Seleccionar página

Noticias

Movimiento Apostólico Sacerdotal en Madrid

25 Jun, 2020 | Movimiento Apostólico Sacerdotal (MAS)

Comparte:

Desde esta situación de pandemia que todos hemos vivido encerrados en nuestras viviendas, las Siervas del Cenáculo de Formación Vocacional del barrio de Vallecas (Madrid) tuvimos que imaginar cómo responder a las necesidades de las familias que acompañamos en todas sus dimensiones. El encerramiento obligó a dejar de trabajar a la mayor parte de las personas y creó situaciones adversas a nivel económico. A nivel humano, se presentaba una relación más estrecha entre los miembros de la familia y la necesidad de ordenar ese tiempo largo de permanencia. A nivel de fe, la imposibilidad de asistir a la iglesia a celebrar la Eucaristía; los encuentros entre niños, jóvenes y familias (oración, apoyo, asambleas, momentos lúdicos, convivencias, campamentos, …) quedaban clausurados.

Así que iniciamos unas acciones para reparar estas situaciones adversas y mantenernos cercanas a ellos, sabiéndonos una familia en la que unos nos preocupamos por otros y todos nos implicamos en la medida de nuestras posibilidades. Hacer presente el reino de Dios entre nosotros es sabernos hermanos de un mismo Padre que nos ama y por tanto que desea que nos tratemos como lo que somos: hermanos.

En primer lugar, para reparar las situaciones de estrechura económica comenzamos a buscar recursos económicos, además de los nuestros, para atenderlos con alimentos.

En segundo lugar, abrimos online, apoyo escolar por niveles para los que lo necesitaran, a lo largo de la semana por las tardes.

En tercer lugar, en el mes de mayo animamos a las familias a orar unidas con el rosario. Durante los meses anteriores a la pandemia estuvimos aprendiendo a rezar el rosario los viernes antes del apoyo escolar. Les escribimos una carta que repartimos con los materiales que iban a usar (entre ellos el libro de pensamientos del Padre Juan) y las actividades que realizarían cada semana del mes, además del rezo del santo rosario. La actividad era voluntaria y cada familia tenía que decidirse por vivirla o no. Aquella que se decidía, lo primero que debía hacer era escoger un nombre para la asamblea familiar, un coordinador y el horario del rezo. La respuesta fue general, prácticamente todas las familias se apuntaron.
Con estas palabras se les animaba:” ¿Recordáis que estuvimos rezando el Rosario los viernes? Pues ahora rezadlo con la familia. Por las intenciones que queráis y para que el Señor encuentre personas que quieran entregar su vida a Él enteramente a su servicio… para que el mundo sea un poquito cada vez más semejante a lo que Dios soñó cuando lo creó. Dios nos ama y nos dio a su madre para que sea Madre nuestra también. Por eso acudimos a ella en este mes con su oración favorita”.

La campaña para este mes tiene de lema: Jesús vive y te quiere vivo.

Cada lunes del mes las familias tenían que enviar un trabajo que realizaban juntos. El primer lunes un cartel con el lema “Corazón de Jesús, modelo de corazones sacerdotales, haz nuestro corazón semejante al tuyo”. El segundo lunes un dibujo que responda a la pregunta: ¿para qué estoy hecho?, ¿qué sentido tiene mi paso por la tierra?, ¿cuál es el proyecto de Dios para mí? El tercer lunes estaba dedicado a dar gracias a Dios por el P. Juan Sánchez Hernández, fundador de las Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote. Escogemos un pensamiento del libro del Padre y lo representamos. El cuarto lunes escribir una carta a nuestra Madre, la Virgen María, pidiéndole que pueda escuchar la voz del Señor para descubrir la misión que Él me encomienda como ella hizo. Y el último día, el sábado 30, un cartel de María, Reina de los Apóstoles, ¡ruega por nosotros y por la santificación de los sacerdotes!

Las familias cada lunes tenían que enviar una foto de los trabajos, un vídeo o foto de la familia orando y un vídeo representando un pensamiento del libro del P. Juan.

La respuesta ha sido excelente y por esto este mes de junio nos reuniremos con cada familia para orar y compartir qué experiencia han vivido en este mes de mayo pasado como familia y personalmente.

Ellos destacan la unión como familia, el poder compartir, el sentirse en presencia de Dios. Lo describen como la vivencia de algo hermoso que les ha unido más a Dios y entre ellos. El rezo lo han vivido, sobre todo los padres, como un volver al tiempo en que ellos rezaban en grupos en sus parroquias. Algunos niños ayudaban en el rezo a sus padres y los guiaban.

Esta experiencia los prepara para la siguiente que se inicia el 19 de junio, día del Corazón de Jesús.