La llamada «lectio divina» es un método de lectura orante de la Biblia muy apreciado en la tradición monástica, y cuya recuperación puede enriquecer hoy la vida espiritual de muchas personas. Consiste en una lectura meditada de la Biblia, orientada directamente a suscitar el encuentro con Dios a través de la oración y la contemplación: una lectura atenta, meditada, orada, vivificante, interior. Por estar orientada a esto, requiere un lugar silencioso que favorezca el recogimiento, la reflexión y la oración, y una hora propicia, de sosiego, como las del atardecer o el inicio de la noche.
La lectio divina se basa en el hecho de que la Biblia es un libro vivo en el que Dios está presente y habla; por la acción fecunda del Espíritu, la lectura bíblica se convierte en un encuentro real con Dios; toda la Biblia converge en Cristo y, por eso, leer la Escritura es salir al encuentro de Jesucristo. Aunque se trata de un único ejercicio espiritual, se pueden distinguir diferentes momentos.