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Navidad – Ciclo A

La Navidad es esto: acontecimiento histórico y misterio de amor, Niño Jesús que desde hace más de dos mil años interpela a los hombres y mujeres de todo tiempo y lugar. Es el día santo en el que brilla la «gran luz» de Cristo portadora de paz. Ciertamente, para reconocerla, para acogerla, se necesita fe, se necesita humildad. La humildad de María, que ha creído en la palabra del Señor, y que fue la primera que, inclinada ante el pesebre, adoró el Fruto de su vientre; la humildad de José, hombre justo, que tuvo la valentía de la fe y prefirió obedecer a Dios antes que proteger su propia reputación; la humildad de los pastores, de los pobres y anónimos pastores, que acogieron el anuncio del mensajero celestial y se apresuraron a ir a la gruta, donde encontraron al niño recién nacido y, llenos de asombro, lo adoraron alabando a Dios (cf. Lc 2,15-20). Los pequeños, los pobres en espíritu: éstos son los protagonistas de la Navidad, tanto ayer como hoy; los protagonistas de siempre de la historia de Dios, los constructores incansables de su Reino de justicia, de amor y de paz.

Mensaje Urbi et Orbi de S.S. Benedicto XVI
Navidad

Natividad del Señor

1.- NACIMIENTO DE JESÚS

«Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado … » (Is 9, 2-7).
» Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres … » (Tit 2, 11-14).

SÍMBOLOS

  • Nacimiento Belén.
  • Luz.
  • Gran decoración floral.

2.- PALABRA (Lc 2, 1-14).

El evangelista pone de relieve el clima histórico del nacimiento de Jesús. Su nacimiento inunda de luz la oscura noche de los pueblos y trae la paz para los que aman.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (Lc 2, 1-14)

Nacimiento de Jesús Mt 1 25; Jn 4 42; Hch 5 31; Flp 3 20; Tit 2 13; Lc 2 51 2

En aquellos días apareció un decreto del emperador Augusto, para que se empadronasen los habitantes del imperio. 2 Este censo fue el primero que se hizo durante el mandato de Quirino, gobernador de Siria. 3 Todos iban a inscribirse a su ciudad. 4 También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde Galilea, desde la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, 5 para inscribirse con María, su esposa, que estaba encinta. 6 Y sucedió que mientras estaban en Belén le llegó a María el tiempo del parto, 7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. 8 Había en aquellos campos unos pastores que pasaban la noche al raso velando sus rebaños. 9 Un ángel del Señor se les apareció, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Entonces les entró un gran miedo, 10 pero el ángel les dijo: – No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será también para todo el pueblo: 11 Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 13 Y de repente se juntó al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: 14 «¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que gozan de su amor!».

COMENTARIO

Con motivo de un hecho de la historia del Imperio romano, el censo de Augusto, se lleva a cabo el propósito de Dios, que se inscribe en la historia del pueblo elegido. Es en Belén, la ciudad de David, donde ocurre el acontecimiento que desencadena la historia de la salvación. Este nacimiento se describe según el esquema de la paradoja, Jesús es el Salvador, el Mesías, el Señor (Lc 1 11), y sin embargo su nacimiento se produce en el despojamiento y la pobreza. Hay que destacar también el contraste existente entre el nacimiento de Juan y el de Jesús. Mientras que en aquel el ambiente es de alegría y fiesta, en medio de los parientes y vecinos que vienen a felicitar a los padres, en el nacimiento de Jesús reina la soledad. La sombra de la cruz se proyecta ya sobre estos primeros días de su vida. Los primeros a los que se revela esta buena noticia son unos pastores, representantes de los pobres y sencillos, que serán también los primeros en recibir la palabra de Jesús (Lc 4 18). El anuncio del ángel a los pastores sigue el esquema habitual en las apariciones o epifanías celestes: una gloria luminosa, el miedo de los pastores, la expresión no temáis, el alegre mensaje sobre el niño y el signo que confirmará sus palabras. Quizá lo más nuevo es la confesión de fe cristiana en Jesús, que concentra rasgos fundamentales de la cristología de Lucas. Este niño que nace va a ser el Mesías esperado de Israel, el Señor manifestado en su resurrección (Hch 2 36), el auténtico salvador de los hombres. Este último título tenía una enorme importancia en la época de Lucas, ya que no sólo al emperador romano sino a los dioses paganos se les llamaba así. Lucas al utilizar este título para Jesús (Lc 2 11.30; Hch 5 31; 13 23) nos lo presenta como la única alternativa posible a todos los absolutos que se crea el hombre. Este anuncio del ángel encuentra un eco en el cielo, es el canto del «Gloria» (Lc 1 14). La gloria de Dios se manifestaba en el Antiguo Testamento en los acontecimientos de la historia. Ahora en el niño que nace, nos encontramos con el centro del tiempo salvífico. Por eso con él llega la paz que es una de las expresiones utilizadas para hablar de la salvación esperada en el tiempo del Mesías (Is 9 5-6). Y esta paz llega, no a los hombres de buena voluntad -como decían las antiguas traducciones- sino a los hombres que son amados por Dios. Pero su amor no tiene límites y alcanza a todos. Por último, la actitud meditativa de María, que interioriza y profundiza los acontecimientos, se complementa con la actitud «misionera» de los pastores que proclaman la gloria de Dios manifestada en el nacimiento de Jesús. Estas dos actitudes nos dan un buen retrato de la existencia creyente.

