estaba solo allí. 24 La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento era contrario. 25 Al final ya de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. 26 Los discípulos, al verle caminar sobre el lago, se asustaron y decían: – Es un fantasma. Y se pusieron a gritar de miedo. 27 Pero Jesús les dijo en seguida: – ¡Animo! Soy yo, no temáis. 28 Pedro le respondió: – Señor, si eres tú, manda que yo vaya hacia sobre las aguas. 29 Jesús le dijo: – Ven. Pedro saltó de la barca y, andando sobre las aguas, iba hacia Jesús. 30 Pero al ver la violencia del viento se asustó y, como empezaba a hundirse, gritó: – ¡Señor, sálvame! 31 Jesús le tendió la mano, le agarró y le dijo: – ¡Hombre de poca fe! ¿por qué has dudado? 32 Subieron a la barca, y el viento se calmó. 33 Y los que estaban en ella se postraron ante Jesús, diciendo: – Verdaderamente eres Hijo de Dios. 34 Terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret.

COMENTARIO

Las dos modificaciones que introduce Mateo sobre el relato paralelo de Marcos (el episodio de Pedro, y el reconocimiento final de sus discípulos), imprimen a este relato un tinte claramente eclesial y un valor simbólico. La barca en que se encuentran los discípulos es en realidad la iglesia, acosada en la noche por vientos contrarios y sacudida por las olas. El desconcierto inicial de los discípulos: es un fantasma, se convierte al final en una confesión de fe: verdaderamente eres Hijo de Dios; la misma que hará Pedro en nombre de los doce (Mt 16 16), y el centurión pagano al pie de la cruz (Mt 24 57). Esta confesión es fruto del encuentro personal con Jesús, que se manifiesta como Dios: yo soy (Ex 3 14). El relato describe, pues, el proceso de encuentro con Jesús que todos los discípulos han de vivir personalmente. El episodio de Pedro (Mt 14 28-31), que sólo se encuentra en este evangelio, revela la importancia que tiene este apóstol en el primer evangelio.

En Mateo Pedro aparece como portavoz del grupo de los doce (Mt 15 15; 16 16; 26 33), recibe una instrucción de Jesús en privado (Mt 17 24-27), y el encargo de una tarea singular en la iglesia (Mt 16 17-19). En este pasaje que comentamos, aparece como modelo de todos los creyentes, que se debaten entre la confianza y el temor que provocan las adversidades. Sin duda la presencia singular de Pedro en este evangelio se debe al influjo del apóstol en las comunidades cristianas de Siria, a las que se dirige Mateo. Pedro era para ellos el gran maestro, y representaba un punto de encuentro para las diversas tendencias y grupos de la comunidad. El relato de la tempestad calmada contiene una enseñanza dirigida a la comunidad cristiana de todos los tiempos, para que afronte con valentía, como Pedro, el riesgo del encuentro con Jesús; y para que, sintiendo siempre su presencia, no vacile ni tenga miedo ante las dificultades que la acosan.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Señor, también yo tengo que aventurarme en medio de la tempestad. Para encontrarme contigo en la noche, tengo que aventurarme a caminar fiado sólo de tu palabra. A Pedro la pesadez del miedo le hundió. Pedro arrastró tras de sí el peso de sí mismo, su ambición, su afán de sobresalir, su «ego» le ha empujado, le pesaba mucho, le ha hundido. No somos los más indicados para entenderle; no sabemos caminar sobre las aguas; no nos libramos de las cargas desproporcionadas de miedos, ridiculeces y amor propio. Señor, enséñanos el secreto de tu ingravidez, de tu seguridad, de tu fe. ¡Ánimo! Soy yo, no temáis (v.27) Tú venías de orar, a solas (v.23). De ahí tu ingravidez, tu fuerza, tu seguridad… La oración derrota el miedo, libera de todo lo que nos pesa, que nos empuja y nos hunde (precupaciones, obsesiones, imágenes desmesuradas de sí mismo…), la oración nos da elasticidad, espontaneidad, movimiento… Jesús ha despedido a la gente (v.22) después de darles de comer, pero no se ha separado de ellos, ni de sus problemas y dificultades; la oración le mantiene entre el Padre y los hermanos. Todo él con el Padre y todo él con las criaturas. He ahí su secreto, su ingravidez, su elasticidad, su fe. «Los de la barca se postraron: Verdaderamente eres Hijo de Dios» (v.33). Hemos de aprender esta postura fundamental de adoración. Nadie nos pedirá en la noche que caminemos sobre las aguas. Pero necesitamos aprender en la oración a estar solos con Dios para atravesar las noches con fe, sin separarnos de los hermanos.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » ¡Animo, soy yo, no temáis! «
  • » -Ven. «
  • » ¡Señor, sálvame! «
  • » ¿Por qué has dudado? «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿En qué consisten tus noches? ¿Son de pensamientos especulativos, de miedos inconfesados, de inseguridades mal vividas?
  • ¿Te aventuras a la oración en confianza, con asiduidad para hacer de ella actitud permanente?
  • ¿Cómo te relacionas? ¿Con elasticidad, humor, sensibilidad, flexibilidad o con temor y rigidez?
  • ¿En tu caminar hacia él, vas seguro en ti o en Él?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Sabríamos compartir nuestros miedos?
  • ¿A qué tenemos miedo?, ¿qué contenidos tienen nuestros fantasmas?, ¿cuáles son nuestros temores?
  • Podemos compartir nuestras dudas (v.31). ¿Qué contenido tienen?
  • ¿Sabríamos compartir nuestra fe?
  • ¿Cómo la expresamos con pocas palabras?
  • ¿Cómo manifestarla con un gesto?

Terminamos cogiéndonos de la mano y orando el Padrenuestro.

XX Domingo

1.- ABIERTOS A OTROS

» … Mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos. » (Is 56, 1.6-7).
» … Haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos … » (Rom 11, 13-15.29-32).

SÍMBOLOS

  • Una mano tendida.
  • Un cántaro vacío.

2.- PALABRA (Mt 15, 21-28).

La escena de la mujer cananea, sirofenicia, pone a Jesús en contacto con el mundo pagano (v. 21-22). La mujer invoca un título mesiánico «Hijo de David» (v.22). El diálogo con la mujer es el núcleo que abre la misión a la gentilidad (v. 26-27). La fe triunfa sobre los nacionalismos y los credos (v.28).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 15, 21-28)

La mujer cananea

Mc 7 24-30 Mt 10 6; 8 10.13; 9 29

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. 22 Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: – «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» 23 Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: – «Atiéndela, que viene detrás gritando.» 24 Él les contestó: – «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.» 25 Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: – «Señor, socórreme.» 26 Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.» Pero ella repuso: 27 – «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.» 28 Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija.

COMENTARIO

La oposición de los fariseos y maestros de la ley hace que Jesús se retire y se dirija a territorio pagano (Tiro y Sidón), para hacer llegar la salvación a sus habitantes. El relato del milagro realizado por Jesús se ha convertido para Marcos, y más para Mateo, en un motivo para mostrar la llegada del evangelio a los paganos. El apelativo de cananea, que Mateo da a la mujer, designa en el Antiguo Testamento a los paganos; y lo mismo sucede con la palabra perro, que los judíos aplicaban de forma despectiva a quienes no pertenecían al pueblo elegido. Mateo subraya el diálogo entre Jesús y esta mujer pagana, que por tres veces solicita su ayuda, reconociéndole de palabra como Hijo de David (Mt 15 22), y adorándole como Dios (Mt 15 25). En este diálogo va apareciendo progresivamente la intercesión de los discípulos, la objeción de Jesús, enviado sólo a las ovejas de Israel, el tema del pan, relacionado con los relatos de la multiplicación, y sobre todo la fe de esta mujer, que contrasta con el rechazo y la incomprensión de su pueblo. Esta fe es, precisamente, la que hace posible el milagro.

A través de este relato Mateo responde a una situación concreta de su comunidad. Se dirige a los sectores que aceptaban con dificultad la entrada de los paganos en la iglesia, y apoyaban su postura en las palabras de Jesús: Dios me ha enviado sólo a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Les recuerda que Jesús también se acercó a los paganos y descubrió en ellos una fe ejemplar (véase Mt 8 10), anunciando con aquellos encuentros la conversión a la fe de todos los pueblos y su entrada en la iglesia (Mt 8 11-13; 28 16-20).

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Si fuese sólo cuestión de abrir la puerta de la Iglesia a «otros» credos, visiones, concepciones de la vida y del mundo! Hoy eso no basta. El problema, hoy, es que los extraños sientan el deseo de entrar, encuentren atractivo nuestro mensaje, sientan curiosidad, vengan movidos por el interés… El problema es que no interesamos, ni cuestiona nuestro género de vida y mensaje. El problema es que tenemos la puerta abierta y nadie entra. ¿Cómo abrir la puerta del deseo? ¿Cómo suscitar una petición? Nosotros, los creyentes, tenemos en el Evangelio la respuesta a los diversos problemas del paganismo, de la indiferencia, de las modernas idolatrías, de las alienaciones…, pero no interesamos, nadie se dirige a nosotros. No encontramos «sirofenicios» en nuestro caminar. Hemos de arriesgarnos en otros terrenos, en otras culturas, en otros credos… Hemos de acercarnos a los «no creyentes» y hacer una lectura creyente de sus necesidades: -«¡Mujer, qué grande es tu fe! (v.28). Jesús ha quedado sorprendido ante tanta confianza y tanta fe. Aquella mujer dio algo importante tanto a Jesús como a los discípulos. Les ha hecho encontrar algo que ellos no esperaban en una pagana, algo precioso: una fe arriesgada en el que pasa, en el desconocido, en lo sorprendente que llega de fuera. Esta mujer nos interpela nuestros cómodos ecumenismos. Hemos de aprender a abrir las puertas, los horizontes y el corazón al diferente; que él nos enseñe otra forma de creer, de profesar la fe y de dirigirnos a Dios.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Ten piedad de mí, Señor «
  • » Hijo de David «
  • » Señor, socórreme «
  • » Que suceda lo que pides «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Estoy abierto a otras culturas y credos?
  • ¿Los frecuento, tengo amigos, conozco a alguien?
  • ¿Conozco algo de la cultura coránica?
  • ¿Alguna vez he leído algo de los brahmanes?
  • Si compras en los indios y chinos, ¿por qué no te preguntas y te interesas por su cultura?
  • ¿Has leído algo sobre otras religiones?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

Ponemos en común el conocimiento que tenemos de otros credos: hinduismo, islam, budismo…

Podemos terminar orando el Padrenuestro.

XXI Domingo

1.- ¿QUIÉN ES JESÚS PARA TI?

» … Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo… » (Is 22, 19-23).
» …¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero?…. » (Rom 11, 33-36).

SÍMBOLOS

  • Una llave antigua.
  • Piedras con el nombre de cada uno.

2.- PALABRA (Mt 16, 13-20).

Profesión de fe de Pedro. Las preguntas de Jesús centran el núcleo del texto (v. 13 y 15). No es una novedad que Pedro actúe de portavoz. «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» (v.16) desencadena la declaración de la revelación del Padre y fundamentación de la fe del grupo (v. 17-19).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 15, 13-20)

Confesión de Pedro

Mc 8 27-30; Lc 9 18-21 Mt 26 63; Job 38 17; Is 38 10; Sab 16 13; Mt 18 18; Jn 20 23

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe y preguntaba a sus discípulos: – ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos contestaron: – Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. 15 El les preguntó: – Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Simón Pedro tomó la palabra y dijo: – Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. 17 Jesús le respondió: – ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. 18 Ahora te digo yo: – Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. 19 Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo. 20 Y les mandó a los discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

COMENTARIO

[dropcaps type=’square’ color=» background_color=» border_color=»]E[/dropcaps]l pasaje de la confesión de Pedro en Cesarea nos sitúa en un momento muy importante de la vida de Jesús. Después de experimentar el rechazo de su pueblo y el fracaso aparente de su misión, el Señor se dirige a sus discípulos con una pregunta directa y precisa: ¿Quién decís vosotros que soy yo? Es probable que en ese mismo contexto Jesús entreviera su muerte cercana, y pensara en confiar su misión al grupo de los discípulos, con Pedro a la cabeza. El relato, tal como lo leemos en este evangelio, se debe en gran parte a la pluma de Mateo, que ha remodelado y ampliado el texto de Marcos, añadiendo la afirmación de que Jesús es el Hijo de Dios (Mt 16 16) y el encargo confiado a Pedro (Mt 16 17-19). Con estos retoques, el evangelista hace que la atención de los lectores no se centre ya sobre Jesús (Marcos), sino sobre la iglesia, el nuevo Israel, que Jesús convoca en torno a Pedro.

Este nuevo Israel surge como resultado del rechazo de su pueblo y de la acogida de sus discípulos, narrados en estos últimos capítulos (Mt 13 53-16 20). La doble pregunta de Jesús hace que aparezca con claridad la diferencia entre la opinión de la gente y la de los discípulos. Pedro, en nombre de estos últimos, reconoce que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Estos dos títulos resumen la fe de la iglesia de Mateo. No es suficiente decir que Jesús es el Mesías esperado por Israel; hay que añadir, que es el Hijo de Dios. Así es como Mateo presenta a Jesús en la primera parte de su evangelio (Mt 1 1-4 16. Véase especialmente el comentario a Mt 3 13-17), y cómo le reconocen sus discípulos (Mt 14 33), y los paganos (Mt 27 54). A esta confesión de Pedro, Jesús responde con una palabra de felicitación y un encargo muy especial de cara a la iglesia (Mt 16 17-19).

Estas palabras que Mateo pone en boca de Jesús contienen numerosas expresiones arameas (el poder del abismo, las llaves del reino, atar y desatar), lo cual habla en favor de su antigüedad. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos opina que se trata de una composición del evangelista, el cual se hace eco del importante papel que Pedro desempeñó en la vida de la iglesia naciente, sobre todo en las comunidades de Siria, a las que se dirige este evangelio. No obstante, Mateo no creó de la nada, sno que interpreta fielmente el deseo de Jesús de reunir una comunidad de discípulos, y la primacía de Pedro dentro de dicho grupo. Jesús declara dichoso a Pedro, no por sus méritos, sino porque el Padre le ha revelado el misterio de ver en él al Mesías, y al Hijo de Dios (véase Mt 11 25-26); y le confía la misión de ser el cimiento de la iglesia, la comunidad mesiánica, reunida en torno a los discípulos. El cambio de nombre produce un juego de palabras (cefas = roca), que describe plásticamente la tarea que Jesús encomienda a Pedro: ser roca firme, para que la iglesia no sucumba ante las dificultades (véase la comparación de las dos casas en Mt 7 24-27). Para ello le entrega las llaves del reino y le confiere el poder de atar y desatar. La entrega de las llaves equivale al nombramiento de mayordomo supremo, como aparece en algunos textos del Antiguo Testamento (véase especialmente Is 22 19-22), mientras que la expresión atar y desatar designaba, entre los judíos de la época, la potestad para interpretar la ley de Moisés con autoridad.

Así pues, Jesús nombra a Pedro mayordomo y supervisor de su iglesia, con autoridad para interpretar la ley, según las palabras de Jesús, y adaptarla a nuevas necesidades y situaciones. Este texto ha suscitado numerosas discusiones entre católicos y protestantes sobre la cuestión del papado. La interpretación católica, que lee este texto a la luz de la tradición de la Iglesia, sostiene que estas palabras se aplican a Pedro, y también a todos los que le suceden en la tarea de presidir a los hermanos en la fe y el amor.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo». (v.17). Por esta vez Pedro ha conseguido olvidar lo que sabe; se ha confiado a la inspiración, ha sido capaz de recibir, de captar el mensaje de otro… Pedro es dichoso – bienaventurado, no porque habla, sino porque ha sido capaz de escuchar… Jesús aprecia en Pedro esa fe que lo hace disponible a la revelación, a la iluminación, a la atención… «Conocer a Dios significa estar en silencio adorándole, a él que habita una luz inaccesible» dice K. Barth. Cuánto nos cuesta abandonarnos a la escucha, al silencio, a la significación de las palabras y los gestos, a la significación de las personas… ¡cuánto nos cuesta abrirnos a la vida! Pedro escucha al Padre y asume el papel unificador, consolidador de ese cuerpo que es la comunidad creyente. Pedro acepta ser cimiento «frágil», «humano», una piedra del edificio porque la única roca es Cristo; él sabe que le sostiene la ROCA-CRISTO por eso es piedra que se integra en el edificio. Esta casa construida sobre la roca se apoya en la fragilidad de los humanos y nos deja la llave de la puerta para «entrar y salir», para «atar y desatar», para «perdonar y retener». Pero Pedro sabe, porque ha visto al Maestro, que la llave sólo se usa para abrir, para ofrecer, para acoger y perdonar.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Tú eres el Mesías «
  • » Tú eres el Hijo de Dios «
  • » Dichoso tú que escuchas «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué importancia tiene su palabra en mis decisiones personales?
  • ¿Mis opciones fundamentales están fundamentadas en él?
  • ¿Qué valor doy a la escucha, a la inspiración, a la voz del Padre?
  • ¿Practico el silencio, la escucha, la acogida como método de aprendizaje?
  • ¿Me fio de Dios o de mis conocimientos y certezas?
  • La realidad del otro y de los otros, ¿qué valor tiene en mi vida?
  • ¿Les tengo en cuenta para decir: Creo?
  • ¿Les tengo en cuenta para formular certezas para la vida?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos compartir ¿quién es Jesús para cada uno de nosotros?
  • ¿Qué significado tiene para nuestras decisiones?
  • ¿Qué hemos leído últimamente sobre él que nos ha ayudado?
  • ¿Quién nos está ayudando en los últimos tiempos a conocerle?
  • ¿Qué importancia atribuimos a la escucha, a la inspiración y al silencio?
  • La escucha de los otros y de Dios: ¿qué nos aportan?
  • La inspiración: ¿nos mete en el subjetivismo?
  • El silencio: es fácil el exterior pero ¿cómo lograr el interior?

Terminamos orando el Padrenuestro.

XXII Domingo

1.- DAR LA VIDA

» … Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste… » (Jer 20, 7-9).
» … No os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente…. » (Rom 12, 1-2).

SÍMBOLOS

  • La cruz.
  • Una lámpara, una luz.
  • La Sagrada Escritura = libro de vida.

2.- PALABRA (Mt 16, 21-27)

El seguimiento en cruz es la línea mesiánica de Jesús, en libertad: «el que quiera» (v.24); llama también a un seguimiento profundo que requiere «entregar la vida» (v.26), esto es un trueque misterioso y arriesgado.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 16, 21-27)

Reacción de Pedro

Mc 8 31-9 1; Lc 9 22-27 Mt 17 22-23; 20 17-19; 26 1-5; 4 8-10.18-22; 10 38-29; 25 31

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. 22 Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» 23 Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.» 24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. 25 Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. 26 ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? 27 Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»

COMENTARIO

Este pasaje está muy relacionado con el anterior (Mt 16 13-20). El reconocimiento de Jesús como Mesías e Hijo de Dios, y la convocación de la iglesia en torno a Pedro, crean el ámbito para que Jesús comience a manifestar a los discípulos su destino, y para que ellos comprendan desde la fe que deben seguirle por este mismo camino. En él se distinguen claramente tres momentos: el primer anuncio de la pasión (Mt 16 21), el diálogo entre Jesús y Pedro (Mt 16 22-23), y la enseñanza de Jesús a todos los discípulos (Mt 16 24-28). Jesús da un paso adelante en su manifestación a los discípulos y les muestra con claridad, que su camino hacia la gloria de la resurrección pasa por el sufrimiento y la muerte. El mismo mensaje se repite en los otros dos anuncios, que jalonan el camino de Jesús. La reacción de Pedro muestra que su comprensión del misterio de Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios (Mt 16 16), es aún imperfecta. A pesar de la revelación que Dios le ha concedido (Mt 16 17), todavía ve en Jesús un Mesías glorioso a la medida de las expectativas de su tiempo. Jesús rechaza su actitud, porque es un obstáculo en su camino, y sus palabras, como las de Satanás, quieren apartarle de él (Mt 4 1-11). Pedro no es todavía un discípulo perfecto, por eso Jesús le repite la invitación que le dirigió en el lago (Mt 4 18-22), para que se ponga detrás de él y le siga. Pedro representa aquí a los discípulos de todos los tiempos, que se escandalizan ante las exigencia de Jesús, y que necesitan volverse a colocar de nuevo en actitud de seguirle. Por eso las siguientes palabras del Señor se dirigen a todos los discípulos, para explicarles que en su vida deben compartir el camino de Jesús. Deben renunciar a vivir por sí mismos, no deben tener miedo a arriesgar todo por él; tampoco han de poner su confianza en las riquezas, porque lo definitivo será cómo hayan vivido su entrega a los ojos del Padre. Estas palabras de Jesús abren una nueva etapa para los discípulos, que tienen que pasar de la incompresión a la comprensión (Mt 17 1-13), y de una fe insuficiente a la total adhesión de Jesús (Mt 17 14-21).

