Me parece importante que nos demos tiempo para leer, reflexionar y compartir las palabras que Benedicto XVI nos dirigió a los II.SS. De ellas solo voy a destacar algunos aspectos que me parecen importantes:
El papa sitúa el fundamento teológico de nuestra vocación en el misterio de la Encarnación. El “desde dentro” procede de ahí: “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único (Jn 3,16). La obra de la salvación no se llevó a cabo en contraposición con la historia de los hombres, sino dentro y a través de ella.”
Esto significa que los II.SS. han de tener un relieve especial –por carisma- en el discernimiento eclesial de los signos de los tiempos. Esto ha de hacernos pensar mucho sobre la realización de este carisma, sobre nuestros frutos; y no porque la Iglesia haya de esperar de nosotros la solución a los problemas en relación con el mundo –esto sería malinterpretar y pervertir el sentido, pues el mismo pontífice ha empleado palabras de humildad sobre esto-, sino porque este carisma nos exige ante todo una mirada creyente sobre la realidad: se nos pide disposición para ver en la historia la acción de Dios, lo nuevo que él hace brotar, los cambios a los que nos llama, los pecados que denuncia, las consecuencias que tiene para nuestra vida el actuar de Dios. En definitiva, “discernir” lo que viene de Dios. Éste es el servicio que se nos pide. Se trata del servicio de la interpretación de las vicisitudes humanas a la luz de la fe. Pero los “signos de los tiempos” están en esa historia y tienen un alcance universal, un valor para toda la humanidad: por eso esta tarea nos pone en diálogo con todo el mundo, en una amplísima capacidad de servicio, para generar comunión entre los hombres, para hacer crecer las semillas del Reino, para reconocer esas semillas del Reino allí donde estén y llevarlas a plenitud.
Al mostrarnos así Benedicto XVI, con esa claridad que le destaca, nuestra misión y nuestro carisma, nos llama –Dios nos llama por su mediación- a ser hombres y mujeres de fe, de esperanza y de amor en la sociedad de hoy.
Mª Jesús Fernández Cordero
(Ponencia: Hombres y mujeres de fe,esperanza y caridad.
Los Institutos Seculares a la luz del itinerario eclesiológico desde la “ Provida Mater”. Junio 2007 CEDIS).