El evangelio según san Lucas
Luis F. García-Viana
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Navidad es: Tiempo del Espíritu Santo. Noche de Dios y noche de misterio. Regalo de Dios para todos. Misterio de una Madre-Virgen y silencio de María envuelta por el Espíritu. Misterio de la manifestación en la carne del Hijo de Dios. Palabra nueva que alumbró María y cabeza y cuerpo de una humanidad nueva. Luz que vence a las tinieblas. Anuncio de la Paz a toda criatura de buena voluntad. Adoración de los sencillos y de los grandes; es apertura del corazón al misterio de Dios. Fiesta del misterio santo de Dios.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • ¡Luz gozosa!
  • «Nos ha nacido el Salvador»
  • «Gloria a Dios»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • «La gloria del Señor los envolvió con su luz» (v.9)
  • ¿Cómo llega a tu vida, hoy, la luz de Dios?
  • ¿En quién o quienes se manifiesta para ti?
  • ¿Qué exigencias trae para tu vida?
  • ¿Qué alegrías y gozos te propicia?
  • Distingue entre las luces ilusorias y la luz verdadera…..
  • ¿Cuáles son tus cegueras…, tus tinieblas ….?
  • Alumbra en ti nuevas realidades y ofrécelas en tu entorno; navidad es tiempo de gratuidad y del regalo de Dios.

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

Comentamos el siguiente texto: «- No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será también para todo el pueblo: Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor». (Lc. 2, 10-11). Actualización del texto: ¿Nos nace, hoy, algo o alguien a nosotros? ¿Qué alumbramos con alegría? ¿Qué deberíamos alumbrarnos unos a otros? ¿Qué actitudes alumbrarían hoy nuevas estructuras y nueva luz para la sociedad? ¿Cómo realizar esta metamorfosis en nuestro entorno y en la vida eclesial?

Concluimos orando el Salmo 95 del Diurnal

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones;
porque es grande el Señor,
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia;
y los pueblos con fidelidad.

Sagrada Familia

1.- EL TEMPLO DOMÉSTICO

«Sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones, mientras viva … » (Eclo 3, 3-7. 14-17 ).
«Sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión … » (Col 3, 12-21).

SÍMBOLOS

Luz y Biblia.
Padre Nuestro, oración de la familia.
Una luz.

2.- PALABRA (Mt 2, 13-15. 19-23).

El «nuevo liberador» huye y vuelve de Egipto. En su infancia se encuentra prefigurada la historia de Israel. En su vida encuentran sentido las tragedias humanas.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 2, 13-15. 19-23 )

El nuevo éxodo Gn 46 1-7; Ex 1 15-22; Os 11 1; Jr 31 15; Ex 4 19-20; Is 11 1

Cuando se marcharon, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: – Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarle. 14 José se levantó, tomó al niño y a su madre de noche, y salió para Egipto. 15 Estuvo allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había dicho el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi Hijo. 19 Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueño a José en Egipto 20 y le dijo: – Levántate, toma al niño y a su madre, y vuelve a la tierra de Israel; porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño. 21 José se levantó, tomó al niño y a su madre y regresó con ellos a la tierra de Israel. 22 Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí. Entonces, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, 23 y se fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. De esta manera se cumplió lo dicho por los profetas: que sería llamado nazareno.

COMENTARIO

Por su estilo y estructura estos párrafos constituyen una unidad literaria, en la que por tres veces se repite el mismo esquema: una narración breve, seguida de una «cita de reflexión» (ver comentario a Mt 1 18-25). Mateo subraya de nuevo el cumplimiento de las Escrituras en Jesús, fijándose sobre todo en la localización geográfica de su infancia. Este escueto relato de huida y vuelta de Egipto se desarrolla en un doble clima: por un lado, la persecución de que es objeto Jesús; y por otro, la constante presencia de Dios, que se sirve de su mensajero y de los sueños para avisar a José, que sigue siendo el protagonista aparente de esta historia, el representante de la dinastía davídica que lleva a cabo el plan salvador de Dios.