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Un programa, el propuesto por Jesús, poco confortable para los seguidores: negarse a sí mismo (v.24), cargar con la cruz (v.24) y perder la vida en el seguimiento (v.24). Programa poco lisonjero para Pedro que pronto se ha olvidado de las inspiraciones de lo alto. Ahora vuelve a su pensamiento positivo, a saber por su cuenta, a pensar como todos… Su reacción es suya: su programa, su perspectiva triunfalista, ambiciosa, seductora de poder. Pedro ahora, rápidamente, se ha convertido en «piedra de tropiezo» (v.23); no se construye como él piensa, sino de otra forma: «Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.» Pedro, enséñanos a entender, a negarnos, a coger la cruz, a salvar la vida entregándola (v.24-25). Para nosotros el peligro está en seguir a Jesús y seguir pensando en nosotros mismos. El peligro está en coger la cruz que nos encontramos confortable, no la propia. La tentación está en aspirar a la vida que no tiene nada que ver con la vida gratuita de Dios. Señor, enséñanos a discernir en tu Palabra Encarnada tus pensamientos (v.23), tu voluntad, tus designios de amor para nuestra existencia.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Enséñame a seguir tus sendas «
  • » Tu Palabra me da vida «
  • » Mi vida a cambio «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Qué rostro tiene «la pasión» en mi vida?
  • ¿Cómo se me representa, en quién o quiénes, con qué exigencias?
  • ¿Con qué actitud la acojo? ¿Cuáles son mis incoherencias?
  • ¿Cómo se te presenta «el camino» hacia la resurrección y la vida?
  • ¿Quiénes te sirven de apoyo y de soporte? ¿Quiénes te ayudan o te dan la espalda?
  • ¿Qué es lo que hoy te escandaliza de Jesús y de sus seguidores? ¿Qué te escandaliza de ti mismo?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos compartir la siguiente frase: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.» ¿Qué significa para ti?
  • ¿Qué es lo que te ayuda en este camino?

Finalizamos dándonos la mano y orando el Padrenuestro.

XXIII Domingo

1.- RECUPERAR LA FRATERNIDAD

» Te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabras de mi boca, les darás la alarma de mi parte… » (Ez 33, 7-9).
» A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley…. » (Rom 13, 8-10).

SÍMBOLOS

  • La oración con las manos abiertas.
  • Unas flores silvestres.

2.- PALABRA (Mt 18, 15-20)

El proceso para recuperarnos, para salvarnos, pasa por la vida y por la comunidad, espacio de salvación y de caída.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 18, 15-20)

Corrección fraterna Lc 17 3 Lv 19 7; Dt 19 15; Mt 16 19; Mt 1 23; 28 20

Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. 16 Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. 17 Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. 18 Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. 19 Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. 20 Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

COMENTARIO

Mateo relaciona con el tema de la corrección fraterna tres dichos de Jesús. El primero confiere a la comunidad local la capacidad de decidir en cuestiones disciplinares (Nótese que el contexto es diverso en Mt 16 19). El segundo asegura a los discípulos reunidos en el nombre de Jesús, que el Padre escuchará su oración. Finalmente, el tercero aborda un tema muy querido para Mateo: la presencia de Jesús en medio de su iglesia (véase Mt 1 23; 28 20). La presencia de Jesús en la comunidad es decisiva, pues es él quien hace que el Padre escuche su oración, y que las decisiones comunitarias tengan valor más allá de la historia. Esta presencia es también la que ha de mover a todos a buscar al hermano descarriado.

Después de la enseñanza sobre cómo deben ser tratados los pequeños en la comunidad (Mt 18 6-14), la atención se dirige hacia el otro gran problema de la Iglesia: ¿qué hacer con los hermanos pecadores? ¿cómo tratarlos? Mateo apunta dos recursos válidos para siempre: la corrección fraterna (Mt 18 15-20), y el perdón (Mt 18 21-35). La primera mira más hacia la comunidad, mientras que el segundo se centra en los individuos. Ambas actitudes son imprescindibles para que la Iglesia sea una comunidad de hermanos. El procedimiento que se describe aquí no es propiamente un proceso disciplinar, sino una aplicación de la parábola precedente. Se trata de un hermano que se ha separado de la comunidad, y hay que emplear todos los recursos para hacerle volver. Esta búsqueda es tarea de toda la comunidad, pero debe hacerse con respeto y amor: primero en privado, para no ponerle en evidencia; luego en presencia de pocos testigos; y finalmente ante la comunidad local que, en caso de obstinación, tendrá que reconocer dolorosamente la situación en que este hermano se ha colocado a sí mismo.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Señor, quieres que permanezcamos en el lugar, en el espacio real donde nos salvas, donde nos recuperas para el amor: la comunidad. Ahí vivimos, nos relacionamos, trabajamos, nos afanamos, luchamos y nos divertimos: nos realizamos. Nos presentas hoy un método, pero no para juzgarnos, sino para el amor; no para condenarnos, sino para la recuperación; no para la marginación, sino para caminar al mismo paso. Este método de recuperación corresponsable me parece el mejor para hacer crecer en nosotros la eclesialidad. El procedimiento indicado por San Mateo no hemos de confundirlo con un proceso: Se trata de una mano extendida delicadamente hacia el otro que amenaza con alejarse, con separarse. Antes de hacer entender al hermano que se ha equivocado, es necesario demostrarle y convencerle de que es amado. Más que llamarle al orden, es necesario llamarlo a dejarse amar. La corrección fraterna comienza por la declaración de la común miseria y fragilidad: «mira lo que somos».

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Perdón, Señor «
  • » Yo estoy entre vosotros «
  • » No debas más que amor «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cómo me relaciono con los demás?
  • ¿A qué soy más sensible al amor o a las dificultades?
  • ¿Cómo acojo las correcciones fraternas?, ¿cómo corrijo yo?, ¿soy delicado?
  • ¿Qué actitud mantengo en la vida de comunidad?
  • ¿Practico la paciencia, la misericordia, el respeto?
  • ¿Tengo la misma actitud con los demás cuando soy responsable que cuando no lo soy?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos compartir nuestra escala de valores a vivir y practicar en la comunidad.
  • Dialogar si en realidad estos valores son los que se cultivan en la práctica. ¿Qué valor damos a la corrección fraterna?

Finalizamos orando el Padrenuestro.

XXIV Domingo

1.- PERDONAR SIEMPRE

» El furor y la cólera son odiosos… Del vengativo se vengará el Señor… » (Eclo 27,33 – 28,9).

» Ninguno de nosotros vive para sí mismo… » (Rom 14, 7-9).

SÍMBOLOS PERDÓN

  • Palabra «Perdón».
  • Palabra «Padre».
  • Palabra «Hermano».

2.- PALABRA (Mt 18, 21-35)

El discípulo de Cristo responde siempre con el perdón (v.22). Las razones que motivan el perdón se encuentran en la paternidad de Dios (v.35); y, en la solidaridad con Cristo que nos hace a todos hermanos.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 18, 21-35)

La parábola del perdón

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: -«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» 22 Jesús le contesta: -«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. 23 Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. 24 Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debla diez mil talentos. 25 Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. 26 El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: «Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.» 27 El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. 28 Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debla cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: «Págame lo que me debes.» 29 El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: «Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.» 30 Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. 31 Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. 32 Entonces el señor lo llamó y le dijo: «¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. 33 ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?» 34 Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. 35 Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»

COMENTARIO

Los discípulos de Jesús deben estar dispuestos a perdonar sin medida. La parábola del siervo despiadado ilustra la respuesta de Jesús a Pedro: el perdón dentro de la comunidad ha de ser ilimitado, porque Dios, con su oferta de gracia, ha perdonado la deuda incalculable que tenemos con él. El contraste entre la actitud misericordiosa del rey y la dureza del siervo perdonado es el centro de la parábola. Llama también la atención la diferencia entre la deuda que el rey perdona a su siervo, y la que este exige a su compañero. ¿Cómo es posible que alguien, a quien le han perdonado una deuda inmensa, no sea capaz de perdonar una deuda insignificante? Todos los demás detalles contribuyen a reforzar el contraste entre estas dos actitudes, y la suerte que aguarda a quienes no perdonen de corazón a su hermano. Mateo insiste otras veces en la necesidad del perdón para la vida comunitaria (véase Mt 5 21-26; 6 14-15), pero sólo aquí revela el profundo significado de este gesto. El perdón cristiano nace de la experiencia de haber sido perdonados por Dios. Quien haya experimentado la misericordia del Padre, no puede andar calculando la frontera del perdón y de la acogida al hermano. Sin merecerlo, ha recibido este don, y por eso debe hacer de su vida un don para el hermano. Esta actitud de acogida sincera es al mismo tiempo la garantía para que los discípulos sean acogidos por el Padre: porque si vosotros no perdonáis a los demás sus ofensas, tampoco os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial (Mt 6 14).

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

El perdón no es un apremio, un deber o una imposición por parte de Dios, es una estupenda posibilidad que nos ofrece a las dos partes: No es un peso, es una liberación para el pecador, una oportunidad de rehacerse ante el fracaso del amor. Es la posibilidad increíble de recuperar los lazos rotos de los hijos, la capacidad de volver al punto de partida de la fraternidad. El perdón es la ocasión maravillosa para olvidar lo que nos amarga y nos empequeñece, aquello que nos deja «enanos» para toda la vida. El perdón es un cambio radical en las reglas del juego humano. La pelota envenenada de la ofensa, la violencia, el agravio no es devuelta en dirección del adversario con rencor sino que se le dirige una mano amiga…; abrimos la posibilidad de que acontezca algo nuevo…, lo nunca visto…; es un acto creativo, sorprendente que dilata los límites haciendo crecer a los contendientes. Se ha terminado el tiempo de las cuentas y de las cifras. Jesús nos ha puesto el calendario a cero; en el amor no existe límite ni en el crecimiento, ni en la hondura, ni en la altura, ni en la intensidad….

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » ¡Perdón, Señor! «
  • » ¡Perdona nuestras ofensas! «
  • » Como nosotros perdonamos «
  • » Misericordia, Señor «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cómo me sitúo ante la ofensa y ante el perdón?
  • ¿Mis cercanías son ciertas o aparentes?
  • ¿Mi corazón es tan cercano como mis palabras?
  • ¿Perdono y olvido o sólo lo primero?
  • ¿Cuál es mi comportamiento ante la ofensa?
  • ¿Le doy vueltas y dejo que se endurezca en el corazón?
  • ¿Levanto tabiques de distancia y de indiferencia?
  • ¿Con qué sensibilidad procedo?
  • ¿Aprovecho la oportunidad para crecer y hacer que otro crezca conmigo?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Qué retos tenemos planteados para crecer como comunidad? No nos detengamos en las barreras de personas, hechos o situaciones.
  • Miramos las posibilidades: Trabajos juntos y en colaboración, ¿cómo incrementarlos?
  • Encuentros reconciliadores que favorecerían la fraternidad…
  • Acciones concretas que abran caminos de diálogo y de crecimiento recíproco.