Algunos detalles de este pasaje recuerdan los comienzos de la vida de Moisés: la matanza de niños inocentes (Ex 1 15-16), la huida del joven Moisés, porque el faraón trataba de acabar con él (Ex 3 14-15), y su vuelta a Egipto cuando habían muerto los que intentaban matarle (Ex 4 19-23). El paralelismo con Moisés es evidente. Pero mucho más importante es la relación que Mateo establece entre Jesús e Israel. En efecto, la huida de y su familia recuerda el traslado de toda la familia de Jacob, que emigró a Egipto por designio de Dios (Gn 46 1-7). Desde allí Jesús, que es el verdadero Hijo de Dios, está en situación de iniciar el nuevo y definitivo éxodo, como afirma la cita de Os 11 1.

La referencia a Jr 31 15 debe leerse en su contexto, en donde el llanto es el preludio de un nuevo éxodo. Finalmente la vuelta a la tierra de Israel es el primer movimiento de un camino semejante al que recorrió Israel en sus orígenes. En este nuevo camino el bautismo en el Jordán (Mt 3 13-17) evoca el paso del mar Rojo, y las tentaciones de Jesús (Mt 4 1-11) recuerdan la larga marcha del pueblo por el desierto. Mateo relaciona los comienzos de la vida de Jesús con los comienzos del pueblo de Israel, muestra que con Jesús comienza un nuevo pueblo, y se hace eco de la esperanza de los profetas, que veían en el nuevo éxodo el anuncio de la salvación definitiva. Al componer este pasaje Mateo tenía presentes a los judíos que no aceptaban a Jesús, pero ante todo deseaba confirmar la fe de su comunidad en Jesús, el Hijo de Dios, que recorrió el camino del nuevo éxodo. La lectura de este pasaje invita a descubrir la presencia de Dios incluso en las situaciones adversas.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Este desarraigarse de Jesús y de toda la familia de Nazaret…, este «ponerse en camino de noche» (v.14); este escuchar los signos en tierra extranjera… (v.20); esta experiencia de familia de búsqueda, de desarraigo, de desamparo, de escucha es toda una llamada a la búsqueda de «Dios con nosotros» en nuestros diálogos familiares, en nuestros quehaceres comunitarios, en nuestras esperanzas y en nuestros declives…, en todo nuestro ser y nuestro hacer. No hemos de ir lejos para encontrarle, hemos de abrir el corazón y la mente a quien está a nuestro lado, recuperar el sentido profundo de la familia donde: cada persona encuentra su dignidad siendo querida como es, donde su autoestima crece sin rivalidades.

La tolerancia y el respeto se cultivan como ese gran valor que nos permite descubrir el verdadero rostro de Cristo. la solidaridad y el servicio se ejercitan de forma natural y expresando lo más profundo de la vida evangélica. la responsabilidad crece como respuesta a las necesidades de los demás, especialmente de los más pequeños y menesterosos. la defensa y cultivo del amor sean los que definan nuestro estar juntos. Nuestras familias asentadas en Jesucristo tienen necesidad de redescubrirse y de redimensionarse para dar nuevos frutos de vida.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Dios con nosotros»
  • «Misericordia y comprensión» (2ª. Lectura)

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

Descubre el valor de lo escondido, de lo cotidiano, de quien está a tu lado. Aprende a crear lazos nuevos que renueven la familia. Proyecta una mirada nueva sobre aquellas personas menos agraciadas o menos afines a tu manera de ser. Para renovar en ti la vida de familia, ¿qué valores deberías potenciar?, ¿a quién habrías de acercarte?, ¿qué cambios se habrían de operar en ti?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Damos una verdadera imagen de familia o más bien de una empresa?
  • ¿Qué actitudes hemos de potenciar entre nosotros?
  • ¿Qué actitudes hemos de cambiar de cara al exterior?
  • ¿Qué valores son, en nuestro caso, los que más urgen cultivar?
  • ¿Tienen cabida en nuestra familia otros modelos familiares?

Terminaremos con el Salmo 127 del Diurnal

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa;
ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!

Santa María, Madre de Dios

1.- LA BENDICIÓN DEL SEÑOR

» …El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor… » (Num 6, 22-27).
» Ya no eres esclavo sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero … » (Gal 4, 4-7).