Terminamos con las manos unidas rezando el Padrenuestro.

XXV Domingo

1.- LA JUSTICIA Y LA BONDAD DE DIOS

» … Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos… » (Is 55, 6-9).
» … Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir… » (Flp 1, 20-24.27).

SÍMBOLOS

  • Viña Símbolo del trabajo (en la viña del Señor).

2.- PALABRA (Mt 20, 1-16)

Nuestras relaciones sociales están medidas por el intercambio y trasladamos al campo religioso esta misma forma de ver y de obrar. Dios, sin embargo, actúa según criterios de gratuidad.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 20, 1-16)

Los trabajadores de la viña

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: – «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. 2 Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. 3 Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: 4 «Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.» 5 Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. 6 Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?» 7 Le respondieron: «Nadie nos ha contratado.» Él les dijo: «Id también vosotros a mi viña.» 8 Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: «Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.» 9 Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. 10 Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Entonces se pusieron a protestar contra el amo: 12 «Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.» 13 El replicó a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? 14 Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. 15 ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?» 16 Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»

COMENTARIO

Mateo ha colocado aquí esta parábola para completar la enseñanza anterior sobre la recompensa que aguarda a los que dejan todo para seguir a Jesús. En el contexto del ministerio de Jesús, respondía a las críticas de los adversarios por su generosidad con los pecadores (los obreros de la última hora). Jesús explica su comportamiento remitiéndose a la misericordia del Padre, representado aquí por el dueño de la viña. Su generosidad rompe las leyes de la correspondencia, y pone de manifiesto que la oferta de gracia, que Dios hace a través de él, es puro don de su amor. Las primeras comunidades cristianas descubrieron que esta parábola iluminaba una situación que ellas estaban viviendo: la entrada de los paganos en la iglesia. Esta nueva situación provocó una encendida polémica, que es fácil reconocer en algunos texto del Nuevo Testamento (véanse Gal 1-2 y Hch 15). Algunos cristianos de origen judío no podían entender que los paganos, venidos más tarde, tuvieran en la iglesia la misma situación que ellos. Su actitud está reflejada en la queja de los obreros de la primera hora, que se sienten discriminados al recibir lo mismo que los contratados a media tarde. En su forma actual, la parábola se dirige, pues, a los cristianos de origen judío, y les invita a cambiar de mentalidad. La recompensa que Dios les dará no es fruto de sus esfuerzos. Es un don, un regalo inmerecido, y es igual para todos. La frase final: los últimos serán los primeros, y los primeros los últimos, es la expresión de este cambio de situación que trae consigo la llegada del reino.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

El dueño de la viña sigue saliendo, invitando: «Id también vosotros a mi viña» (v.7). Una ocasión que no hay que perder. Cualquier hora es buena con tal de que sea la hora de tu «sí». «Los últimos serán los primeros…» (v.16). «¿No puedo hacer lo que quiera con lo mío?» (v.15). Metámoslo bien en la cabeza: Dios no se adapta, no lo podemos domesticar, ni meter en nuestras disposiciones y cálculos…; menos en nuestras conclusiones. Cuando nos sabemos llamados hemos de desembarazarnos de nuestras medidas (teología retributiva y del mérito), de nuestras contabilidades (teología de las indulgencias), de nuestros juicios y criterios… Dios da un «vuelco» a nuestros planes. No quieras entenderlo, no quieras entender la parábola, ¿quién te dijo que hemos de entenderlo todo?, y menos a Dios. La llamada es gracia y la recompensa don. Todo depende de su generosidad, de su gratuidad, no del cálculo puntilloso de nuestras cavilaciones. La alegría de Dios es poder dar sin medida. La parábola alcanza a aquellos que en la Iglesia viven más de los méritos que de la fidelidad y la alegría en el «trabajo» presente: Lo que cuenta es lo que hoy eres, la respuesta que estás dando, el amor con que te afanas y la alegría de saber que trabajas en la viña del amor.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Venga a nosotros tu Reino «
  • » Sólo Dios es bueno «
  • » Los últimos serán los primeros «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿En qué modifica la parábola tu forma de pensar?
  • ¿Se está abriendo camino la gratuidad en tu vida?
  • ¿Qué acciones y opiniones de tu vida están en cambio?
  • ¿Qué actitudes deberías cambiar?
  • ¿Necesita tu vida práctica una nueva estrategia?
  • ¿Qué acciones concretas de tu vida están motivadas sólo por la gratuidad?
  • ¿Qué es lo que más te alegra?
  • ¿Piensas mucho en el futuro?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos comenzar compartiendo: ¿Existen nuevas llamadas en el hoy de la Iglesia?
  • ¿Qué «trabajos» nuevos van apareciendo con los cambios culturales?
  • ¿Cómo integramos estas llamadas a nuestra vida?, ¿las sentimos coomo nuestras?
  • ¿Tenemos la vida de la comunidad abierta a las llamadas de Dios?
  • ¿Sería posible una nueva estrategia comunitaria?
  • ¿Es posible un cambio en la misión?

Podemos terminar orando la «Oración ante el crucifijo de San Damián» de San Francisco de Asís.

Sumo, glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor, para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento.

XXVI Domingo

1.- EL «SÍ» NO ES UNA PALABRA

» … Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá. » (Ez 18, 25-28).
» … No obréis por envidia ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses. » (Flp 2, 1-11).

SÍMBOLOS

  • Útiles de trabajo cotidiano.
  • Flores.

2.- PALABRA (Mt 21, 28-32)

Es fácil decir sí, pero no es suficiente, es necesario vivir la palabra en la práctica de las obras cotidianas; la hipocresía deteriora y la responsabilidad coherente engrandece.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 21, 28-32)

Parábola de los dos hijos

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: -«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: «Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.» Él le contestó: «No quiero.» Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: «Voy, señor.» Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» Contestaron: -«El primero.» Jesús les dijo: -«Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

COMENTARIO

La actitud de la ciudad santa y de sus líderes espirituales, simbolizada en la esterilidad de la higuera (Mt 21 18-22), contrasta con la acogida que muchos paganos han dispensado al evangelio. El reino ya no pertenece a Israel. Ha sido entregado a otro pueblo que dé los frutos a su tiempo. Esta ha sido de hecho la respuesta de Dios al rechazo de Israel, como ilustran las tres parábolas que Mateo ha colocado acertadamente en este contexto. En el conjunto de la sección constituyen la respuesta de Jesús a la actitud hostil de sus adversarios. La primera comparación, la de los dos hijos, posee un tono directo e interpelante: ¿Qué os parece? (Mt 21 28). Los destinatarios son los mismos sacerdotes y los ancianos del pueblo. Ellos dijeron sí al aceptar la ley de Moisés, pero se han negado a acoger la invitación definitiva a la conversión hecha por Juan bautista. Sin embargo, los publicanos y las prostitutas, que con su vida dijeron no a Dios, han acogido esta última invitación, y son los que de hecho han cumplido la voluntad del Padre. Leída en el contexto de la iglesia de Mateo, esta comparación explicaba también el rechazo del Israel y la acogida del evangelio por parte de los paganos.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Esta parábola puede llamarse de «los hijos arrepentidos, los dos se arrepienten de sus respuestas, el primero de su sí y el segundo de su no. El Padre no pretende respuestas con palabras, está a la espera de tu trabajo. La viña no se cultiva a fuerza de palabras, sino inclinando la espalda al trabajo cotidiano. La parábola nos invita a reflexionar sobre el verdadero sentido de la obediencia. Puede haber muchas rebeldías por amor y fidelidades por desafecto. Quienes van por la vida un poco indisciplinados y descarados pero sustancialmente animadas por un amor obediente y real; y quienes cubren, bajo la costra de un respeto formal, un cumplimiento superficial y presuntuoso, una obediencia más bien ambigua. Hoy ¿quizá hemos de temer más en la Iglesia los no de rechazo que los sí del consenso superficial? Los aplausos con frecuencia «cierran» los discursos; también los interrumpen pero difícilmente «abren» un compromiso concreto y silencioso. El Padre después de tanta palabra, respuesta arrepentida, quizás espere «escuchar» el silencio de unos hijos plenamente obedientes; a lo mejor aprecia los pasos en dirección a la viña y se fía del rumor de la pala que hunde el hierro en el terreno. Basta la espalda doblada sobre el terreno para saber que un hijo ha dejado pasar de la boca al corazón la voluntad del Padre.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Aquí estoy, Señor «
  • » Para hacer tu voluntad «
  • » ¿Qué quieres, Señor, que haga? «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Dejas pasar la Palabra de la cabeza al corazón?
  • ¿Has renovado tus compromisos?
  • ¿Has adaptado tus compromisos a las nuevas situaciones de la sociedad y de la Iglesia?
  • La voluntad de Dios, ¿la disciernes en solitario o en comunidad?
  • ¿La adaptas (disciernes) a tu edad, situación, circunstancias, necesidades de la comunidad?
  • ¿Das pasos en el camino de la disponibilidad?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • La comunidad ¿funciona como un espacio de discernimiento de la voluntad de Dios?
  • ¿Qué niveles se comparten?
  • ¿Nos ayudamos en la exigencia?
  • ¿Nos motivamos en el amor?

Podemos terminar orando la «Alabanza al Dios Altísimo» de San Francisco de Asís.

Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres Altísimo.
Tú eres Rey omnipotente.
Tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.
Tú eres Trino y Uno, Señor Dios de los dioses.
Tú eres el Bien, todo el Bien, el sumo Bien, Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres Amor, tú eres Caridad.
Tú eres Sabiduría, tú eres Humildad, tú eres Paciencia.
Tú eres belleza, tú eres Seguridad, tú eres Paz.
Tú eres Gozo y Alegría, tú eres nuestra Esperanza.
Tú eres Justicia, tú eres Templanza, tú eres toda nuestra Riqueza.
Tú eres Belleza, tú eres Mansedumbre.
Tú eres Protector, tú eres nuestro Custodio y Defensor.
Tú eres Fortaleza, tú eres Refugio.
Tú eres nuestra Esperanza, tú eres nuestra Fe.
Tú eres Caridad, tú eres nuestra Dulzura.
Tú eres nuestra Vida eterna, grande y admirable Señor, Dios Omnipotente, misericordioso Salvador.

XXVII Domingo

1.- TIEMPO DE VENDIMIA

» Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña…. » (Is 5, 1-7).
» … La paz de Dios custodiará vuestros corazones y pensamientos…» (Flp 4, 6-9).

SÍMBOLOS

  • Un sarmiento de vid.
  • Una copa de mosto.