SÍMBOLOS

  • Virgen María y el niño Jesús
  • Icono de María.
  • Maternidad.

2.- PALABRA (Lc 2, 16-21).

Mientras todos se maravillan de lo que los pastores cuentan, María, la Madre en silencio medita en su corazón. Esta maternidad se prolongará en silencio hasta la cruz.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (Lc 2, 16-21)

Los pastores] fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. 17 Al verle, contaron lo que el ángel les había dicho de este niño. 18 Y cuantos escuchaban lo que decían los pastores, se quedaron admirados. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les habían dicho. 21 A los ocho días, cuando le circuncidaron, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel ya antes de la concepción.

COMENTARIO

La primera reacción, la de los oyentes, fue tan sólo de sorpresa. «María, por su parte, conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su interior» (2, 19).

La reacción de María, figura del Israel fiel, es distinta. Aun cuando no lo comprenda, «conserva el recuerdo», es decir, lo ha grabado en su memoria. El hecho de conservar la memoria de estos hechos «en su corazón» (lit.: cf. 1, 66) y de «ponderarlos» posibilitará un día su comprensión. «Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído; tal y como les habían dicho» (2, 20).

La tercera reacción, la de los marginados y asociales, es pareja a la de los ángeles («glorificando / gloria» y «alabando a Dios»). Han podido comprobar personalmente la veracidad del anuncio del ángel: les ha nacido un salvador que los va a sacar de su marginación, el Mesías de Israel y Señor de todas las naciones. Sólo ellos estaban capacitados para comprender aquel lenguaje tan crudo.

El éxodo del hombre libre, catequesis sobre el evangelio de Lucas
Josep Rius-Camps
Ediciones El Almendro

3.- RESUENA LA PALABRA

El Concilio de Éfeso proclamó a María Theotokos, madre de Dios; esta fiesta llegó a nuestra liturgia después de la reforma del Concilio Vaticano II. El texto litúrgico que la fiesta nos aporta dice: «María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón» (v.19). Los pastores son los misioneros, los que divulgan, los que comunican, «se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les habían dicho» (v.20). Los pastores «cuentan», «glorifican», «testimonian…»

María «conserva en su corazón», «guarda», «medita»; antes de contar hemos de asimilar, discernir, ahondar el mensaje sentido. Ella envuelve en silencio meditativo el mensaje recibido. Acoge el misterio de ese niño y lo que se dice de Él con fe. Se abre a la revelación y a la comprensión de lo que significa cuanto se dice y acontece en ese niño. Valora y custodia en profundidad lo que «cuentan que el ángel les había dicho de este niño» (v.17). Recogida en su interioridad se prepara para la inmediata comunicación: «le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel» (v.21). Tanto el «contar» de los pastores como el «guardar y meditar en el corazón» forman parte de una misma exigencia misionera. María se nos presenta haciendo camino, expresando un «don» recibido en su hijo, que es Hijo de Dios.

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Ruega por nosotros»
  • «Alaba alma mía al Señor»
  • «Guarda y medita»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • Los marginados y pobres sociales de aquel tiempo «glorifican y alaban a Dios» (v.20).
  • ¿Tenemos nosotros contacto con ellos?
  • ¿Cómo los valoramos, los escuchamos y meditamos sus expresiones?
  • ¿Quiénes son los pobres y marginados más cercanos a nuestra vida?
  • ¿Nos encuentran «como encontraron a María y a José y al niño» (v.16)?
  • ¿Nos ven, cuentan con nosotros, saben que existimos y que estamos abiertos a ellos?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

Podemos partir del siguiente texto: «- Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les habían dicho» (Lc 2, 20). Confrontemos la crudeza de lo que ven y oyen en la cueva y el pesebre con el lenguaje celestial del ángel y su anuncio (Lc 2, 9-15). Encuentran sencillez, silencio y pobreza. Se les anuncia gloria, alegría y salvación para todos…. ¿Es posible que hoy la gloria de Dios se nos revele de nuevo a través de los pobres, de los sencillos y humildes?

Terminamos orando juntos el Salmo 66 del Diurnal

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe.

Epifanía

1.- LA GLORIA DEL SEÑOR

» Levántate, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre tí! … » (Is 60, 1-6).
» …Se me dio a conocer por revelación el misterio. » (Ef 3, 2-3. 5-6).

SÍMBOLOS

  • Enciende un poco de incienso.
  • Un gesto de amor y de confianza.