2.- PALABRA (Mt 21, 33-43)

Con esta parábola dramática Jesús resume la historia de la salvación. Duras palabras para el pueblo que vivía expectante pero sin frutos de justica y santidad.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 21, 33-43)

Parábola de los viñadores infieles

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: -«Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. 34 Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. 35 Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y otro lo apedrearon. 36 Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. 37 Por último les mandó a su hijo, diciéndose: «Tendrán respeto a mi hijo.» 38 ero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: «Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia.» 39 Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» 41 Le contestaron: -«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.» 42 Y Jesús les dice: -«¿No habéis leído nunca en la Escritura: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente» 43 Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»

COMENTARIO

La parábola de los viñadores infieles refleja bien el contexto agrícola de Galilea, en donde los grandes latifundios se alquilaban a los trabajadores a cambio de una parte de los frutos. En su forma más antigua esta parábola estaba centrada en la muerte del hijo. Con ella Jesús expresó la certeza de su íntima relación con el Padre, y el presentimiento de un final trágico, semejante al de otros enviados de Dios. Los primeros cristianos, que conocían su victoria sobre la muerte, añadieron la cita del Salmo 118, orientando el mensaje de la parábola hacia la resurrección de Jesús. Finalmente, Mateo, teniendo en cuenta la experiencia vivida por su comunidad, hizo de la parábola una explicación del rechazo de Jesús por parte de Israel, y de la entrega del reino a la Iglesia. En su forma actual la parábola es una alegoría. El comienzo alude al canto de Is 5 1-7, donde la viña representa a Israel. Los viñadores son los jefes del pueblo, que han rechazado a los enviados de Dios en diversas ocasiones, apedreándolos y matándolos. La suerte del Hijo no ha sido distinta, sino el colmo de toda esta dolorosa serie de atropellos contra el diseño de la viña. Los viñadores se obstinan en no dar los frutos en el tiempo oportuno. La parábola concluye con una interpelación a los oyentes: ¿Qué os parece? ¿Qué hará el dueño de la viña cuando vuelva?, una pregunta que encontró pronto respuesta en dos acontecimientos de la iglesia naciente: la resurrección de Jesús y el nacimiento de la iglesia cristiana, como una comunidad distinta del judaísmo. La respuesta de Dios al rechazo de Jesús por parte de Israel ha sido en primer lugar resucitarle de entre los muertos, convertir en piedra angular la piedra desechada por los expertos; y en segundo lugar quitar el reino a Israel y entregárselo a un pueblo que dé frutos (Mt 21 43).

En Mateo el acento principal de la parábola no está ya en la muerte y la resurrección de Jesús, sino en la razón de ser de la Iglesia. El evangelista pretende explicar la ruptura entre el judaísmo y la iglesia cristiana, y exhortar a su comunidad para que no se deje llevar por la comodidad y la autocomplacencia, sino que esté siempre dispuesta a dar a su tiempo los frutos que pertenecen al reino, es decir, a poner en práctica la voluntad de Dios expresada en las palabras de Jesús. Esta parábola, colocada en el centro de la sección, tiene una gran importancia en el conjunto del evangelio. Al principio la buena noticia fue dirigida sólo a Israel (Mt 10 5-6), pero el pueblo elegido ha rechazado insistentemente la invitación a acoger el reino. Por eso, Jesús fue congregando en torno al grupo de los discípulos un «nuevo Israel», cuya misión será anunciar a todos los pueblos la salvación (Mt 28 16-20). El reino ha sido quitado a Israel y entregado a este nuevo pueblo mesiánico congregado por Jesús.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Una parábola profética que nos invita a mirar la historia de Israel, pero también nuestra propia historia salvadora: nuestro presente. Este abuso grave que denuncia la parábola: nos comportamos como «propietarios»; gozamos de ella, la acondicionamos, la defendemos de intromisiones, la exaltamos, reivindicamos derechos y privilegios… Hemos olvidado lo esencial: no estamos en ella para ilustrar, hacer teorías, explicar, reglamentar, garantizar el orden, celebrar triunfos…, estamos en la viña para «producir frutos». Ni la cerca, ni la torre, ni el lagar tienen sentido sino en función de los frutos, nada puede sustituir a los frutos esperados. Sin frutos todo es ornamental, decoración, vacío. No basta con estar en la viña; ni siquiera es suficiente amarla, es necesario producir frutos, dar frutos para otro, para otros, para el totalmente OTRO… Ni la viña es nuestra; ni los frutos son para nuestro beneficio. Es necesario recordar permanentemente que la viña está en «arriendo». Que el propietario lo puede dar a otros que den frutos a su debido tiempo. El amor, también el de Dios, puede sufrir la más quemante decepción.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Venga a nosotros tu Reino «
  • » Tu Reino es vida «
  • » Tu Reino es verdad «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Con qué actitud vivo en la Iglesia?
  • ¿Estoy en posesión de la verdad o en búsqueda de ella?
  • ¿Tengo la verdad adquirida o la busco en la relación con los otros?
  • ¿Qué frutos produzco y con quién los trabajo?
  • ¿Trabajo con los ojos puestos en la Iglesia o en el Reino?
  • ¿Aprendo a relativizar estructuras, fórmulas, ritos y medios?
  • ¿Trabajo sabiendo que las personas son el centro donde aparece el Reino?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Sabríamos catalogar los «frutos» y los «productos» en nuestras vidas y en nuestras comunidades?
  • ¿Qué «frutos» damos?
  • ¿Qué «productos» producimos?

Podemos terminar orando juntos la «Paráfrasis del Padrenuestro» de San Francisco de Asís.

¡Santísimo PADRE NUESTRO: creador, redentor, consolador y salvador nuestro!

QUE ESTÁS EN LOS CIELOS: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, porque tú, Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque tú, Señor, eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar, porque tú, Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin quien no hay bien alguno.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la altura de la majestad y la hondura de los juicios (Ef 3,18).

VENGA A NOSOTROS TU REINO: para que reines tú en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu reino, donde se halla la visión manifiesta de ti, el perfecto amor a ti, tu dichosa compañía, la fruición de ti por siempre.

HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, TAMBIÉN EN LA TIERRA: para que te amemos con todo el corazón (cf. Lc 10,27), pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, empleando todas nuestras energías y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio, no de otra cosa, sino del amor a ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie (cf. 2 Cor 6,3).

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo,

DÁNOSLE HOY: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció.

Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS: por tu inefable misericordia, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos.

Así COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que plenamente lo perdonemos, para que por ti amemos de verdad a los enemigos y en favor de ellos intercedamos devotamente ante ti, no devolviendo a nadie mal por mal (cf. lTes 5,15), y para que procuremos ser en ti útiles en todo.

Y NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN: oculta o manifiesta, imprevista o insistente.

MAS LÍBRANOS DEL MAL: pasado, presente y futuro. Gloria al Padre…

XXVIII Domingo

1.- INVITACIÓN A LA SALVACIÓN

» Preparará el Señor… para todos los pueblos un festín de manjares suculentos… » (Is 25, 6-10).
» … Todo lo puedo en aquel que me conforta…» (Flp 4, 12-14. 19-20 ).

SÍMBOLOS

  • La casa.
  • La mesa.
  • El banquete.

2.- PALABRA (Mt 22, 1-14)

El banquete nupcial resalta el carácter gratuito y misterioso del amor de Dios a su pueblo; este amor se abre a todos y se hace expresión en la búsqueda por los caminos y cercados (v.9).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 22, 1-14)

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo 2 – «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. 3 Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. 4 Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: «Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.» 5 Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; 6 los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. 7 El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. 8 Luego dijo a sus criados: «La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. 9 Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.» 10 Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. 11 Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta 12 y le dijo: «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?» El otro no abrió la boca. 13 Entonces el rey dijo a los camareros: «Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.» 14 Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

COMENTARIO

La tercera parábola completa el mensaje de las dos anteriores. El tema de fondo sigue siendo el rechazo de la invitación que Dios hace para acoger la salvación, representada ahora con una imagen frecuente en los profetas del Antiguo Testamento: el banquete de bodas.

En realidad Mateo ha unido aquí dos parábolas: la de los invitados al banquete (Mt 22 1-10), y la del comensal sin vestido apropiado (Mt 22 11-14), y ha hecho del conjunto una explicación de la entrada de los paganos en la iglesia, y una exhortación a su comunidad para que confirme con obras cada día su vocación cristiana. Probablemente, en labios de Jesús, la parábola de los invitados a la boda expresaba el rechazo de su mensaje por parte de los líderes del pueblo, y la acogida que le dispensaron los marginados: pecadores, prostitutas, etc. Sin embargo, los primeros cristianos vieron también en ella la explicación de una nueva circunstancia que estaban viviendo y no alcanzaban a comprender: la predicación de la buena noticia era mejor acogida entre los paganos que entre los judíos. ¿Significaba esto que Dios había abandonado a su pueblo? No. Es más bien el pueblo elegido el que no ha querido escuchar las repetidas invitaciones de Dios. Entonces los criados, mensajeros de la buena noticia, tuvieron que salir a los caminos del mundo y llamar a otros, que ahora llenan la sala del banquete. Sin embargo, cuando Mateo escribe su evangelio esta iglesia, compuesta por judíos y paganos, lleva algunos años de andadura. Comienza a aparecer una situación nueva, propia de cristianos viejos, que creen tener asegurada la salvación. El evangelista quiere advertirles de que no es suficiente con haber aceptado la invitación.