2.- PALABRA

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 2, 1-12)

Los sabios de oriente Lc 2 4-7; Nm 24 17; Miq 5 2; 2 Sm 5 2 2

Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, en tiempo del rey Herodes. Por entonces unos sabios de oriente se presentaron en Jerusalén, 2 diciendo: – ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarle. 3 Al oír esto, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. 4 Entonces hizo venir a todos los sumos sacerdotes y los maestros de la ley y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. 5 Ellos le dijeron: – En Belén de Judea; pues así está escrito en el profeta: 6 Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, ni mucho menos, el menor entre los pueblos principales de Judá; porque de ti saldrá un jefe, que será pastor de mi pueblo. Israel. 7 Entonces Herodes, llamando aparte a los sabios, hizo que le informaran con exactitud sobre el momento en que había aparecido la estrella, 8 y los envió a Belén con este encargo: – Id e informaos bien sobre ese niño; y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarle. 9 Tras esta entrevista con el rey, se pusieron en camino; la estrella que habían visto en oriente iba delante hasta que llegó y se paró encima de donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella, se llenaron de una inmensa alegría. 11 Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y le adoraron postrados en tierra. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra. 12 Y advertidos en sueños para que no volvieran donde estaba Herodes, regresaron a su país por otro camino.

COMENTARIO

El comienzo de este relato sitúa en el espacio y el tiempo el nacimiento de Jesús: Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, en tiempo del rey Herodes. En el evangelio de Mateo no abundan este tipo de indicaciones, pero en el segundo capítulo el evangelista parece preocupado por explicar la «geografía» de los orígenes de Jesús. Sobre todo le interesa dejar bien claro que, aunque Jesús vivió en Nazaret, había nacido en Belén, patria de David, y lugar en el que, según las Escrituras, debía nacer el Mesías (Miq 5 1; 2 Sm 5 2). El Herodes del que se habla aquí es Herodes el Grande, rey-vasallo de Roma que gobernó en Palestina más de treinta años. Durante su reinado el país alcanzó gran esplendor. Sin embargo, Herodes no fue querido por sus súbditos, debido a su origen extranjero y a su crueldad. Lo que se dice en este pasaje y el siguiente sobre él, concuerda con el testimonio de las fuentes históricas de la época.

Los sabios de oriente suelen identificarse con astrólogos babilonios que conocían las esperanzas mesiánicas de los judíos. Estos datos pueden hacernos pensar que la intención principal de Mateo es de orden histórico, pero numerosos detalles del relato nos descubren en seguida que su propósito va más allá. Lo que Mateo quiere transmitir no es sólo una noticia, sino una «buena noticia». Su primera intención es completar lo dicho en los pasajes anteriores sobre quién es Jesús, sirviéndose de dos motivos bien conocidos en su tiempo: el surgimiento de una nueva estrella, y la referencia a textos del Antiguo Testamento. Según la creencia popular el nacimiento de un personaje importante iba unido a la aparición de una nueva estrella. También la tradición judía anunciaba al Mesías como la estrella que surge de Jacob (Nm 24 17). Además, según las profecías del Antiguo Testamento, los pueblos paganos habrían de rendir homenaje al Mesías (Is 49 23; 60 6; Sal 72 10-15), como hizo la reina de Saba con Salomón (1 Re 10 1-13).

Finalmente Mateo combina dos citas que anunciaban la venida del Mesías: Miq 5 1 y 2 Sm 5 2, para mostrar por boca de sus adversarios, que Jesús es el Mesías, descendiente de David a quien todos los pueblos vienen a rendir homenaje. Su aparición ha de ser una buena noticia para todos. Sin embargo no todos acogen esta buena noticia de igual modo. Aquí se encuentra la otra clave para entender este relato: la contraposición entre dos actitudes que luego se repiten a lo largo de todo el evangelio; su pueblo rechaza a Jesús, mientras que los sabios de oriente, que son paganos, le adoran como Hijo de Dios. Los gestos son bien distintos: Herodes y Jerusalén se turban ante la noticia del nacimiento de Jesús y planean su muerte; sin embargo, los sabios paganos experimentan una gran alegría y reconocen a Jesús como el rey de los judíos. El rechazo de Herodes y Jerusalén anticipa la experiencia de Jesús, rechazado por su pueblo, y de la comunidad cristiana, rechazada por el judaísmo; mientras que la acogida de los sabios paganos anuncia la apertura del evangelio a los gentiles, y su entrada en la comunidad cristiana. Presentando actitudes tan diversas y definidas, el evangelista invita a los cristianos para quienes escribe este evangelio, a que aclaren cuál es su postura frente a Jesús.