Para entrar en el banquete del reino es necesario un estilo de vida que ponga en práctica las enseñanzas de Jesús. Esta es la exhortación contenida en la parábola del comensal sin vestido apropiado. Es cierto que Dios ha llamado a todos a participar en el banquete del reino, pero sólo serán admitidos aquellos que hayan respondido a la invitación cambiando su estilo de vida. La exhortación de Mateo se dirige a todos los cristianos confiados en sus privilegios, para decirles que la respuesta a la llamada de Dios es nueva cada día, y cada día debe ser vivida poniendo en práctica la voluntad del Padre.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

El banquete vuelve a aparecer en las parábolas como invitación al Reino, como invitación a lo sorpresivo: Primera sorpresa: la presentación del Reino como banquete, símbolo por excelencia de alegría, convivialidad, encuentro, comunión e intimidad…; nada tiene que ver con un Dios ofendido, riguroso, legal… Segunda sorpresa: el rechazo absoluto de los invitados, ninguno de los invitados quiere saber nada, ni participar en la fiesta; todos tienen cosas más importantes que hacer, algunos incluso maltratan y matan a los mensajeros (v.6). Tercera sorpresa: El proyecto de Dios no se interrumpe, no se suspende por la falta de adhesión de los invitados. Dios no suspende su fiesta. Ahora se dirige a destinatarios inesperados, reclutados en las plazas, encrucijadas, caminos, pobre gente, harapientos… buenos y malos sin distinción. Lo rechazado por unos, encuentra una acogida inesperada en otros. Cuarta sorpresa: el invitado sin «vestido de fiesta». Todos pueden entrar, todos gozar y hartarse, pero todos valorando… comprometidos con la dignidad de quien invita…; no importa de dónde vienes, ni qué hiciste, ni cómo viviste, ahora lo que importa es que valores que «eres hijo del Reino». No es posible estar en el banquete y vivir con el corazón fuera de Él.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Venid al banquete «
  • » Venga a nosotros tu Reino «
  • » Amigo «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿A través de qué realidades llega la invitación de Dios a mi vida?
  • ¿Me siento interpelado por la Palabra?, ¿por los hermanos?, ¿por los acontecimientos de la vida?
  • ¿Cómo expreso mis respuestas?
  • ¿De manera personal en forma de conversión moral?
  • ¿En actitudes comprometidas con los hermanos?
  • ¿Incrementando mis acciones de servicio?
  • ¿El saberme invitado cambia mi «clima interior»?
  • ¿En qué cifrarías tú el paso de la «llamada» a la «elección»?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Con qué signos expresamos nosotros hoy la «elección» de Dios?
  • ¿Somos signos de algo o de alguien en el barrio?
  • ¿Se nos conoce, distingue o encuentra en los lugares donde el Reino se construye?
  • La Alegría del Reino ¿Es un distintivo de nuestra vida?
  • ¿Cómo tenemos integrada la fiesta? ¿Cómo celebramos?

Podemos terminar orando juntos la «Paráfrasis del Padrenuestro» de San Francisco de Asís.

¡Santísimo PADRE NUESTRO: creador, redentor, consolador y salvador nuestro!

QUE ESTÁS EN LOS CIELOS: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, porque tú, Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque tú, Señor, eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar, porque tú, Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin quien no hay bien alguno.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la altura de la majestad y la hondura de los juicios (Ef 3,18).

VENGA A NOSOTROS TU REINO: para que reines tú en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu reino, donde se halla la visión manifiesta de ti, el perfecto amor a ti, tu dichosa compañía, la fruición de ti por siempre.

HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, TAMBIÉN EN LA TIERRA: para que te amemos con todo el corazón (cf. Lc 10,27), pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, empleando todas nuestras energías y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio, no de otra cosa, sino del amor a ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie (cf. 2 Cor 6,3). EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo,

DÁNOSLE HOY: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció.

Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS: por tu inefable misericordia, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos.

Así COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que plenamente lo perdonemos, para que por ti amemos de verdad a los enemigos y en favor de ellos intercedamos devotamente ante ti, no devolviendo a nadie mal por mal (cf. lTes 5,15), y para que procuremos ser en ti útiles en todo.

Y NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN: oculta o manifiesta, imprevista o insistente.

MAS LÍBRANOS DEL MAL: pasado, presente y futuro. Gloria al Padre…

XXIX Domingo

1.- A CADA UNO LO SUYO

» … Te dí un título, aunque no me conocías… » (Is 45, 1.4-6).
» … Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros…» (I Tes 1, 1-5 ).

SÍMBOLOS

  • Unas monedas.
  • La Sagrada Escritura.

2.- PALABRA (Mt 22, 15-21)

La historia tiene sus hechos y su interpretación laica o religiosa. Jesús en el Evangelio nos expresa maravillosamente las competencias de Dios y las de los estados.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 22, 15-21)

El tributo al emperador

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. 16 Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: – «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. 17 Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?» 18 Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: – «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? 19 Enseñadme la moneda del impuesto. » Le presentaron un denario. 20 Él les preguntó: – «¿De quién son esta cara y esta inscripción?» 21 Le respondieron: – «Del César.» Entonces les replicó: – «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»

COMENTARIO

Los fariseos que han escuchado las parábolas de Jesús y saben que se refiere a ellos (Mt 21 45), buscan ahora un pretexto para acabar con él. Esta es su última palabra. A ellos se unen representantes de otros grupos políticos y religiosos, que en una especie de complot organizado plantean a Jesús una serie de tres «consultas». Por ahora no conseguirán su objetivo. Es necesario que Jesús pronuncie antes el veredicto de Dios contra Israel (Mt 23), y anuncie su segunda venida (Mt 24-25). La primera pregunta se refiere a la obligación de pagar tributos al emperador. Era una cuestión muy discutida, pues dicho tributo era el signo más evidente de la dominación romana. Los partidarios de Herodes y el alto clero estaban a favor del impuesto. Los grupos revolucionarios, sin embargo, consideraban este tributo como una ofensa a Dios, único soberano de Israel. Los fariseos, en fin, adoptaban una postura intermedia. Jesús no se identifica con ninguna de estas posturas , sino que sitúa la cuestión a un nivel más profundo. Para él lo importante es que el hombre reconozca a Dios como único señor, pues es en el hombre donde Dios ha dejado inscrita su imagen (Gn 1 27). Al emperador le pertenecen las monedas del impuesto, pero no una sumisión como señor absoluto. La respuesta de Jesús no propugna una especie de reparto equitativo entre el poder político y Dios, sino que sitúa al hombre ante Dios como su único señor. Todo lo demás debe ser relativizado, también la sumisión al poder político.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Jesús con la frase «pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» pretendió escapar a la trampa de los fariseos, pero con ella instauró una doctrina de los dos poderes, el secular y el religioso. Poderes que no han sabido o podido mantenerse al margen uno de otro; no debiera haber existido una autoridad religiosa con pretensiones de poder, ni una autoridad civil que confundió su causa con la causa de Dios. Cuidado con el juicio de los comportamientos que en un ambiente pueden ser calificados de desviación peligrosa y en otro de expresión de fe valiente, según sea el contexto social. «Pagadle al Cesar con lo que es del Cesar», esta es una de las acepciones de la traducción griega. Pagamos nuestros impuestos con lo que producimos nosotros: monedas de cambio, trabajo, objetos, artículos de valor relativo… con todo eso traficamos y construimos la sociedad secular. «Pagadle a Dios con lo que es de Dios». De Dios es el amor, la interioridad, el templo interior donde habita su Espíritu en nosotros, la capacidad de adhesión absoluta a Él; de Dios somos nosotros, que no hemos de ser más que para Dios. Jesús nos mete en una situación difícil: estar construyendo el mundo pero con el corazón indiviso en Dios.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Padre, hágase tu voluntad «
  • » Mi Dios y mi todo» (San Francisco de Asís)
  • » Líbranos del mal «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Cómo te sitúas ante todo lo caduco y transitorio?
  • ¿Qué valoración otorgas al trabajo productivo, a tu trabajo?
  • ¿Qué valor otorgas a la eficacia?
  • ¿Cómo valoras a las personas, por qué criterios?
  • ¿Tienes clara tu aportación a la sociedad?
  • ¿Sabrías organizar tu mundo interior con una escala de valores?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos partir de una puesta en común sobre nuestra valoración: «Pagadle al Cesar con lo que es del Cesar» «Pagadle a Dios con lo que es de Dios».
  • Hemos de aprender a respetar los criterios de cada hermano. Saber escucharlo y aceptarlos sin pretender cambiarlos, aunque pienses que los tuyos son mejores y más ciertos.
  • Mira en qué situación te encuentras ante el mundo y ante Dios.

Podemos terminar orando juntos esta oración de San Francisco de Asís

Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios,
danos a nosotros, miserables, hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres,
y siempre querer lo que te place, para que,
interiormente purificados, interiormente iluminados
y abrasados por el fuego del Espíritu Santo,
podamos seguir las huellas de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
y por sola tu gracia llegar a ti, Altísimo,
que, en Trinidad perfecta y en simple Unidad,
vives y reinas y eres glorificado, Dios omnipotente,
por todos los siglos de los siglos. Amén.

XXX Domingo

1.- AMAR A DIOS AMANDO AL PRÓJIMO

» … No oprimirás ni vejarás al forastero… » (Ex 22, 21-27).
» … Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada…» (I Tes 1, 5-10 ).

SÍMBOLOS

  • La Cruz.

2.- PALABRA (Mt 22, 34-40)

La vida cristiana es vertical y horizontal; Jesús con los dos mandamientos unidos en uno abraza lo humano y lo divino.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 22, 34-40)

El mandamiento más importante 34 En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, 35 y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: 36 – «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» 37 Él le dijo: – «»Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.» 38 Este mandamiento es el principal y primero. 39 El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» 40 Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

COMENTARIO

La tercera cuestión responde a una preocupación especialmente sentida en el grupo de los fariseos y maestros de la ley. El estudio de la ley de Moisés les había llevado a deducir de ella una serie interminable de seiscientos trece preceptos y normas de comportamiento. Ante la imposibilidad de recordar y practicar todos sus preceptos, surgió la pregunta que ellos mismos se hacían y que ahora plantean a Jesús: ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? La respuesta de Jesús supera de nuevo el estrecho horizonte del planteamiento que le hacen, y se sitúa al nivel de las opciones profundas… va a la raíz. No se trata de ver cuál de los mandamientos es el más importante, sino de buscar el origen de todos ellos. Jesús propone dos claves: amar a Dios y amar al prójimo. Toda la ley y los profetas se fundamentan aquí. En el pasaje paralelo de Marcos (Mc 12 28-34), Jesús y el maestro de la ley se dirigen una mutua alabanza. Sin embargo, Mateo ha suprimido esta conclusión para que aparezca más claramente el enfrentamiento entre Jesús y sus adversarios, que es reflejo del que vive su comunidad con respecto al judaísmo. También aprovecha esta enseñanza de Jesús para recordar a los cristianos de su época la importancia de vivir en la práctica el mandamiento del amor como opción fundamental del cristiano.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Jesús no se deja aprisionar en la selva de los múltiples preceptos, prescripciones y normas que asfixiaban la vida del creyente. Jesús provocado por un doctor acostumbrado a sutilezas y sofismas comienza a sumar y colocados todos los mandamientos en dos columnas el resultado es dos: «no he venido a abolir, sino a dar plenitud» y la suma es amor con dos rostros que se encuentran en uno: Dios en la criatura y la criatura en Dios. Este rostro del hermano en Dios y de Dios en los hermanos no son realidades antagónicas, sino dos presencias vividas en una relación vital amorosa. Jesús nos reduce el complejo mundo judío a lo esencial, al amor encarnado y expresado ante el rostro concreto del hermano, ahí está todo el sentido y toda la profundidad de la ley y los profetas. Jesús deja entender que el mandamiento más grande, más importante, «primero», es el que otorga significado a todos los otros; por tanto todos los demás reciben luz y sentido al vivir «este primero». Este mandamiento es primero y principal no porque esté a la cabeza de la lista, es el primero porque lo pone en el centro, en el corazón. Es el corazón desde donde adquieren sentido todos los demás preceptos, normas y ritos. Jesús no nos invita a mirar códigos, nos invita a mirar el amor del corazón y encontrar el sentido último de todo en ese amor.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Dios es amor «
  • » Ama al Señor tu Dios «
  • » Ama con todo el corazón «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • Comienza revisando tu interior, las cosas, objetos y fruslerías que albergas en tu corazón.
  • Busca una conversión positiva, reorientadora del amor.
  • Dedica el amor que hay en ti a las personas y no a los objetos… ¿Qué estados anímicos produce el afecto en ti?
  • Analiza todo lo positivo, lo que te alegra y te optimiza.
  • Mira con alegría a las personas que te rodean y céntrate en darles afecto, ternura y amor.
  • Ponle rostro al amor que hay en ti y ofrécelo al Padre.

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos comenzar aportando lo positivo que cada persona ha supuesto para el grupo, para la comunidad.
  • Valorar no sólo el trabajo, también la presencia, el silencio, el dolor…

Podemos terminar orando juntos el Padrenuestro cogidos de la mano.

XXXI Domingo

1.- MATERIA ESCABROSA

» … y ahora os toca a vosotros, sacerdotes… » (Mal 1, 14 – 2, 2.8-10).
» … Trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie…» (I Tes 2, 7-9.13 ).

SÍMBOLOS

  • Signos del Padre celestial

2.- PALABRA (Mt 23, 1-12)

Jesús nos propone un modo nuevo de autoridad que se apoya en el servicio a los hermanos desde la humildad de servidores del único Señor.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 23, 1-12)

Denuncia de la hipocresía

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: 2 -«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: 3 haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. 4 Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. 5 Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; 6 les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; 7 que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. 8 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. 10 No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. 11 El primero entre vosotros será vuestro servidor. 12 El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

COMENTARIO

El capítulo 23 posee una gran unidad. En él recoge Mateo la respuesta de Jesús al insistente rechazo de su pueblo, que ha quedado reflejado en los dos capítulos precedentes. La respuesta de Jesús es una condena sin paliativos. Los destinatarios de la primera exhortación son la gente y sus discípulos. Sin embargo, a través de ellos el evangelista se dirige a su comunidad para advertirla sobre el peligro de imitar el comportamiento de los fariseos.

La primera recomendación (Mt 23 2-3) refleja la postura de los cristianos más cercanos al judaísmo: las enseñanzas de los maestros de la ley pueden ser válidas para los cristianos. Sin embargo, cuando bajamos al terreno de la práctica, la incompatibilidad es manifiesta, porque el estilo de vida de los fariseos es contrario al espíritu de la ley, y a las enseñanzas de Jesús. En realidad los fariseos no buscan la voluntad de Dios, sino que se buscan a sí mismos. La descripción de su comportamiento contrasta con las palabras de Jesús. Ellos atan cargas pesadas e insoportables, mientras que el yugo de Jesús es suave y su carga ligera (Mt 11 28-30); ellos actúan para que los vea la gente, mientras que Jesús invita a hacer el bien en lo escondido (Mt 6 1-18). Pero lo peor de todo son sus aires de grandeza y superioridad manifestados en signos externos, en reconocimientos y en títulos. Mateo se detiene aquí, porque en su comunidad comienzan a aparecer también estos signos, sobre todo entre los responsables de la comunidad, que aceptan gustosos títulos de honor. Mateo sale al encuentro de esta situación con energía: no imitéis su ejemplo… vosotros, en cambio…; y dirige una seria advertencia a los responsables de la comunidad para que no caigan en la trampa de los escalafones.

La autoridad en la iglesia no puede ser un medio para buscar el propio interés, sino que debe ser entendida como un servicio a los hermanos. La comunidad cristiana no se fundamenta en títulos y en honores, sino en la fraternidad (todos vosotros soy hermanos), que nace del hecho de tener un Padre común (uno sólo es vuestro Padre), y de seguir a Jesús (porque uno sólo es vuestro guía).

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3.- RESUENA LA PALABRA

Dejando de lado la acusación de vanidad, ostentación, manías de grandeza, gustos por los títulos, existe la denuncia «no hacen lo que dicen» (v.3). Burda separación entre palabras y obras. Los discursos van en una línea, la vida en otra… «Lían fardos pesados…» (v.4). Jesús acusa: a los que son «flexibles» y severos… a los legalistas oprimentes y autoritarios… a los fríos dominadores de otros… a los no «transparentes» a los rígidos con las debilidades ajenas… a los que se escudan detrás de los títulos y nombramientos.. Nos abre una línea desbordante de misericordia: Búsqueda de la transparencia, de la autenticidad… Búsqueda de la fraternidad con el débil… Búsqueda de una vida secreta, escondida sólo en Dios. Búsqueda de un servicio amoroso y sencillo lleno de misericordia… A Dios no lo podemos retener en nuestras normas, lujos y costumbres, de ahí que siempre es objeto de nuestra búsqueda. Pero en los hermanos es donde se hace el encontradizo.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Padre nuestro «
  • » Mi Dios y mi todo «
  • » Jesús mío, misericordia «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Qué trato mantengo con los demás?
  • ¿Qué tipo de relaciones establezco?
  • ¿Me apoyo en las normas y reglas?
  • ¿Cuenta el «qué dirán»?
  • ¿Establezco diferencias entre las personas según su responsabilidad?
  • ¿Qué importancia tienen en mi vida los «pequeños»?
  • ¿Pasa por ellos la búsqueda y el encuentro con Dios?
  • ¿Tienen preferencia en mis opciones diarias?
  • ¿Cómo los integro en mi vida?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos comentar la siguiente frase: «El primero entre vosotros será vuestro servidor».
  • ¿Vivimos según este espíritu?

Podemos terminar orando juntos el Padrenuestro cogidos de la mano.

XXXII Domingo

1.- DIOS LLEGA

» … Radiante e inmarcesible es la sabiduría… » (Sab 6, 12 – 16).
» … No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos…» (I Tes 4, 13-18 ).

SÍMBOLOS

  • Una lámpara.
  • Una flor.

2.- PALABRA (Mt 25, 1-13)

El encuentro con Dios es tan inaplazable, tan de todos los días y todos los instantes, que ni puede dejarse para la última hora, ni se improvisa.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 25, 1-13)

Las jóvenes previsoras y las descuidadas

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. 2 Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. 3 Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; 4 en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. 5 El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. 6 A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!» 7 Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. 8 Y las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas. 9 Pero las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.» 10 Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. 11 Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» 12 Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» 13 Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

COMENTARIO

Esta parábola está muy relacionada con la comparación precedente: las muchachas sensatas son a las necias, lo que el siervo sensato es al malo; también aquí el esposo tarda. La enseñanza fundamental es la misma: hay que estar preparados porque el Señor vendrá en el momento más inesperado. Sin embargo, en esta segunda comparación Mateo insiste en el hecho de que hay cosas que no pueden improvisarse a última hora. La introducción de la parábola indica que en su origen esta exhortación a la vigilancia no se refería a la espera de la venida del Señor, sino a la venida del reino: sucede con el reino de los cielos… Sin embargo, la comunidad cristiana la aplicó a su nueva situación. Así la interpreta también Mateo, subrayando lo inesperado de la llegada del esposo (a media noche) y la importancia del asunto (las muchachas descuidadas no son admitidas al banquete de bodas. Lo que distingue a unas muchachas de otras no es si están en vela o duermen, sino si están preparadas para acoger al Señor cuando una voz a medianoche anuncie su regreso. La actitud de las primeras es comparable a la del hombre sensato que edifica su casa sobre roca; mientras que las segundas se parecen al hombre necio que edificó su casa sobre arena (véase Mt 7 24-27). Para Mateo, estar preparado significa escuchar y poner en práctica las palabras de Jesús, que pueden resumirse en el mandamiento del amor. El retraso de la vuelta de Jesús no puede llevar a su iglesia al adormecimiento y al descuido, ni puede hacer que los cristianos se desentiendan de sus compromisos. Al contrario, la certeza de su venida debe impulsarlos a que se comprometan activamente poniendo en práctica sus enseñanzas.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

La vigilancia es capacidad de acogida. La espera orientada hacia alguien; un «presente continuo» que nos permite vivir abiertos al futuro. La verdadera espera no deja de lado el hoy ni queda aprisionada en este momento. Tomo en serio las «realidades últimas» y al mismo tiempo me posiciono ante las «penúltimas». El Reino lo tomo en serio, pero sin descuidar el instante de este hermano en quien lo acojo. El mejor modo para esperar es vivir en plenitud cada instante; no desentenderse de nada, ni de nadie. La hora de la llegada del Reino, no es una hora especial, distinta de las otras. Es una hora como ésta No se puede improvisar, ni aplazar, ni pasar de una mano a otra… Se prepara dando valor y significado a todas las demás horas. No se puede pretender ser «reconocidos» por Él, si no nos preocupamos de su mensaje, de que su voz nos sea familiar, si no nos comprometemos a traducir su palabra en la vida. Dios se retrasa, es su forma de ser puntual. La espera no debe debilitarnos, envejecernos, entristecernos… No es posible saber cuándo llega, sólo sabemos que «no sabemos el día ni la hora». Es importante no emplear la espera en envejecer. La juventud es una manera sabia de vivir la espera y de prepararse para el encuentro.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Señor, ábrenos «
  • » El Señor es mi luz «
  • » El Señor es mi salvación «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Qué actitudes mantengo ante la vida y ante el paso del tiempo?
  • ¿Soy positivo, alegre, vivo los acontecimientos como «oportunidades» para crecer? ¿Cómo vivo la «espera»?, ¿con qué actitudes?
  • ¿Atisbo la llegada de Dios en los acontecimientos de la vida?
  • ¿Dejo que los hermanos me contagien?
  • ¿Dejo que las personas me alumbren y me salven?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Nos podemos centrar en el símbolo de la lámpara y del aceite. ¿Qué significado le damos a la luz? ¿Qué significado damos al aceite?
  • Apliquemos estos significados a la vida de relación cotidiana, a las personas y a los acontecimientos diarios u ocasionales.

Podemos terminar orando juntos el Salmo 26

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne, ellos,
enemigos y adversarios, tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra, me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.

XXXIII Domingo

1.- ¿DE QUÉ TALENTO SE TRATA?

» Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? » (Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31).
» El día del Señor llegará como un ladrón en la noche» (I Tes 5, 1-6 ).

SÍMBOLOS

  • Velas encendidas.
  • Flores.