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Hemos visto su estrella» (v.2) aseguran los magos. Nosotros también vemos su luz, esa luz que no tiene ocaso…, así en el proceso de la fe la iniciativa siempre viene de Dios. Creer es dejarse iluminar…; unos estudian, consultan oráculos (v.7), otros «se sobresaltan y con él toda Jerusalén» (v.3); nosotros buscamos el encuentro personal donde brota la luz, donde «salta la chispa», donde hacemos la experiencia de alguien que nos permite creer, crecer, caminar hacia nuevos horizontes, nuevos encuentros y nuevas rutas… El encuentro luminoso no lo puedo programar, es Dios quien se hace el encontradizo, no somos nosotros los que tenemos la fe sino que es la fe la que nos tiene a nosotros, nos lleva, nos conduce; como si Dios mismo nos sostuviera en la ruta y nos sedujera con su resplandor.

Los Magos se dejaron seducir por la estrella, supieron interpretar el signo. Su viaje fue un viaje difícil, buscaron, se informaron entre «grandes» y sencillos, al final llegaron al lugar donde estaba «el niño», lo pequeño, lo sencillo, lo que no cuenta…; «se llenaron de una inmensa alegría» (v.10). La fe vive, se goza y se postra (v.11) de forma natural ante la vida que se expresa: «Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y le adoraron postrados en tierra» (v.11). La escena no puede ser más natural, más cotidiana, más sencilla, por tanto más luminosa para la vida creyente y más reveladora de la grandeza de «Dios con nosotros».

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «¡Gloria a ti Señor!»
  • «¡El Señor es mi luz!»
  • «El Señor es mi pastor»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Qué luz sostiene mi fe?
  • ¿Qué certeza, qué esperanza, qué persona?
  • ¿Qué encuentros han sido significativos en mi itinerario de fe?
  • ¿Qué «estrellas» te siguen iluminando, ayudando a creer y a amar?
  • ¿Crees que puedes ser tú «estrella» epifánica para alguien?
  • Los pobres, los sencillos, los pequeños ¿son luminosos para nosotros?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

Se pueden poner en común las vivencias de personas que han sido «luces» en nuestras vidas. Textos que nos han iluminado y siguen siendo referencias permanentes para nuestra fe. Dialoga los acontecimientos que han sido reveladores, iluminadores para tu vida creyente. Aporta «el testimonio de la persona que más te ha motivado para creer».

Terminamos orando juntos el Salmo 71 del Diurnal
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.

Oración para el día de Reyes

El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió,
los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón,
rom pom pom pom; rom pom pom pom.
Ha nacido en un portal de Belén, el Niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies
algún presente que te agrade, Señor;
más tú ya sabes que soy pobre también
y no poseo más que un viejo tambor,
rom pom pom pom; rom pom pom pom.
En tu honor frente al portal cantaré
con mi tambor. El camino que lleva a Belén
yo voy marcando con mi viejo tambor,
nada mejor hay que yo pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor,
rom pom pom pom; rom pom pom pom.
Cuando Dios me vio tocando ante Él,
me sonrió.

HIMNO

Reyes que venís por ellas,
no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Mirando sus luces bellas,
no sigáis la vuestra ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Aquí parad, que aquí está
quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto,
y si habéis hallado puerto no busquéis estrellas ya. No busquéis la estrella ahora:
que su luz ha oscurecido este Sol recién nacido
en esta Virgen Aurora. Ya no hallaréis luz en ellas,
el Niño os alumbra ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto, porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende. Aquellas lágrimas bellas
la estrella oscurecen ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Amén.

LECTURA

del Evangelio según San Mateo

Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, durante el reinado de Herodes. Por entonces llegaron a Jerusalén unos sabios de oriente, que preguntaban: ¿dónde está el rey de los judíos recién nacido? Nosotros hemos visto aparecer su estrella y venimos a adorarle.

MEDITACIÓN

Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Juventud (Madrid 2011)

EN BÚSQUEDA DE UNA VIDA MÁS GRANDE

En cada época, también en nuestros días, numerosos jóvenes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz. Al recordar mi juventud, veo que, en realidad, la estabilidad y la seguridad no son las cuestiones que más ocupan la mente de los jóvenes. Sí, la cuestión del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande. Creo que, en cierto sentido, este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación.

Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su «huella».

CANTO

Tengo sed de ti / oh fuente del amor. Tengo sed de ti / tu amor es libertad.

LECTURA

El rey Herodes se inquietó mucho cuando llegó esto a sus oídos, y lo mismo les sucedió a todos los habitantes de Jerusalén. Así que ordenó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley para averiguar por medio de ellos dónde había de nacer el Mesías.

MEDITACIÓN

Es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría: «sin el Creador la criatura se diluye»(Gaudium et Spes, 36).