2.- PALABRA (Mt 25, 14-30)

Este evangelio acentúa las responsabilidades personales en la aceptación del don divino. Los dones exigen colaboración, pues somos administradores.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 25, 14-30)

Parábola de los talentos

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: 15 a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. 16 El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. 17 El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. 18 En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. 19 Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. 20 Se acercó el que habla recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.» 21 Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.» 22 Se acercó luego el que habla recibido dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.» 23 Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.» 24 Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: «Señor, sabia que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, 25 tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.» 26 El señor le respondió: «Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? 27 Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. 28 Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. 29 Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. 30 Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

COMENTARIO

La tercera parábola, la de los talentos, posee un esquema similar al de las dos anteriores. También aquí se compara la actitud de los dos primeros criados con la del tercero. Los dos primeros se parecen al criado fiel y sensato y a las muchachas previsoras; el tercero, a su vez, encarna una actitud similar a la del criado malo y las muchachas necias. También aquí el amo de la hacienda vuelve después de mucho tiempo. La enseñanza de Mateo sigue siendo la misma: es cierto que el Señor tarda en volver, pero su regreso se seguro, y cuando vuelva juzgará a los hombres según el comportamiento que hayan tenido en su ausencia. Probablemente en su origen esta parábola estaba dirigida a los judíos observantes de la ley, que se habían aferrado a su cumplimiento estricto, y no eran capaces de ir más allá. Un buen representante de esta actitud es el joven rico (Mt 19 16-22). Al dirigirse a ellos con esta parábola, Jesús les reprochaba su cómoda actitud conservadora. Sin embargo, los primeros cristianos, y sobre todo la comunidad de Mateo, la aplicó en seguida a la segunda venida de Jesús. En su forma actual el acento recae en el criado timorato. Su actitud pasiva y perezosa contrasta con la laboriosidad de sus dos compañeros. La alabanza que el amo dirige a los primeros se torna duro reproche para el criado inactivo: es un criado indigno de compartir la alegría de su señor, y será echado fuera. La expresión a todo el que tiene se le dará y tendrá de sobra, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene aparece también en Mt 13 12; y subraya el hecho de que en la hora decisiva no valdrán las componendas ni los términos medios.

La misión de los discípulos de Jesús consiste en hacer producir la hacienda del reino que él ha dejando entre sus manos. Pero si en vez de hacerlo se quedan parados, son como los viñadores que no dan los frutos a su tiempo. Igual que a aquellos, la viña les era arrebatada y entregada a un pueblo que dé los frutos a su tiempo (Mt 21 43). Con esta parábola concluye la exhortación que Mateo dirige a su iglesia (Mt 24 45-25 30), para que viva con seriedad este tiempo que media entre la partida de Jesús y su segunda venida. Les invita a la vigilancia activa, a mantener la tensión, y a no dejarse vencer por la rutina, la pereza y la comodidad, porque en el horizonte de este tiempo intermedio se encuentra la manifestación definitiva de Jesús, y el juicio en el que cada uno tendrá que dar cuenta de sus acciones. Es una exhortación que vale para los cristianos de todos los tiempos, asediados por las mismas tentaciones.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

En este tiempo intermedio, entre la manifestación de Jesús y su vuelta en gloria, somos responsables de los talentos recibidos: Aquí no se trata de dotes naturales. El «talento» es algo específico que nos ha dejado CristoJesús al irse. Son sus dones. Aquí se trata de la «criatura nueva»; la fe, la esperanza, la caridad; del Espíritu de amor que caracteriza nuestra relación con Cristo. ¿Qué hacemos?, ¿dónde sembramos la Palabra?, ¿a quién contagiamos con nuestra fe?, ¿a quién ponemos en marcha con nuestra esperanza?, ¿cuánto amor de amistad damos?, ¿qué coraje comunicamos bajo la fuerza del Espíritu? Cualquier ambiente puede convertirse en lugar donde «se negocien» lo talentos. No existen lugares cerrados o situaciones donde la presencia cristiana no se haga presente. El amor tiene derecho a exigir mucho, a pedir coraje, libertad, responsabilidad. Ha entregado -amado primero- todo y ahora pide, no en una relación servil, reducida a contabilidad. Siendo una relación de amor la contabilidad es la «desproporción», la de lo «no razonable».

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Venga a nosotros tu Reino «
  • » Santificado sea tu nombre «

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Qué pesa más en mi vida: los dones o el juicio?
  • ¿Sabría catalogar los dones recibidos y valorar el más preciado?
  • ¿He administrado y desarrollado ese don en mi vida?
  • ¿Lo gestiono al servicio de las personas?
  • ¿Qué dones recibo diariamente de los hermanos?
  • ¿Cuáles aprecio y por qué?
  • ¿Sabría ponerles rostros concretos?
  • ¿Los agradezco en la relación diaria con Dios?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podríamos agradecer los dones recibidos de Dios, y los dones que los demás nos aportan y que construyen la fraternidad.
  • Podríamos expresar a los demás de forma sencilla nuestra gratitud por esos dones, reconociéndolos también como dones de Dios.

Terminamos con un himno de ofrenda y gratitud.

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.
Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.
Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte de pecadora en justa,
e ilumina la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.
Jesús, Hijo del Padre,
cuando avanza la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

XXXIV Domingo

1.- JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

» Yo mismo buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro… » (Ez 34, 11-12. 15-17).
» Una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza…» (I Cor 15, 20-26.28).

SÍMBOLOS

  • La Cruz.
  • El Cirio pascual.

2.- PALABRA (Mt 25, 31-46)

Jesucristo como Rey del Universo y de la historia llama a cada criatura nueva a reconocerse ante los hermanos en clave de amor.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 25, 31-46)

El juicio definitivo

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, 32 y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 34 Entonces dirá el rey a los de su derecha: «Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, 36 estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.» 37 Entonces los justos le contestarán: «Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; 38 ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; 39 ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?» 40 Y el rey les dirá: «Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.» 41 Y entonces dirá a los de su izquierda: «Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, 43 fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. 44 Entonces también éstos contestarán: «Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?» 45 Y él replicará: «Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.» 46 Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

COMENTARIO

Esta impresionante descripción del juicio final está muy relacionada con el resto del discurso. Es evidente la referencia a la venida del Hijo del hombre en Mt 24 29-31, pero la relación es mucho más estrecha con las tres parábolas precedentes (Mt 24 45-25 30). En ella, al igual que en este pasaje, aparecen dos grupos de personas cuyo comportamiento ha sido bien diferente antes del retorno de Jesús. En dichas parábolas se habla repetidas veces del juicio para exhortar a la vigilancia (Mt 24 47.51; 25 10.12.21.23.30), pero ahora este juicio final aparece en primer plano. Literariamente se trata de una especie de visión profética, que posee gran expresividad. La introducción (Mt 25 31-33) presenta al Hijo del hombre, que llega con todos sus ángeles y se sienta en el trono de la gloria, para juzgar a todas las naciones, reunidas ante él. Después vienen dos diálogos de Jesús con dos grupos de personas: los de la derecha, que heredan el reino por haber puesto en práctica el mandamiento del amor (Mt 25 34-40); y los de la izquierda, que son arrojados al fuego eterno, por no haberlo hecho (Mt 25 41-45). Ambo diálogos poseen exactamente el mismo esquema: declaración de Jesús – pregunta de los interlocutores – explicación de Jesús. La composición termina con una breve conclusión, que recoge los resultados del juicio (Mt 25 46).

La venida de Jesús al final de los tiempos será, ante todo, un acto de discernimiento. Entonces aparecerá con claridad la distinción entre el trigo y la cizaña (Mt 13 24-30), entre los peces buenos y malos (Mt 13 47-50), entre el criado fiel y el malo (Mt 24 45-51), entre las jóvenes previsoras y las descuidadas (Mt 25 1-13) y entre los criados trabajadores y el holgazán (Mt 25 14-30). Lo que resulta más sorprendente y llamativo es la medida que se utiliza en este juicio. En él lo decisivo será la actitud de amor o indiferencia hacia los necesitados, representados aquí en seis casos (hambrientos, sedientos, forasteros, desnudos, enfermos y encarcelados), que pueden ampliarse. La razón última está en la íntima solidaridad que existe entre éstos y Jesús: lo que se hace con ellos, se hace con Jesús. La exhortación de las parábolas precedentes a estar vigilantes y atentos adquiere una gran fuerza a la luz de esta escena final. Estar vigilantes y preparados consiste principalmente en vivir según el mandamiento del amor. No es suficiente con pertenecer a la iglesia, porque en el momento decisivo lo que contarán serán esos gestos concretos de amor y solidaridad para con los marginados y los pobres.

La intención de Mateo aparece ahora con claridad. Se dirige a unos cristianos que han descuidado su compromiso práctico, para despertarles de su letargo y recordarles que el destino de cada hombre se decide en la actitud que tengan ante los necesitados en este tiempo que precede a la vuelta de Jesús.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia.

3.- RESUENA LA PALABRA

Pones, Señor, ante mis ojos lo que es esencial para pertenecer a tu Reino: reconocerte y amarte en uno de esos tus pequeños. Me pones ante mis desgracias, ante mis omisiones, ante mí mismo… Aquel día no será otro que este en el que mi hermano sufre, padece y muere… Hoy es cuando debo encontrarme y encontrarte; reconocerme y reconocerte. Aquel día todo estará decidido. Todo se juega en cada momento; el vencimiento último, la cita con lo eterno es hoy. Si quieres encontrarme como rey has de buscarme lejos de los triunfos y de los cortejos imponentes. Buscarme en lo perdido, en el cansado, en el desalentado; en la oveja enferma o herida…; donde no hay nadie, allí estoy yo. Si me estás buscando… no tengo cara de rey y menos estilo de soberano al uso. Tengo rostro de pobre, de color (de cualquier color), de desgracia, de uno que está lejísimos y que está a tu lado… Si quieres venir o verme, no tienes que hacer cola, en ningún lugar importante. No vivo allí. Vivo en el hambre, en la cola del paro, en la marginación, en la soledad… Mi palacio real es la miseria cansada por las criaturas. Siempre estoy a la espera.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • » Tu Reino es vida «
  • » Tu Reino es amor «
  • » Venga a nosotros tu Reino.

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Qué trato mantengo con los pobres, enfermos, desafortunados de mi entorno?
  • ¿Abrazo al que está a mi lado?
  • ¿Me ocupo de lo cercano?
  • ¿Tengo sentimientos de cercanía?
  • ¿Me comprometo con lo desafortunado?
  • ¿Tengo los oídos abiertos a las desgracias?
  • ¿Mi corazón busca el rostro de Dios? ¿Donde lo busco…?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • Podemos revisar nuestros compromisos con los pobres y afligidos…

Terminamos orando juntos con la oración de San Francisco de Asís.

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.