ORACIÓN

Tú eres, Señor, un Dios misericordioso y compasivo. Conoces bien nuestras miserias, pero nos miras con cariño. Tú padeces y com-padeces, porque tu Nombre es Comprensión, el Compasivo. Ven, Señor, a socorrernos, sé tú mismo. Levántanos con tu mano si nos ves caídos. Si nos ves enfermos, con heridas, cúranos con el aceite de tu Espíritu. Si nos ves sucios y manchados, límpianos con el agua de tu Espíritu. Si nos ves tímidos, cobardes, fríos, fortalécenos con el fuego de tu Espíritu. Si nos ves equivocados, ciegos, enséñanos con las luces de tu Espíritu. Si nos ves tristes y llorosos, alégranos con la risa de tu Espíritu. Si nos ves mezquinos, egoístas, agrándanos con el amor de tu Espíritu. Si nos ves solos, excluidos, acompáñanos con la presencia de tu Espíritu. Y quédate, Padre, con nosotros, y con tu Hijo, Enmanuel, hecho niño.

“ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN CRISTO, FIRMES EN LA FE” (Col 2,7)

LECTURA

Los sabios, después de oír al rey Herodes, se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en Oriente los guió hasta que llegó y se paró encima de donde estaba el Niño. Al ver la estrella, se llenaron de una inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al Niño con su madre María y lo adoraron postrados en tierra. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra.

SIGNO

Una ofrenda que se considere oportuna.

CANTO

Venid hombres todos, que sentís el gozo de ver el gran día de paz y de amor.
El Rey del cielo a Belén desciende. Postrémonos humildes
delante del Dios hombre, venid y adoremos al Rey y Señor. Buscando el pesebre dejan sus rebaños
pastores que oyeron la cita de Dios. También nosotros a Belén corramos.
Postrémonos humildes….

Bautismo del Señor

1.- UN HOMBRE CON LOS HOMBRES

» …Mirad a mi siervo a quien sostengo; mi elegido a quien prefiero… No gritará, no clamará, no voceará por las calles… » (Is 42, 1-4. 6-7).
» …Acepta a quien lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. » (Hch 10, 34-38).

SÍMBOLOS

  • Renovación de las promesas bautismales.
  • Santo Crisma.
  • Paloma

2.- PALABRA (Mt 3, 13-17)

El bautismo de Jesús responde a la misteriosa voluntad de los discípulos del Padre. Jesús se asocia a Juan en el cumplimiento de la voluntad divina. Jesús es proclamado en el Jordán hijo amado y predilecto (v.17).

Lectura del santo evangelio según san Mateo (Mt 3, 13-17)

Bautismo de Jesús Mc 1 9-11; Lc 3 21-11 Jn 1 29-34; Gn 22 2; Sal 2 7; Is 42 1; Mt 12 18; 17 5

Entonces llegó Jesús desde Galilea al Jordán y se dirigió a Juan para que le bautizara. 14 Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: – Soy yo el que necesito que tú me bautices, y ¿eres tú el que viene a mí? 15 Jesús le respondió: – Deja eso ahora; porque conviene que de este modo cumplamos lo que Dios ha dispuesto. Entonces Juan accedió. 16 Nada más ser bautizado, Jesús salió del agua y, mientras salía, se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre él. 17 Y una voz del cielo decía: – Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido.

COMENTARIO

Para Mateo el bautismo de Jesús es el momento cumbre de la actividad de Juan, y la manifestación abierta de Jesús como Hijo de Dios. El pasaje tiene dos partes: el diálogo entre Juan y Jesús, y la manifestación de este último como Hijo de Dios. La segunda pertenece a la tradición común de los evangelios, pero la primera sólo se encuentra en Mateo. En el contexto del pasaje anterior (Mt 3 1-12), resulta sorprendente la actitud de Jesús, y coherentes las palabras de Juan: soy yo el que necesito que tú me bautices. El diálogo entre ambos aclara que el bautismo de Jesús en medio del Israel arrepentido es un paso necesario para que se cumpla el designio salvador de Dios. Las palabras de Jesús: conviene que cumplamos lo que Dios ha dispuesto expresan bien su adhesión al proyecto del Padre, que le conducirá hasta Getsemaní, y luego hasta la cruz, en una entrega constante de la propia vida. La identidad de Jesús queda clara en los sucesos que siguen a su bautismo: se abren los cielos y desciende el Espíritu de Dios para realizar en él una nueva creación (Gn 1 2). Es el mismo Espíritu que actuó en su nacimiento (Mt 1 18-25), y que le acompañará durante toda su vida (Mt 12 28). Finalmente, la voz celeste declara que Jesús es el Hijo de Dios, y lo hace con una fórmula tomada de uno de los cánticos del siervo sufriente (Is 42 1), para no dar lugar a equívocos: Jesús es el Hijo de Dios; en sus palabras y sus acciones escuchamos y vemos a Dios, pero él encarnará la figura del siervo sufriente, no la de un Mesías triunfalista (véase comentario a Mt 4 1-11). La afirmación de que Jesús es el Hijo de Dios es muy importante para Mateo. En los primeros capítulos alude de forma velada a ella: en la narración de la concepción virginal (Mt 1 16. 18-20), a través de las palabras del profeta (Mt 1 22; 2 5), o por medio de metáforas (Mt 2 11; 3 11). Este es también el título con el que le reconocen sus discípulos (Mt 14 33), y Pedro en representación de ellos (Mt 16 16). Ser Hijo de Dios define la identidad más profunda de Jesús, hasta el punto de que cuando sus adversarios quieren poner en tela de juicio dicha identidad, recurren a este título: si eres Hijo de Dios… (Mt 4 3.6; 27 40.43). Hay que notar que en el relato del bautismo se dan cita los tres aspectos que Mateo quiere subrayar en la presentación de Jesús. El paso del Jordán recuerda el del mar Rojo, en el que Israel contempla la gloria de Dios. Jesús como verdadero Hijo de Abrahán recorre un nuevo éxodo (véase comentario a Mt 2 13-23). El diálogo con el bautista, que reconoce humildemente su condición de precursor del Mesías, recuerda que Jesús es el hijo de David. Finalmente la voz del cielo confirma todo lo dicho acerca de Jesús como Hijo de Dios. El relato invita a descubrir quién es verdaderamente Jesús, y a profundizar en el sentido del bautismo cristiano, semejante al de Jesús y diferente del de Juan (véase Mt 28 18-20).

El Mensaje del Nuevo Testamento
S. Guijarro
Casa de la Biblia

3.- RESUENA LA PALABRA

Otra epifanía; otra propuesta de luz, otra invitación a abrir los ojos, a crecer… El bautismo representa una nueva cita donde se desgarra el misterio de Dios para desvelarnos nuestro origen en el agua bautismal. Isaías nos invita a confrontarnos. «Mirad a mi siervo…, a mi elegido… no voceará, no romperá la caña cascada». (Is 42 1-3). Leo el perfil de Jesús en Isaías y me conmueve confrontar mis actitudes y las suyas, mis acciones y las suyas, mis procedimientos y los suyos. No he de resistirme a formar parte de la fila de los pecadores…, de los necesitados de purificación y de misericordia (Mt 3, 14-15). Tengo que «aprender a ver» (Mt 3, 16) al Espíritu de Dios sobre las criaturas… «aprender a oír» (Mt 3, 17) la voz que me indica a los hijos amados, en quien Dios se complace hoy. Que difícil me resulta abrir caminos desde la debilidad; respetando al frágil, al inseguro, al desvalido…, al insignificante (Is 42, 2-3) Isaías nos perfila en Jesús, como siervo, al que «recupera» a los que están en crisis, a los desvalidos, a los oprimidos… Jesús me estimula a salir del triunfalismo y a esconderme en un servicio silencioso en el que Dios se complace (Mt 3, 17).

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD

Repite sosegadamente

  • «Este es mi Hijo»
  • «En Él me complazco»
  • «El Señor es mi luz»
  • «El Señor es mi salvador»

PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA

  • ¿Reviso mis compromisos bautismales?, ¿los actualizo en el hoy de la Iglesia?
  • ¿Te sientes querido por tu entorno, por los receptores de tu acción pastoral, por los que forman contigo la Iglesia?
  • ¿Con qué talante vivo mi bautismo? Confróntate con lo que dice de Jesús el profeta Isaías en la primera lectura.
  • ¿Acepto el programa de Jesús como programa inspirador de mi vida? (Is 42, 7).

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA

  • ¿Abordas la existencia comunitaria con un talante, actitud de sencillez, simplicidad y servicio?
  • ¿Nos situamos como Jesús en la fila de los pecadores necesitados de purificación, de conversión y misericordia?
  • En nuestras relaciones, ¿qué actitudes son las que nos caracterizan?
  • ¿Hago de mi compromiso bautismal un servicio a la comunidad y a la Iglesia?
  • ¿Por quienes, concretamente, pasa mi compromiso bautismal?

Terminamos orando el Salmo 28 del Diurnal
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria ha tronado,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.
La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.